miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿Por qué ninguna universidad española figura entre las 150 mejores del mundo?


Hace una semana se publicó el ránking mundial de universidades por la consultora Quacquarelli Symonds (QS). Y nuevamente, y se utilice el ránking que se utilice, la Universidad española sale mal parada. El ránking QS, uno de los más conocidos junto al de Shanghai y al de Times Higher Education, mide, por encima de todo, la reputación académica, que cuenta un 40%, frente a clasificaciones que se centran más en la capacidad investigadora. También tiene en cuenta la ratio de profesores e investigadores por estudiante (20%), la citas publicadas por facultad (20%), la empleabilidad (10%), la ratio de estudiantes internacionales (5%) y el porcentaje de profesores e investigadores extranjeros (5%). 

En la décimotercera edición de esta clasificación, la Universidad de Barcelona vuelve a ser la que alcanza un puesto más alto en la lista, el 160, seguida a poca distancia por la Universidad Autónoma de Barcelona (el 203), la Universidad Autónoma de Madrid (el 210), la Universidad Complutense de Madrid (el 239) y la Universidad de Navarra (el 245). La enumeración de las 10 mejores españolas se completa con la Carlos III de Madrid, la Pompeu Fabra de Barcelona, las politécnicas de Cataluña y Valencia y la de Zaragoza. Pero los autores del QS advierten de un peligro: es mayor el número de centros españoles que caen que aquellos que suben. 

En la tabla anexa se indica el top 10 de universidades en el mundo, bastante conocidas y reconocidas.

¿Por qué algunas universidades triunfan y las nuestras no? El diagnóstico de los expertos de QS es que las universidades españolas están fallando en cuatro aspectos: 
1) No atrae a suficiente talento extranjero (bastante incompatible con la endogamia); 
2) Tiene que venderse mejor (o ser bueno y parecerlo); 
3) Falta empleabilidad; 
4) Se necesita más inversión (y utilizar mejor los recursos). 

En fin, que en este blog ya nos hemos quedado afónicos de repetir año a año la misma cantinela. 
- No hemos dejado de valorar críticamente los pros y contras de los ránkings: Cómo cocinar rankings universitarios... y no salir empachado. Que no es oro todo lo que reluce, pero si de forma consistente distintos ránkings son consistentes en decir lo mismo, sería osado y ridículo mirar para otro lado. 
- Y se han planteado algunas salidas, como Lo que la Universidad española puede aprender del modelo americano. 

Incluso la prensa, hace unos días, ha planteado una pregunta: ¿Es tan mala la Universidad española como dicen los ránkings? Y la mejor respuesta es la que pueda dar cada uno en su entorno universitario (y de paso conocer también la opinión de los alumnos). Y las cosas no van a mejor y nos los avisan. Ah... y ya algún día hablaremos de la ANECA, que no tiene desperdicio su contribución a ello.

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