La preocupación por estos hábitos alimentarios deficientes genera noticias con mucha frecuencia en la prensa. Así, nos enteramos de que, en Estados Unidos, la FDA va a exigir que en los establecimientos de hostelería el cumplimiento de unos requisitos de etiquetado nutricional. Así, será obligatorio mostrar en sus menús las calorías de cada plato. Y en España el Ministerio de Sanidad lanza una web para conocer la composición nutricional de los alimentos. Su dirección es http://www.bedca.net/ .
Bienvenidas sean estas iniciativas y otras que persigan el mismo fin. Tenemos que "reaprender a comer". Y el caso es que la dieta mediterránea ha sido, es y - seguro - seguirá siendo objeto de estudios que evalúen su impacto sobre la salud. Por lo general, todos apuntan en una misma dirección: hacia su efecto beneficioso.
Podemos poner dos ejemplos de artículos que han sido objeto de valoración crítica en "Evidencias en Pediatría":
- El cumplimiento de una dieta mediterránea disminuye el riesgo de desarrollar una diabetes mellitus tipo 2. Evid Pediatr. 2007;4:48.
- Algunos alimentos relacionados con la dieta mediterránea pueden tener un efecto protector para sibilancias y asma en niños. Evid Pediatr. 2010;6:62.
¡¡¡La gente debería dar más importancia a lo que come!! y se debería divulgar mediante los medios de comunicación artículos como éste, propuestas de mejora y la relación que hay entre múltiples enfermedades y la dieta.
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