sábado, 11 de agosto de 2012

Cine y Pediatría (135). Catherine Hardwicke y sus adolescentes rebeldes


Catherine Hardwicke es una directora, diseñadora de producción y guionista nacida en Texas, cuya mayor relevancia tuvo lugar en 2008, con el éxito comercial al dirigir Crepúsculo, adaptación de la primera parte de la serie de novelas románticas sobre vampiros de Stephenie Meyer. Y recientemente, acaba de dirigir la última versión de Caperucita Roja (2011). Pero lo que nos interesa de esta directora son sus dos primeras obras, dos películas autobiográficas sobre adolescentes rebeldes: Thirteen (2003), bajo el protagonismo de dos chicas adolescentes; y Los amos de Dogtown (2005), bajo el protagonismo de tres chicos adolescentes.

Thirteen fue la ópera prima de Hardwicke en la dirección, y dio en la diana: premio a la mejor dirección en el Festival de Sundance 2003, para una película tan atractiva como polémica. Tracy (Evan Rachel Wood) es una adolescente de 13 años que aún juega con muñecas, hasta que se hace amiga de Evie (Nikki Red), la chica más popular del instituto. Bajo la influencia de Evi, Tracy cambia radicalmente y empieza a obsesionarse por su imagen (ropas de moda, tatuajes, piercings en la lengua y en el ombligo, etc), practica pequeños hurtos, se inicia en las drogas, el alcohol y el sexo, tiene conflictos mantenidos con su madre e, incluso, lleva a cabo actos de automutilación. Especial importancia tiene en la historia la relación entre Tracy y su madre Melanie (Holly Hunter), una mujer separada que intenta salir delante de la adicción que tuvo al alcohol; y entre Evi y su tutora legal Brooke (Deborah Kara Unger). Una película dura con dos interesantes escenas finales: Tracy llorando y arropada en brazos de su madre y Tracy gritando en el columpio de un parque infantil.

Esta película procede de la vida misma, pues posee un fondo autobiográfico relacionado con las experiencias de la joven Nikki Reed cuando tenía 13 años y de otros adolescentes de su entorno. La directora Catherine Hardwicke conoció a Nikki Reed cuando era la hija adolescente de su novio; cuando Catherine rompió con su pareja, mantuvo su relación con Nikki y quedó impresionada por la vida que había tenido en su infancia y adolescencia. Empeñada en ayudarla, estimuló la única afición de la chica: el cine. Ambas empezaron a trabajar en un guión para una película que debía ser la típica historia edulcorada para “teenagers”, pero salió una obra mucho más consistente. Thirteen cuenta la historia de una fascinación que tiene más que ver con el vampirismo que con el afecto. Una curiosidad es que tanto Evan Rachel Wood como Nikki Red han interpretado, posteriormente, a vampiresas: la primera como la Reina Sophie Anne en la serie "Sangre fresca" y la segunda es especialmente conocida por ser la protagonista de todas las películas actualmente rodadas sobre la serie "Crepúsculo": Crepúsculo (Catherine Hardwicke, 2008), Luna nueva (Chris Weitz, 2009), Eclipse (David Slade, 2010) y las dos partes de Amanecer (Bill Condon, 2011).

Thirtheen trasluce la importancia de dos núcleos sociales en el desarrollo de un adolescente: la familia y el grupo de amigos (de las buenas y malas influencias que tanto temen los padres). Thirteen nos habla de cómo algunas niñas no tardan en descubrir que el mundo no es de color rosa con que se lo pintaban en la infancia y cómo su adolescencia puede convertirse en algo de color más negro y más complicado. Aquí le ha pasado a Evan Rachel Woods, pero antes le pasó a Nadine Nortier en Mouchette (Robert Bresson, 1967), a Natja Brunckhorst en Yo Cristina F (Uli Edel, 1981), a Melanie Lynskey y Kate Winslet en Criaturas celestiales (Peter Jackson, 1994), a Heather Matarazzo en Bienvenidos a la casa de muñecas (Todd Solondz, 1995), a Rebecka Lijeberg y Alexandra Dahiström en Fucking Âmal (Lukas Moodysson, 1998), a Émile Dequenne en Rosetta (Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne, 1999), a Martin Compston en Felices dieciséis (Ken Loach, 2002), a Thomas Turgoose en This is England (Shane Meadows, 2006), a Katie Jarvis en Fish Tank (Andrea Arnold, 2009), a Conor McCarron en NEDS (Peter Mullan, 2010), a Álex Moner, Marina Comas y Albert Baró en Los niños salvajes (Patricia Ferreira, 2011),... La adolescencia, esa época en donde la amistad puede confundirse con la mitomanía, la independencia con el egoísmo y la curiosidad con la falta de criterio; esa época que nos hace ir, en ocasiones, del rosa al negro para cruzar las puertas que nos llevan a la antesala de la edad adulta.

