Uno de los objetivos de las guías de práctica clínica es disminuir la heterogeneidad injustificada en la práctica clínica diaria. Para ello, las instituciones promotoras de guías disponen de diversas clasificaciones para estructurar los niveles de evidencia y el grado de las recomendaciones.
Este hecho, sin embargo, ha propiciado que cada institución hiciera la guerra por su cuenta, estableciendo sus propias clasificaciones, con mayor o menor coincidencia respecto a las de las demás.
Es por ello que en 2000 nació la iniciativa GRADE (Grading of Recommendations Assessment,
Development and Evaluation Working Group). En su sitio web pueden consultarse dos artículos en español quer ayudan al lector interesado a conocer qué es GRADE y qué aporta:
¿Cómo clasificar la calidad de la evidencia y la fuerza de las recomendaciones? Atención Primaria 2006
Clasificación de la calidad de la evidencia y fuerza de las recomendaciones. GRADE Working Group. Atención Primaria 2006
A través de un proceso altamente estructurado, GRADE propone una simplificación de las clasificaciones actuales en cuanto a los niveles de evidencia (alta, moderada, baja y muy baja) y el grado de las recomendaciones (fuerte o débil). Más información sobre estos dos aspectos puede encontrarse en el artículo publicado en Fisterra "El sistema GRADE para la evaluación de la calidad de la evidencia y la graduación de la fuerza de las recomendaciones", concretamente en las tablas 1 y 2.
Parece que SIGN apuesta por GRADE, según refieren en la portada de su sitio web ("SIGN to consider GRADEing"):
"At its June 2009 meeting SIGN Council therefore took the decision that we should look at how we can best adopt or adapt GRADE to fit in with SIGNs’ established methodology. A Methodology Development Group is now looking at this in detail."
Importante apuesta, por ser SIGN una de las principales entidades promotoras de guías de calidad.
Y no. Hoy no hablamos de la gripe A.
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