La inmigración es un fenómeno en alza en toda Europa. En España ha contribuido a un incremento notable de la población, tanto por la cantidad de personas que se han afincado en nuestro país como por presentar, por lo general, una mayor tasa de natalidad que la pioblación autóctona.
El aumento de la población inmigrante y, más en concreto, de la población inmigrante infantil plantea la cuestión de su estado de salud. Se da la circusntancia de que parte de esta población proviene de zonas geográficas con problemas de salud prevalentes muy importantes. A los que hay que añadir problemas potenciales derivados de la integración en el país de acogida. Conviene tener una idea clara del estado de la cuestión para que las medidas a tomar por parte del sistema sanitario sean las más adecuadas.
La Agència d'Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques acaba de publicar una revisión sistemática sobre este tema:
Berra S, Elorza-Ricart JM. Salud y uso de los servicios sanitarios en población inmigrante y autóctona de España.Madrid: Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud. Ministerio de Ciencia e Innovación. Agència d'Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques de Catalunya; 2009. Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, AATRM Núm. 2007/08.
Esta revisión contiene datos de enorme interés para conocer el estado de salud de la población infantil inmigrante o ya nacida en España tras fijar los padres su residencia en nuestro país.
Los resultados ponen de manifiesto problemas de salud (nutricionales y de cumplimiento de calendarios vacunales entre otros) que deben ser objeto de atención específica. Conviene leer, a este respecto, las páginas 102-104. Se muestran a continuación algunos párrafos seleccionados:
"La frecuencia de hemoglobinopatías y déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa alcanza cifras elevadas en recién nacidos cuyos progenitores provienen del África Subsahariana. Los autores recomendaron el establecimiento de un programa de cribado en grupos de riesgo.
La cobertura de vacunación para Hemophilus influenza b, meningitis C, triple vírica y en la difteria-tétanos-pertusis resultó menor en niños y niñas de familias inmigrantes.
El consumo de alimentos fuente de yodo es menor y el déficit de este mineral es mayor en la población infantil inmigrante.
La frecuencia de piezas dentales con caries, obturadas o ausentes fue mayor en escolares inmigrantes, aun después de ajustar por hábitos alimentarios cariogénicos y características sociodemográficas.
Los adolescentes nacidos en el extranjero declaran peor salud percibida que los nacidos en España, pero esta diferencia se explica por la percepción de rechazo social y de discriminación, una débil red de apoyo social, el malestar psicológico y un nivel socioeconómico medio o bajo.
Las puntuaciones medias en cuestionarios de salud mental general y de ansiedad muestra un nivel mayor de malestar en adolescentes inmigrantes."
Como es fácil advertir, muchos y graves problemas a los que hacer frente. ¿Cuenta el sistema sanitario español con los recursos humanos y materiales necesarios para enfrentarlos con éxito?
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