lunes, 8 de agosto de 2011

"Obesidades" pediátricas: de la investigación a la práctica clínica



Sobre el tema de la obesidad infantil se habla continuamente. Pero no siempre de forma afortunada y con rigor científico. El reciente Artículo especial de Anales de Pediatría (y su editorial acompañante), firmado por los doctores Martos-Moreno y Argente, viene avalado por la experiencia de estos investigadores vinculados al CIBERobn (CIBER Fisiopatología Obesidad y Nutrición).
El CIBERobn está constituído por 26 Grupos de investigación, uno de los cuales está orientado exclusivamente a la obesidad infantil, si bien los propios autores hablan de "obesidades pediátricas", lo que nos adentran en la complejidad del tema.

Conviene realizar una lectura detenida de estos artículos, pero destacamos sus puntos clave:
– Concepto de obesidad: no existe un acuerdo internacional. Es de utilidad en la infancia considerar un índice de masa corporal ≥ P97 para edad y sexo, con el empleo de tablas de referencia para la población a estudio.
– Concepto de obesidad mórbida: no hay un acuerdo internacional. El establecimiento de un índice de masa corporal > +3 DE para edad y sexo, con el empleo de tablas de referencia para la población a estudio, podría ser sensato.
– Concepto de obesidad de inicio temprano: no hay un acuerdo internacional. Definirla como la que se inicia antes de los 5 años de edad puede ser adecuado para enfocar estudios específicos. Otros autores, por el contrario, incluyen niños <10 años de edad.
– Concepto de obesidad común: la más frecuente en la población general, que no se encuentra asociada a ninguna entidad sindrómica ni tiene base monogénica. La obesidad «común» tiene una base poligénica.
– Concepto de sobrepeso: no existe un acuerdo internacional. Es de utilidad en la infancia considerar un índice de masa corporal IMC ≥ P90 y < P97 para edad y sexo, con el empleo de tablas de referencia para la población a estudio.
– El ambiente nutricional en el feto influencia el riesgo de desarrollar obesidad en la vida adulta, afectando el desarrollo neuroendocrino del hipotálamo. Por consiguiente, la nutrición perinatal y en la lactancia temprana se cree tiene una influencia programada sobre los neurotransmisores hipotalámicos, que determinará el desarrollo de la obesidad en la época adulta. Estos hechos se apoyan en las observaciones de que tanto la obesidad como la diabetes mellitus tipo 2 pueden ser alteraciones hipotalámicas y que los nacidos con bajo peso presentan, en edades posteriores, una prevalencia elevada de obesidad, diabetes mellitus tipo 2 y síndrome metabólico.
– La obesidad es una enfermedad neuroendocrinológica: la demostración de enfermedades monogénicas por afectación de la expresión de ciertos genes, así como el síndrome de disfunción ciliar primario, han demostrado una función prioritaria del hipotálamo y las neuronas que conectan sus núcleos.
– Se conocen al menos 20 enfermedades monogénicas causantes de obesidad. La existencia de obesidad grave e hiperfagia en un niño de menos de 5 años, con historia familiar de obesidad de inicio temprano, justificaría la realización de estudios genéticos. El desarrollo de microarrays de SNP de alta densidad y su aplicación en el cartografiado de autocigosidad, proporciona un método eficiente para identificar nuevos genes relacionados con la obesidad. Los estudios de asociación del genoma completo serán imprescindibles para detectar los genes implicados y explicar la susceptibilidad individual.

Los autores plantean tres estrategias para abordar con rigor esta compleja patología:
1) Los profesionales y autoridades sanitarias deben plantear las líneas gruesas de actuación. Algunos programas actuales no parece que hayan dado sus frutos, por lo que, según los autores, deben replantearse, modificarse o abandonarse.
2) Hay que aplicar las recomendaciones de la GPC de prevención y tratamiento de la obesidad infantojuvenil (2009) e implementarla en la práctica clínica.
3) Debe impulsarse el desarrollo de la investigación, especialmente de la investigación translacional.

En resumen: la investigación en "obesidades" pediátricas se debe llevar a la práctica clínica. Si no, será como nadar para morir en la playa...

1 comentario:

Manuel Baggio dijo...

Muy buen post! Es muy bueno que se tome consciencia sobre la nutrición infantil para evitar los problemas como la obesidad.

Saludos