Para realizar una mejor gestión de la información en Pediatría hemos de conocer las “fuentes” de información, la “pirámide” del conocimiento de las “6S” y el estado actual de las “revoluciones” pendientes en Biomedicina y Ciencias de la Salud. De esta forma será más fácil pasar de la información al conocimiento y del conocimiento a la acción en nuestra práctica clínica.
Desde un punto de vista didáctico (pero con connotaciones prácticas), en el Grupo de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia dividimos las fuentes de información bibliográficas en tres grandes grupos:
- Fuentes de información primarias (o tradicionales): libros de texto y revistas de biomedicina
- Fuentes de información secundarias: bases de datos bibliográficas, internacionales y nacionales
- Fuentes de información terciarias: suelen llevar implícita la valoración crítica de los documentos para analizar su validez, la importancia y aplicabilidad. Es decir, son las fuentes de información ligadas a la Medicina basada en la evidencia (MBE) o en pruebas científicas.
La “pirámide” del conocimiento de “6S” de Brian Haynes sintetiza en un modelo piramidal de seis estratos los recursos de información en base a su utilidad y propiedades en la toma de decisiones en la atención sanitaria. De abajo a arriba son: Systems, Synopses of Studies, Syntheses, Synopses of Syntheses, Summaries y Systems.
Esta modalidad de la gestión del conocimiento parece un paso adelante, pero los expertos mantienen sus reservas respecto a su aplicabilidad en la práctica médica diaria con los formatos actuales.
El futuro de la gestión del conocimiento en Biomedicina y Ciencias de la Salud es prometedor y brillante. Tenemos ya la tecnología adecuada en forma de Internet y un armazón intelectual en base al paradigma de la atención sanitaria basada en la evidencia (o en pruebas). También disponemos de profesionales especializados en la gestión del conocimiento, herramientas informáticas y fuentes de información (principalmente las terciarias) que nos ayudarán a sobrevivir a la “infoxicación” actual. Sólo resta asumir el reto como profesionales de la sanidad y que asumamos que la gestión de conocimiento no es un virtuosismo, sino una necesidad. Porque hay demasiada información (demasiada superflua y alguna sometida a conflictos de intereses) y poco conocimiento. Porque hay mucho ruido, y pocas nueces. Por ello, se reconocen cinco “revoluciones” pendientes en Biomedicina y Ciencias de la Salud el siglo XXI:
1) La revolución de la red (The Web Revolution)
2) La revolución de la medicina basada en la evidencia (o en pruebas) (The Evidence-Based Medicine Revolution)
3) La revolución del acceso abierto (The Open Access Revolution)
4) La revolución de las bibliotecas (The Librarian Revolution)
5) La revolución del conocimiento (The Knowledge Revolution)
Parece un poema hablar de ello como "fuentes", "pirámides" y "revoluciones", pero es que estamos hechos unos poetas..., aunque sea para hablar de un tema tan árido, a veces, como es la búsqueda de información bibliográfica efectiva en sanidad.
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