Los ecos de la gripe pandémica no se han apagado (ni lo harán a corto plazo). Es un ejemplo de enfermedad mediática. Lo ha sido durante los últimos 12 meses. Planes de emergencia, movilización ingente de recursos humanos, financieros y de investigación, fabricación masiva de antivirales de dudosa eficacia (pero "premiados" por la OMS con su inclusión en su lista de medicamentos esenciales, prisas para la obtención de una vacuna...
En la prensa general podíamos leer la semana pasada que "Cada año, unos 200.000 niños mueren en el mundo por bronquiolitis aguda". Son datos extraídos de un estudio publicado en Lancet (mediante registro puede accederse a la lectura del artículo completo). La mayoría de esos fallecimientos tiene lugar en países en vías de desarrollo.
No es un dato que a los pediatras nos sorprenda. En los países desarrollados, cada año un 10% de los niños menores de 12 meses padecen bronquiolitis. Hasta un 5% de estos niños requerirán ingreso hospitalario. Y un 50% de todos los niños con bronquiolitis tendrán episodios de sibilancias recurrentes en los meses posteriores (datos del documento técnico sobre bronquiolitis aguda del Grupo de Vías respiratorias de la AEPap).
Sabemos además que todos los tratamientos que, por analogía con el asma, se han utilizado en la bronquiolitis han mostrado poco o ningún efecto. Luego todos los esfuerzos deberían centrarse principalmente en la prevención de la enfermedad. en resumen: en la búsqueda de una vacuna segura, inmunógena y eficaz que pudiera ser administrada a todos los lactantes.
¿Cual es el estado actual de la investigación sobre una vacuna de estas características? Una búsqueda no exhaustiva en PubMed ofrece un panorama bastante pobre. Con la siguiente estrategia: "Respiratory Syncytial Virus, Human"[Mesh] AND "Vaccines"[Mesh] AND (hasabstract[text] AND Randomized Controlled Trial[ptyp]) se obtienen siete referencias. Y la primera referencia de un ensayo clínico con vacuna de virus vivos atenuados data de 2000... Y no nos pasa desapercibido que con esta estrategia, sorprendentemente, se recupera algún estudio realizado con palivizumab, producto que no es una vacuna.
¿Y si consultamos en clinicaltrials.gov? Introduciendo en el buscador "Respiratory Syncytial Virus" obtenemos 58 referencias de ensayos clínicos. De ellos, ¿cuantos se están llevando a cabo (o han concluido) con vacunas? (recordamos que el palivizumab y sus derivados no son vacunas). Sólo cuatro (uno de ellos realizado en adultos) estudia el efecto protector de una vacuna de virus vivos atenuados intranasales. Todos los ensayos están en fase I o II como mucho. Por contra, llama la atención la presencia de al menos 16 ensayos clínicos diseñados para determinar la eficacia de diversos anticuerpos monoclonales (palivizumab y motavizumab). Llama aún más la atención que en general estos ensayos son fase III o bien han concluido ya...
En resumen: queda mucho por hacer en la investigación de una vacuna que proteja eficazmente a todos los lactantes. El VRS jamás falta a su cita invernal. Y su morbimortalidad es importante y justifica de sobras la inversión en investigación dirigida a obtener una vacuna eficaz. Sabemos que las prioridades de la industria farmacéutica no coinciden especialmente con las prioridades reales de los pacientes. Pero los resultados del estudio de Lancet, junto a lo que ya sabíamos sobre el impacto anual de la bronquiolitis en nuestras consultas y hospitales, deberían ser razones más que suficientes para que los organismos sanitarios nacionales e internacionales destinen los recursos necesarios para la investigación de una vacuna que contribuya a disminuir la morbimortalidad de esta enfermedad. ¿Se está haciendo todo lo posible? Los datos parecen indicar que no...
La imagen superior pertenece a la web "Bebés y más".
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