Este es el título del último Boletín de Información Farmacoterapéutica de la Comunitat Valenciana (10/2012-Volumen III). Ni qué decir tiene que el título ya te atrapa. Pero qué me dicen cuando uno lee los diferentes apartados:
1. Introducción: ¿de qué estamos hablando?
2. El proceso de la medicalización y sus actores
3. ¿Qué se medicaliza?
4. ¿A quién se medicaliza?
5. Consecuencias de la medicalización
6. Requisitos para no medicalizar: principios de la prescripción prudente
7. Habilidades para desmedicalizar
8. Desprescribir
9. Responsabilidad de la administración sanitaria en la desmedicalización
10. Responsabilidad individual médica en la utilización de medicamentos.
Esto lo convierte en un documento de obligada lectura para todas las personas sensibles sobre aquello de debemos desarrollar un modelo de medicina cercana, científica y humana,que intente ofrecer la máxima calidad, con la mínima cantidad de intervenciones y en el lugar más cercano al paciente. El documento es libre en este enlace. Por favor, deja todo lo que estés haciendo y ponte a leerlo...
En el artículo tendremos oportunidad de reflexionar mucho y de aprender algo: que hay que entrenarse en DESPRESCRIBIR... y os dirijo directamente a la figura 2 del texto. ¿Y qué decir de la Tabla I -requisitos para desprescribir- y de la Tabla II -habilidades para desprescribir-?.
Destaco este decálogo para desmedicalizar:
1) Tener presente que más no siempre es mejor y que es más fácil iniciar un tratamiento que suspenderlo.
2) Disponer de guías de práctica clínica menos rígidas e intervencionistas.
3) Luchar contras la desidia y las inercias terapéuticas. Revisar, revisar y revisar.
4) Entender todo encuentro clínico como una oportunidad para la valorar la adecuación de las prescripciones.
5) Tener un conocimiento adecuado acerca de los medicamentos, de los pacientes y de su contexto.
6) Reconocer la necesidad de desprescribir cuando los medicamentos son más perjudiciales que beneficiosos, ante reacciones adversas, falta de indicación o ausencia de respuesta, ante cambios de objetivos terapéuticos o cuando la expectativa de vida es menor que el tiempo necesario para obtener los beneficios de un determinado fármaco.
7) Fomentar la coordinación entre los distintos niveles asistenciales y parte implicadas en el proceso de prescripción-dispensación de medicamentos.
8) Potenciar una relación médico-paciente terapéutica, de confianza, basada en la comunicación y en decisiones compartidas.
9) Desmedicalizar la vida cotidiana.
10)Y estar muy atento a la aparición de las enfermedades inventadas (diseases mongering) y a la medicina basada en el marketing.
Documento que debemos leer todos, para reflexionar y cambiar... Porque todos somos actores del proceso de medicalización de nuestra sociedad: Administración Sanitaria, profesionales sanitarios, medios de comunicación y la propia sociedad.
Por cierto, recordarme que este artículo lo enlace a menudo en las entradas de "los lunes al mab", donde ya decíamos que en momentos como los actuales de crisis, ésta debe ser tomada como una oportunidad para recordar el valor del "coste-oportunidad" y la máxima de que "lo más importante no es gastar menos, sino gastar mejor".
¡¡ Pero qué feliz me ha hecho este artículo !!. Tanto que no puedo por menos que compartir este "HAPPINESS" en la voz de una de las mayores bellezas que haya dejado el soul y R&B made in USA.
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