Los amos de Dogtown es la segunda película de su directora, dos años después de Thirteen, basada en el documental "Dogtown and Z Boys" de Stacy Peralta (estrella profesional del skateboard, surfista y empresario). Catherine Hardwicke conocía a la mayoría de los Z-Boys, un influyente equipo californiano de skateboard ganadores de varios campeonatos del mundo durante la década de los 70, por lo que era una gran oportunidad para contar la historia. Aunque inicialmente fue David Fincher el director elegido, malos entendimientos con la productora dieron la oportunidad a Hardwicke y ella lo aprovechó bien.

Esta película, pretende inmortalizar en el cine la historia de tres mitos adolescentes del skateboard: Stacy Peralta (John Robinson, esa cara angelical que ya vimos en su debut en Elephant), Tony Alva (Victor Rasuk) y Jay Adams (Emile Hirsch), y que contó con la colaboración del gran Heath Ledger y también, de nuevo, con Nikki Reed. Tres adolescentes rebeldes que tenían un sueño y lo cumplieron, demostrando los altibajos de la amistad como consecuencia de la fama. Pero con un final esperanzador alrededor de Sid, ese amigo común afecto de un tumor cerebral, haciendo todos skate en la piscina de la casa de Sid, éste en silla de ruedas y bajo el siguiente epílogo: “El padre de Sid mantuvo la piscina vacía durante meses, permitiendo que los chicos patinaran cuanto quisieran. Toni Alva se convirtió en el primer campeón mundial de skateboarding, es el dueño de Alva Skates y vende sus productos por todo el mundo; aún sigue entrando a escondidas en algunas casas para patinar en piscinas vacías. Stacy Peralta fundó la compañía Stacy Peralta y TheBonesBrigade, el primer patrocinador de un joven de 14 años llamado Tony Hawk; ahora es un cineasta premiado. Jay Adams está considerado como la chispa que encendió el fuego en este deporte, la semilla original; una vez puesto el libertad condicional por un delito de drogas, sigue patinando y haciendo surf en Hawai. Poco después de la sesiones de Dogbowl, Sid murió a causa de un tumor cerebral".

Las polvorientas calles de Dogtown en Venice, California, fueron para estos tres patinadores adolescentes en la década de los 70 una fuente de inspiración dura, curva e inclinada en donde crearon un revolucionario estilo de patinaje. Eso es lo que nos cuenta Hardwicke, valiéndose de una de las bandas sonoras originales más extraordinarias que se conozcan: Jimmy Hendrix, Alice Cooper, Dog Night, Blackbirds, Deep Purple, Devo, Stevie Wonder, Iggy Pop, Cher, David Bowie, Sweet, Neil Young, Rod Stewart, … y hasta un total de 42 canciones.

Thirteen y Los amos de Dogtown, dos buenas películas made in USA sobre la compleja, problemática y poliédrica adolescencia. Dos buenas películas que se vienen a sumar a otras que también proceden de territorio yanqui: Kids (Larry Clark, 1995), Diario de un rebelde (Scott Kalvert, 1995), Elephant (Gus Van Sant, 2003), Palíndromos (Todd Solondz, 2004), Juno (Jason Reitman, 2007), Precious (Lee Daniels, 2009), Moonrise Kingdom (Wes Anderson, 2012) y un largo etcétera.
Hoy Catherine Hardwicke nos presenta a sus adolescentes (chicas y chicos) rebeldes.

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