En la breve historia de este blog, al menos hasta 50 entradas han tratado el tema de la vacunación en la infancia. Siempre con un claro propósito de apoyar su implementación con rigor y con seguridad.
Las vacunas y la defensa por un Calendario Vacunal único son un objetivo prioritario de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y una de las principales razones argüidas por la AEP para opta al Premio Top 10 de Redacción Médica de Sociedades Científicas, premio que se ha conseguido la semana pasada gracias al apoyo del 27,1% de los votos de los lectores que han participado en esta encuesta (el segundo y tercer puesto han correspondido a la Sociedad Española de Medicina Interna con un 21,6% y la Sociedad Española de Cardiología con un 12,6 %).
Este premio nos llena de satisfacción y llega en el mismo momento en el que leemos una entrada en el blog Sonicando, bajo el título de “Si yo fuera padre” y que es todo un alegato a favor de las vacunas, escrito con gran coherencia, entendible y con bastantes enlaces sugestivos. Una entrada que no debéis dejar de leer…
Sirvan estas noticias alrededor de las vacunas para recordar el reciente caso del periodista Brian Deer y el doctor Andreu Wakefield. La historia completa se encuentra en una serie de tres artículos escritos por Brian Deer en la revista British Medical Journal (BMJ) (How the case against the MMR vaccine was fixed, How the vaccine crisis was meant to make money y The Lancet’s two days to bury bad news), precedido por una editorial de los editores de BMJ.
La historia es conocida:
- En febrero de 1998, Wakefield publica en The Lancet un estudio con doce niños autistas. En el estudio se afirmaba que la causa del autismo era la administración de la vacuna triple vírica a los niños.
- Este estudio fue aprovechado por los grupos antivacunas. Y se generó una corriente de pánico, consiguiendo que muchos progenitores decidieran no vacunar a sus hijos y, como era de esperar, la incidencia de brotes de sarampión, rubeola y parotiditis aumentó. Esto es una reciente realidad también en España.
- En el camino de la ciencia por intentar demostrar o refutar la tesis de Wakefield, el Consejo General Médico Británico inició una investigación en el año 2007 en la que se encontró pruebas de fraude científico, falta de ética y conflictos de interés. A finales de enero de 2010, el Consejo Médico sentenció que Wakefield había actuado de manera deshonesta y describió que sus análisis habían sido realizados de forma engañosa e irresponsable. Un par de días después, la revista The Lancet decidía retirar el estudio de Wakefield considerándolo como “erróneo”.
- Pero las cosas no se quedaron ahí. Brian Deer descubrió que todo fue fraude deliberado en el que se engañó a los padres y se experimentó con sus hijos, para fabricar resultados buscando beneficios económicos. Esta investigación y las pruebas que salieron a la luz se pueden leer en los artículos referidos.
Para que no tengamos que volver a vivir un caso similar como el de Brian Deer contra Andreu Wakefield, es bueno conocer la realidad y defender la salud con pruebas científicas. Como leemos en la entrada del blog Sonicando, con respecto a las vacunas, los movimientos antivacunas y el caso Wakefield: “Si yo fuera padre y no supiera buscar información, leer algo de historia, estar atento a las noticias o dejarme aconsejar por los expertos antes de jugar con la salud de mis hijos…quizás no debería ser padre”.
Las vacunas y la defensa por un Calendario Vacunal único son un objetivo prioritario de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y una de las principales razones argüidas por la AEP para opta al Premio Top 10 de Redacción Médica de Sociedades Científicas, premio que se ha conseguido la semana pasada gracias al apoyo del 27,1% de los votos de los lectores que han participado en esta encuesta (el segundo y tercer puesto han correspondido a la Sociedad Española de Medicina Interna con un 21,6% y la Sociedad Española de Cardiología con un 12,6 %).
Este premio nos llena de satisfacción y llega en el mismo momento en el que leemos una entrada en el blog Sonicando, bajo el título de “Si yo fuera padre” y que es todo un alegato a favor de las vacunas, escrito con gran coherencia, entendible y con bastantes enlaces sugestivos. Una entrada que no debéis dejar de leer…
Sirvan estas noticias alrededor de las vacunas para recordar el reciente caso del periodista Brian Deer y el doctor Andreu Wakefield. La historia completa se encuentra en una serie de tres artículos escritos por Brian Deer en la revista British Medical Journal (BMJ) (How the case against the MMR vaccine was fixed, How the vaccine crisis was meant to make money y The Lancet’s two days to bury bad news), precedido por una editorial de los editores de BMJ.
La historia es conocida:
- En febrero de 1998, Wakefield publica en The Lancet un estudio con doce niños autistas. En el estudio se afirmaba que la causa del autismo era la administración de la vacuna triple vírica a los niños.
- Este estudio fue aprovechado por los grupos antivacunas. Y se generó una corriente de pánico, consiguiendo que muchos progenitores decidieran no vacunar a sus hijos y, como era de esperar, la incidencia de brotes de sarampión, rubeola y parotiditis aumentó. Esto es una reciente realidad también en España.
- En el camino de la ciencia por intentar demostrar o refutar la tesis de Wakefield, el Consejo General Médico Británico inició una investigación en el año 2007 en la que se encontró pruebas de fraude científico, falta de ética y conflictos de interés. A finales de enero de 2010, el Consejo Médico sentenció que Wakefield había actuado de manera deshonesta y describió que sus análisis habían sido realizados de forma engañosa e irresponsable. Un par de días después, la revista The Lancet decidía retirar el estudio de Wakefield considerándolo como “erróneo”.
- Pero las cosas no se quedaron ahí. Brian Deer descubrió que todo fue fraude deliberado en el que se engañó a los padres y se experimentó con sus hijos, para fabricar resultados buscando beneficios económicos. Esta investigación y las pruebas que salieron a la luz se pueden leer en los artículos referidos.
Para que no tengamos que volver a vivir un caso similar como el de Brian Deer contra Andreu Wakefield, es bueno conocer la realidad y defender la salud con pruebas científicas. Como leemos en la entrada del blog Sonicando, con respecto a las vacunas, los movimientos antivacunas y el caso Wakefield: “Si yo fuera padre y no supiera buscar información, leer algo de historia, estar atento a las noticias o dejarme aconsejar por los expertos antes de jugar con la salud de mis hijos…quizás no debería ser padre”.
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