La convulsiones infantiles asociadas a gastroenteritis es una entidad bien diferenciada. En los últimos 5 años se han publicado en nuestro país distintas series (bien en Anales de Pediatría -Gómez y cols, Plana y cols, Martí y cols- y en Revista de Neurología -Luque y cols, Cancho y cols, Durá y cols-) que intentan recordar al pediatra la importancia de esta asociación en aras de evitar el efecto cascada de potenciales intervenciones diagnósticas y terapéuticas de una entidad benigna pero que debuta con convulsiones afebriles y recurrentes en lactantes.
Se caracteriza por presentar crisis convulsivas generalmente afebriles, principalmente generalizadas y breves, habitualmente repetidas y con un trazado electroencefalográfico normal, que acaecen en niños previamente sanos en el contexto de una gastroenteritis aguda sin signos de deshidratación ni alteraciones hidroelectrolíticas. Se da con mayor frecuencia en lactantes (entre el primer y segundo año) y en gastroenteritis víricas (principalmente por rotavirus). El pronóstico es bueno.
Gracias a las publicaciones descritas (y muchas otras) la entidad es cada día más conocida por el pediatra, lo que tiene importancia para evitar el efecto cascada y así evitar pruebas complementarias y terapéutica innecesarias. Considerar esta entidad ante un lactante con crisis afebriles repetidas, sin antecedentes personales o familiares de epilepsia o patología neurológica, siendo preceptivo interesarse por las deposiciones. Cabe diferenciarlo del paciente con convulsiones febriles y en el que la gastroenteritis es el foco infeccioso resposable de la hipertermia.
Algo muy frecuente y poco relacionado
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