En el Reino Unido son 60.000 los niños y adolescentes que están tutelados, por diversos motivos, por el Estado y servicios sociales. Se sabe que estos niños constituyen un grupo vulnerable para desarrollar diversas enfermedades psiquiátricas a lo largo de su vida.
Por este motivo NICE y el Social Care Institute for Excellence (SCIE) han desarrollado una guía de práctica clínica con el fin de facilitar el acceso de estos niños y adolescentes a servicios de salud mental adecuadamente preparados para su atención.
El objetivo es, además de mejorar la atención de estos niños, mejorar también su calidad de vida, como se indica en la nota de prensa que anuncia la guía.
El acceso a la guía completa puede realizarse desde aquí: http://guidance.nice.org.uk/PH28/Guidance/pdf/English, y a su versión resumida desde este otro enlace: http://guidance.nice.org.uk/PH28/QuickRefGuide/pdf/English.
Es encomiable la conciencia social y el esfuerzo de NICE por promover guías de práctica clínica dirigidas a colectivos en riesgo. Hace poco informábamos de una nueva guía dirigida a la atención de mujeres embarazadas en situación de riesgo social. En estos tiempos de crisis económica mundial, la salud de la población en general y de algunos grupos sociales en particular, es uno de los factores que indefectiblemente se resiente. Estas guías son necesarias y deberían hacerse los esfuerzos precisos para su adaptación a nuestro medio.
Hola Cristobal, imagino que sabes que, en España, 10.000 niños menores de 6 años, viven sin un hogar. http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fbit.ly%2F9LXL2z&h=5ccf5
ResponderEliminar"La estancia en un centro cuesta entre 3.000 y 10.000 euros al mes a las arcas públicas y no ofrecen las mejores garantías para el pleno desarrollo del menor..."
Es un dato, pero escalofriante.
Hola, Marisa.
ResponderEliminarDesconocía el dato numérico. Aún me parecen pocos, teniendo en cuenta que la crisis azota más a unos países que a otros, y creo que a España le afecta bastante más y quizá la cifra sea superior a esos 10.000 que, desde luego, son una cantidad enorme.
El coste económico de su cuidado es grande y hay que asegurar que se invierta de la forma más eficiente. Por ello son necesarias guías como la de NICE, y habría que ver si sus recomendaciones son válidas en nuestro medio y, si no lo son, hacer las adaptaciones oportunas por las instituciones sanitarias oficiales pertinentes.