La respuesta es no.
En la prensa general ha sido noticia la reaparición, en 2010, de casos de poliomielitis en la región europea de la OMS. Esta región había sido declarada "libre de polio" en 2002. Los casi 500 casos declarados han sucedido en Rusia y diversas repúblicas ex-soviéticas (Tajikistán, Turkmenistán y Kazajstán). La pobreza, sistemas sanitarios deficientes, escaso cumplimiento de los calendarios vacunales... Todo ello ha generado en esa zona un excelente caldo de cultivo para la reaparición de la poliomielitis, enfermedad para la cual existen en el planeta recursos vacunales suficientes como para que sea erradicada.
En la misma noticia se nos refiere de casos aislados de difteria en Rusia.
La pobreza y la miseria son factores que influyen pero, ¿qué sucede en los países más "desarrollados"? Cambiemos de continente y vayamos a Estados Unidos. En California ha tenido lugar una epidemia de tos ferina que ha afectado a miles de lactantes (6257 hasta el pasado 26 de octubre) y que ha costado la vida a diez. Aquí parece existir, además de la pertenencia a grupos socialmente desfavorecidos, otro factor en juego: la presión y el triste éxito que los grupos antivacunas tienen en aquel país, apoyados por "famosos" como nos contaban recientemente en el blog "Pediatrica".
Los grupos antivacunas se dan la mano con otros movimientos pseudocientíficos, y no es infrecuente que los mismos padres que niegan las vacunas a sus hijos sean también partidarios, por ejemplo, de la homeopatía. Es algo que muchos pediatras de cabecera podemos comprobar con frecuencia.
Es fundamental que los padres tengan acceso a información veraz y fiable para que el porcentaje de niños vacunados se mantenga por encima del umbral necesario que impida la aparición de brotes epidémicos de enfermedades como las descritas.
Para todos aquellos padres que deseen encontrar información de este tipo sobre vacunación, es recomendable consultar, por ejemplo, el documento "15 respuestas a 15 preguntas frecuentes sobre vacunas", elaborado por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. De este documento extraigo la pregunta nº 3 y su respuesta:
"¿Por qué debo vacunar a mi hijo?
Porque las vacunas protegen a los niños de enfermedades peligrosas. Estas enfermedades pueden tener complicaciones graves o secuelas y provocar incluso la muerte.
Algunos de estos padecimientos son ahora muy poco frecuentes, pero esto es debido precisamente al mantenimiento de las vacunaciones en toda la población"
El área dirigida a padres de la página web de este Comité es una fuente fiable para despejar cualquier tipo de dudas sobre todo tipo de vacunas.
Recordémoslo: no estamos a salvo de la polio, de la difteria, de la tos ferina y de otras muchas enfermedades para las que, paradójicamente, se dispone de vacunas seguras y eficaces. Es responsabilidad de los médicos proporcionar la información adecuada a los padres.
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