Obama demuestra una de las sonrisas con mayor satisfacción de su mandato. No es para menos: ayer, 23 de marzo, firmó la Ley de Reforma Sanitaria de Estados Unidos tras más de un año de intenso debate. Una firma de la ley rubricada de forma simbólica con 20 plumas diferentes que regaló a dos decenas de elegidos-colaboradores que han estado con él en este arduo camino con final que se espera feliz. No soy amante de los telediarios, pero esta noticia de hoy emanaba emoción. Son actos que devuelven la credibilidad por la política y por los políticos.
La ley no implica la creación de un sistema universal y gratuito de sanidad, pero mejora sustancialmente la situación actual. Incluye la obligación a todos los ciudadanos de contratar una póliza de seguro sanitario privado, así como subvenciones públicas bastantes generosas para individuos y familias que hasta ahora no podían sufragar su coste (unos 30 millones). Los cambios en el sistema costarán alrededor de un billón de dólares. Supongo que no está todo dicho, porque las aseguradoras y los republicanos intentarán evitarlo, pero confío en que sólo sean movilizaciones para retrasar su aprobación.
La buena noticia, sin duda histórica, es compartida por toda la prensa, independientemente de su tendencia, desde El Mundo a El País . En la Blogosfera aún no ha tenido mucha repercusión. Ayer, Miguel Ángel Mañez, desde su blog Salud con cosas realizaba un acertado análisis de la situación. Aunque estamos a mitad de semana, sin duda esta será una de las noticias de la semana... y de mucho tiempo.
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