La noticia saltó a la prensa general: tras la detección de restos de ADN viral de origen porcino en la vacuna Rotarix (GSK), ahora resulta que la "alternativa", la vacuna de Merck, Rotateq, también los contiene, según informe de la FDA en nota informativa del 6 de mayo.
Cuando se detectó este hecho en la vacuna Rotarix, se informó de que no suponía ningún riesgo para la salud de los niños que la habían recibido. Baste, como muestra de ello, las decenas de miles de lactantes que la recibieron en los ensayos clínicos pertinentes y los millones de niños que la han recibido después de su aprobación. Sin embargo, se optó por suspender temporalmente la vacunación con Rotarix hasta que GSK resolviera el problema. La alternativa, Rotateq, era "la solución" (la única, por por otra parte).
Ahora la FDA informa de que Rotateq presenta un problema similar. Hasta el momento, la FDA no ha hecho sino dar cuenta de la presencia de fragmentos de ADN viral de origen porcino también en Rotateq pero no se ha pronunciado sobre la conducta a seguir respecto a la vacunación contra el rotavirus.
¿Qué va a suceder ahora? En España ya sabemos que existen 19 calendarios vacunales diferentes y de momento ninguno de ellos incluía la vacuna contra el rotavirus. Quedaba en el grupo de las "optativas": se informaba a los padres de su existencia, de que podían comprarla si lo deseaban como sucede con otras vacunas en la mayoría de Comunidades Autónomas de nuestro país (vacuna conjugada contra el neumococo y vacuna contra la varicela). La alternativa ofrecida por nuestras autoridades sanitarias, después de la alarma suscitada con Rotarix, era continuar la vacunación con Rotateq. ¿Qué debemos decir los pediatras a los padres de nuestros pacientes ahora mismo?
Como pediatra de atención primaria que soy, y hablando de mi experiencia personal, he de decir que noticias como estas sólo provocan un efecto: crear una desconfianza cada vez mayor, por parte de algunos padres, hacia todas las vacunas en general (no sólo hacia "las optativas"). Ya es de difícil digestión para muchos padres comprender que en unas Comunidades el Estado cubra unas vacunas sí y otras no (y que tengan que rascarse el bolsillo por ello, más aún en estos tiempos de crisis económica galopante). Si a este hecho le añadimos las dudas - fundamentadas o no, en el caso de las vacunas contra el rotavirus parece más bien que no - sobre la seguridad de algunas de las nuevas vacunas "optativas", tenemos el terreno más que abonado para que los grupos antivacunas hagan su agosto en pleno mayo.
La presencia de fragmentos del ya famoso circovirus porcino en Rotarix y Rotateq, que parece no afectar a su seguridad, sí que está produciendo un efecto adverso y no deseado, peligrosísimo para la salud de nuestros niños: el aumento de la desconfianza de grandes segmentos de la población hacia todas las vacunas. Así que es urgente que las autoridades sanitarias americanas, europeas y españolas ofrezcan en esta semana directrices claras e inequívocas sobre la conducta a seguir respecto al rotavirus y sus vacunas.
*La imagen superior pertenece a la web http://www.losmicrobios.com.ar/
Estoy totalmente de acuerdo con este comentario. A los pediatras de trinchera se nos queda la cara a cuadros delante de los padres. Aconsejamos, recomendamos, asesoramos, pero y ahora que les decimos?
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