Internet se ha convertido en una herramienta necesaria en nuestra actividad profesional y, también, personal. La WWW (W3, la Web o la Red) ha irrumpido en nuestra vida y en medicina es una de las responsables del avance en la formación e información, pero también ha contribuido al fenómeno de la "infoxicación". En un primer momento, Internet se utilizaba como un recurso para encontrar y almacenar información y nos convertíamos en usuarios pasivos; la evolución y revolución en la Red la ha convertido en un lugar donde la información se genera, se comparte, se modifica y los usuarios agregan valor añadido, convirtiéndonos en usuarios activos que forman ya parte del conocimiento que se genera. A los antiguos servicios de Internet se les ha venido a llamar Web 1.0; al movimiento generado posterior se le conoce como Web 2.0 o ‘Web social’.
Coincidiendo con el taller “Neuropediatría basada en la evidencia: cómo combatir la ‘infoxicación’ y pasar de la información al conocimiento en neuropediatría” celebrado en el VIII Congreso Nacional de Neurología Pediátrica (Córdoba, 22 de octubre de 2010), se realizó una encuesta de opinión a 44 neuropediatras (36 adjuntos y 8 residentes) que asistieron al curso.
La encuesta anónima constaba de dos apartados: fuentes de información bibliográfica (25 preguntas) y recursos de la Web 2.0 (14 preguntas). Los resultados del estudio se pueden ver en el artículo adjunto, pero algunos datos de interés son los siguientes:
-Respecto al uso de fuentes de información primarias: las revistas más consultadas son Revista de Neurología y Anales de Pediatría; a nivel internacional, Pediatrics y Neurology.
-Respecto al uso de fuentes de información secundarias: todos utilizan la base de datos PubMed y, con menor frecuencia, Índice Médico Español (40%) y Embase (27%); el resto de bases internacionales y nacionales tiene una utilización inferior al 20%.
-Respecto al uso de fuentes de información terciarias: el 81% de los encuestados utiliza la Cochrane Library, y con menor frecuencia otras fuentes de medicina basada en la evidencia, como Tripdatabase (39%), National Guideline Clearinghouse (37%), Excelencia Clínica (12%) y Sumsearch (3%).
-El 45% recibe regularmente alguna tabla electrónica de contenidos (e-TOC) de revistas biomédicas, pero sólo un 7% declara haber utilizado el sistema de sindicación de contenidos (RSS).
-Los lugares preferidos para iniciar la búsqueda de información son PubMed (55%) y Google (23%).
-Los cuatro recursos de la Web 2.0 más utilizados son: YouTube (73%), Facebook (43%) y Picasa (27%), pero con un carácter más de ocio que profesional. El resto de recursos de la Web 2.0 son prácticamente desconocidos para los encuestados, llamando la atención es el escaso uso de Twitter y blogs.
-No encontramos diferencias de respuesta entre el grupo menor o igual de 34 años y mayor o igual de 35 años.
Aunque es una encuesta limitada a una especialidad pediátrica y con un tamaño muestral pequeño, si es cierto que la orientación de las respuestas no difieren a las realizadas en otros ámbitos. El conocimiento de los patrones de uso de fuentes de información y recursos de la Web 2.0 permite detectar las limitaciones y oportunidades de mejora en el campo de la formación e información en medicina.
Este puede ser un ejemplo más de que resta mucho camino por recorrer para normalizar las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el quehacer profesional de la sanidad.
2 comentarios:
Hablando de web 2.0 y recursos médicos: ¿tenéis pensado añadir contenido en g+? Me parece un medio muy útil para compartir información, ya que puede filtraras el contenido adaptandolo mejor a los potenciales receptores (círculos).
En cuanto G + permita la creación de páginas web institucionales (de momento no es así) ahí estaremos.
Un saludo.
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