Semanalmente (más o menos) realizamos una actualización de los datos epidemiológicos de mortalidad por virus de la gripe pandémica A (H1N1) 2009 para el informe técnico sobre la gripe pandémica A (H1N1) 2009 en pediatría.
Es bien sabido ya que, en el hemisferio sur, esta "nueva gripe" se ha comportado de forma más bien benigna. En promedio, redondeando, la tasa de mortalidad vendría a ser aproximadamente de un fallecimiento por cada 100.000 personas en riesgo.
Sin embargo, con la llegada de los meses fríos en el hemisferio norte, han comenzado a dispararse las alarmas. En Estados Unidos, el propio presidente de la nación ha decretado medidas de emergencia dada la elevada tasa de mortalidad que, desde el 30 de agosto, parece registrarse en aquel país.
Analizando con más detalle la situación, y con los datos de los boletines epidemiológicos de aquel país en la mano, constatamos un hecho que no debe pasar desapercibido: desde el 30 de agosto, en Estados Unidos se ha modificado su sistema de recuento de muertes. A partir de ese día, se registra la mortalidad por neumonía e influenza ("enfermedad tipo influenza" o síndrome gripal), sin exigirse que en los fallecidos se haya aislado el virus A (H1N1) 2009.
El efecto del cambio de definición no se ha hecho esperar. Los criterios actuales, más laxos, han producido un aumento enorme de los casos fallecidos desde el 30 de agosto: 411 fallecidos, casi tantos como los que se produjeron esde el inicio de la pandemia (abril de 2009) hasta el 30 de agosto: 592. El aumento ha sido de un 41,2%.
Países fronterizos siguen exigiendo el aislamiento el virus A (H1N1) 2009 para atribuir al mismo un fallecimiento. Es el caso de Canadá.
¿Cual es la situación en Canadá? Según sus boletines epidemiológicos, hasta el 30 de agosto se habían producido en aquel país 74 muertes atribuibles a gripe pandémica con aislamiento positivo del virus. Desde entonces y hasta el 17 de octubre, la cifra había ascendido a 83. Sólo 9 muertes más. Un 10,8% más.
¿Qué puede estar pasando? Es probable que el cambio en los criterios de definición de casos fallecidos por gripe haya producido, en Estados Unidos, un aumento desmesurado de los mismos explicable, al menos en parte, por un simple artefacto estadístico. No se debe desdeñar, por supuesto, el hecho de que la entrada en los meses fríos sea una de las causas de ese enorme aumento de mortalidad en ese país que acapararía, de esta forma, casi el 20% del total de fallecidos por gripe pandémica en todo el planeta.
Puede haber otras interpretaciones que ayuden a explicar este fenómeno: la ausencia en Estados Unidos de un auténtico Sistema Nacional de Salud universal, "a la europea", y la ausencia de cobertura sanitaria en aquel país de millones de personas.
Los datos de Estados Unidos son importantes por la influencia que este país tiene sobre el resto, en todos los aspectos, sanitario incluido. No es prudente "extrapolar" al resto del hemisferio norte lo que está sucediendo en aquel país sin un mínimo de espíritu crítico.
Y debe servir también para la reflexión que ese aumento de la mortalidad de casi el 100% en mes y medio está produciendo, a nivel ejecutivo, medidas que repercuten directamente en la vida de los ciudadanos.
Observemos qué ocurre por aquellas tierras, pero no perdamos el norte.
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