La medicina tiene una amplia presencia en internet y, para el público general, es visto como una oportunidad para informarse sobre los temas de salud y enfermedades que les afectan o que afectan a sus hijos.
Pero la información en internet es múltiple y no siempre de calidad, actualizada o fiable. Ésta va desde webs no institucionales a institucionales, desde contenidos de revistas biomédicas a contenidos divulgativos. El “empoderamiento” cada vez mayor del usuario (en nuestro caso de los padres de nuestros pacientes) hace que la búsqueda de información en internet sobre temas de salud sea algo habitual. Esta es la realidad y en ella las sociedades científicas pediátricas deben estar implicadas, bien a través de sus webs institucionales o bien a través de otros recursos volcados en la red.
Hace 7 años se publicó en Anales un interesante estudio sobre la interacción con los padres a través de internet de las sociedades pediátricas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE).
Probablemente algunos datos estudiados en la encuesta ya hayan mejorado hoy, pero lo que sigue siendo vigente es la lista de comprobación que los autores proponen para identificar y subsanar los problemas identificados y conseguir una mejor calidad de las webs pediátricas y una mejor interacción con los padres. El decálogo propuesto es el siguiente:
Pero la información en internet es múltiple y no siempre de calidad, actualizada o fiable. Ésta va desde webs no institucionales a institucionales, desde contenidos de revistas biomédicas a contenidos divulgativos. El “empoderamiento” cada vez mayor del usuario (en nuestro caso de los padres de nuestros pacientes) hace que la búsqueda de información en internet sobre temas de salud sea algo habitual. Esta es la realidad y en ella las sociedades científicas pediátricas deben estar implicadas, bien a través de sus webs institucionales o bien a través de otros recursos volcados en la red.
Hace 7 años se publicó en Anales un interesante estudio sobre la interacción con los padres a través de internet de las sociedades pediátricas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE).
Probablemente algunos datos estudiados en la encuesta ya hayan mejorado hoy, pero lo que sigue siendo vigente es la lista de comprobación que los autores proponen para identificar y subsanar los problemas identificados y conseguir una mejor calidad de las webs pediátricas y una mejor interacción con los padres. El decálogo propuesto es el siguiente:
1.-Las sociedades científicas de ámbito pediátrico debe estar presentes en internet
2.-Debe incluir información de calidad:
-Fiable (exacta, adecuada al estado actual de la ciencia)
-Actualizada (incluir fecha de revisión)
-Legible (orientada a cada usuario)
-Dimensionada (justa exhaustividad)
3.-El destinatario de cada información debe estar claramente identificado (segmentación)
4.-Si incluye información para padres y/o público en general, debe existir una sección específica claramente identificada
5.-Incluir siempre una sección de advertencias o normas de uso, siempre accesible dese la página principal y también en aquéllos sitios más sensibles e idealmente accesible desde todas las pantallas
6.-Indicar en las advertencias que la información no sustituye al pediatra y que internet no es un medio para resolver problemas particulares de salud
7.-Establecer mecanismos de comunicación, dejando claro que no se da respuesta a preguntas de índole personal
8.-Suscribir un código ético y/o sello de calidad
9.-Crear webs accesibles a personas con discapacidad, supervisando el diseño en este sentido
10.-Primar la usabilidad de la web, con diseño sencillos y rápidos de cargar.
Así pues, si los padres demandan información en internet, es responsabilidad del pediatra (a través de sus sociedades científicas) ofrecer esta información de forma adaptada, rigurosa, veraz, actualizada y sin conflictos de intereses.
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