Guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas, protocolos, consensos... Todos los profesionales sanitarios estamos familiarizados, en mayor o menor medida, con estos documentos.
A veces nos puede llamar la atención la existencia de discrepancias entre guías, o protocolos, o revisiones sistemáticas, que abordan un mismo problema de salud. De ahí la importancia de que todos estos productos estén desarrollados siguiendo un manual metodológico que delimite, paso a paso, cómo deben desarrollarse.
Estos manuales metodológicos no están escondidos. Existen, pero hay que saber donde están (y usarlos, claro está).
Para guías de práctica clínica:
Manual metodológico de Guías de Práctica Clínica en el Sistema Nacional de Salud
Para revisiones sistemáticas:
Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions
Para protocolos: puede ser útil un manual ya reseñado en la entrada de ayer.
Protocolos de Cuidados Basados en la Evidencia. Guía metodológica que facilita la elaboración de protocolos basados en la evidencia. Incluye además nueve protocolos basados en la evidencia de cuidados de enfermería elaborados con dicha metodología.
Los mismos cuestionarios o "checklist" que son útiles para evaluar de forma crítica un artículo científico sirven también para conocer los pasos que deben seguirse según cada tipo de diseño. Ensayos clínicos, reglas de predicción clínica, estudios de casos-control... todos tienen su "checklist". Podemos consultarlos en la web de CASPe.
Otra fuente de posible variabilidad entre guías o estudios es la posible existencia o no de conflictos de intereses. Es por ello muy importante consultar la parte del documento en el que dicha declaración debería constar de forma obligatoria. La presencia de conflictos de intereses de tipo económico ya ha demostrado estar asociada a diferencias en las conclusiones de ensayos clínicos, en la dirección de favorecer a la intervención experimental.
A veces nos puede llamar la atención la existencia de discrepancias entre guías, o protocolos, o revisiones sistemáticas, que abordan un mismo problema de salud. De ahí la importancia de que todos estos productos estén desarrollados siguiendo un manual metodológico que delimite, paso a paso, cómo deben desarrollarse.
Estos manuales metodológicos no están escondidos. Existen, pero hay que saber donde están (y usarlos, claro está).
Para guías de práctica clínica:
Manual metodológico de Guías de Práctica Clínica en el Sistema Nacional de Salud
Para revisiones sistemáticas:
Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions
Para protocolos: puede ser útil un manual ya reseñado en la entrada de ayer.
Protocolos de Cuidados Basados en la Evidencia. Guía metodológica que facilita la elaboración de protocolos basados en la evidencia. Incluye además nueve protocolos basados en la evidencia de cuidados de enfermería elaborados con dicha metodología.
Los mismos cuestionarios o "checklist" que son útiles para evaluar de forma crítica un artículo científico sirven también para conocer los pasos que deben seguirse según cada tipo de diseño. Ensayos clínicos, reglas de predicción clínica, estudios de casos-control... todos tienen su "checklist". Podemos consultarlos en la web de CASPe.
Otra fuente de posible variabilidad entre guías o estudios es la posible existencia o no de conflictos de intereses. Es por ello muy importante consultar la parte del documento en el que dicha declaración debería constar de forma obligatoria. La presencia de conflictos de intereses de tipo económico ya ha demostrado estar asociada a diferencias en las conclusiones de ensayos clínicos, en la dirección de favorecer a la intervención experimental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario