No perdamos la esperanza. Sigamos soñando con un mundo (en este caso sanitario, tema del blog) mejor. Por un mundo en que los intereses, confesados o no, de parte de la industria farmacéutica, de muchas instituciones sanitarias nacionales e internacionales, no tengan la última palabra. Sigamos soñando con un mundo en el que la verdad se abra, poco a poco, paso entre tanto "ruido mediático". Sigamos soñando en que está en nuestras manos - las de cada uno en su puesto de trabajo - seguir practicando una medicina basada en el sentido común, en el buen juicio clínico y basada en la mejor evidencia disponible basada en estudios sólidos, y no tanto en la presunta "eminencia" de algunos expertos.
Sigamos soñando y tomando conciencia de que, al final, los médicos asistenciales somos los que tenemos la última palabra. No la tiene la OMS, no la tienen los CDC, ni quienes en nuestro país se limitan a seguir de forma acrítica sus recomendaciones.
Y pongamos nuestros sueños por obra.
Feliz fin de semana.
Bueno...asistenciales y también los no asistenciales ¿no? ;)
ResponderEliminarSeguimos en ello, por supuesto. Enhorabuena.
AMÉN
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