Continuando con nuestra entrada de la semana anterior, seguimos analizando algunas películas que han abordado el tema del embarazo en adolescentes.
Un sabor a miel (Tony Richardson, 1961): es un obra realista encarnada dentro del movimiento inglés de los años 60 conocido como “Free Cinema”, a caballo entre el documentalismo inglés, el realismo emanado del cine italiano y la estética paralela de la francesa “Nouvelle Vague”). Richardson se basa en la obra de teatro de Shelagh Delanay para retratar las dificultades de Jo (Rita Tushingham), una adolescente de 17 años embarazada en el oscuro contexto de los barrios obreros de una ciudad inglesa, en una Inglaterra de clase más parada que trabajadora, con sus barrios sucios y marginales. Y, sobre todo, en el contexto de una juventud ausente en formación cultural, con un futuro sin ilusión, y a la que le llega justo para satisfacer sus necesidades más primarias de una forma mísera e indigna.
Un ambiente demoledor, en el que Richardson todavía nos deja un resquicio para desarrollar una emotiva historia, entre una muchacha olvidada a su suerte por una madre alcohólica y promiscua, fracasada, posesiva y caprichosa (a la que, no obstante, seguirá añorando) y la interesante relación con Geoffrey (Murray Melvin) un joven homosexual, que sin exigir nada a cambio, será su amigo y se convertirá en el padre que no conoció. De nuevo, Charles Dickens renace en el panorama fílmico inglés, con alguna escena para el recuerdo: como la del pediatra que deja un muñeco, un libro y unas gasas para que Jo se vaya entrenando para cuando nazca su hijo. La película recogió distintos galardones, entre los que destacan el de Mejor Actor y Actriz para la pareja protagonista en el Festival de Cannes de 1962.
La fuerza del amor (Matt Williams, 2000): Novalee Nation (Natalie Portman) tiene 17 años y se encuentra embarazada, sin familia y abandonada por su novio, un egoísta aspirante a músico. Se instala secretamente en los grandes almacenes Wal-Mart, donde da a luz a su hija Americus y pasa a convertirse en la atracción del lugar. Con Americus tiene toda una serie de avatares con el 5 como denominador común: a los 5 días tuvo ictericia, a las 5 semanas se le diagnosticó infección de orina, a los 5 meses la secuestraron… y no piensa celebrar los 5 años (con esa racha, no me extraña...). Natalie Portman encabeza un elenco de actrices (Ashley Jud, Stockard Channing, Joan Cusack y Sally Field) para dar cuerpo a un melodrama amable de ver.
El mejor (Shana Feste, 2009): Bennet y Rose (Carey Mulligan) son dos adolescentes que son vecinos desde que eran niños. Se han visto cada día durante años, pero ninguno de los dos se ha decidido a confesar su amor por el otro. El último día de clase, Bennet se declara a Rose, y pasan la noche más maravillosa de sus vidas; pero, cuando Bennet regresa a casa, un coche lo atropella y muere. Los padres del chico (Susan Sarandon y Pierce Brosnan), destrozados, no saben cómo superar la pérdida. Tres meses después es cuando Rose aparece en sus vidas y les da la noticia de que el niño que va a nacer es su nieto. Digna película que no cae en la lágrima fácil ni trivializa con lo que significa la perdida de un hijo: El mejor no tiene la calidad de una película como La habitación del hijo, pero tampoco desmerece.
Pero el embarazo en la adolescencia no sólo ha resultado un filón en la gran pantalla, sino especialmente en telefilmes. No sólo en películas de culto, sino en películas de fácil consumo en televisión, con alguna actriz con tirón en el papel principal. Algunos ejemplos:
-The Girls of Huntington House (Alf Kjellin, 1973): inspirada en la novela mismo nombre escrita por Flor de Elfman, narra las experiencias en una casa de maternidad para menores, con Sara, una adolescente de 17 (Sissy Spacek), como protagonista.
-I Want to Keep My Baby (Jerry Thorpe, 1976): en la que una adolescente de 15 años embarazada (Mariel Hemingway) decide seguir adelante con su embarazo, a pesar de las insistentes de su novio y familiares para que abortase.
-Fifteen & Pregnant (Sam Pillsbury, 1998): Tina (Kirsten Dunst) es hija de padres divorciados y tiene que asumir su embarazo, con el desencanto que supone que el padre del niño se desentiende del asunto, al igual que lo hacen los que creía eran sus amigos del instituto. Es entonces cuando Tina se da cuenta de que está sola y de que sólo cuenta con el apoyo de sus padres.
-Adolescencia perdida (Peter Werner, 2005): Jacey (Danielle Panabaker) tiene 16 años y acaba de tener un hijo; la madre de Jacey decide mudarse de ciudad y hacer pasar el hijo por suyo. Pero Jacey no es feliz con su nueva vida y decide recuperar su maternidad con la ayuda de su antiguo novio, no sin grandes dificultades en el intento. Interesante la escena en que Jacey invita a amigas de 15 a 16 años que están embarazadas o ya fueron madres y cuentan sus difíciles historias delante de sus compañeros de clase. Jacey decide que no tiene que ocultar más su estado de madre, aunque, al final, lo da en adopción a una pareja de su profesorado.
-Pacto entre adolescentes (Rosemary Rodriguez, 2010): telefilme de la cadena estadounidense Lifetime inspirado en un hecho real. En un pequeño pueblo pesquero de Massachussets, en el año 2008, los informativos se hacen eco de la noticia de que un grupo de 17 adolescentes que estudian en el mismo instituto han pactado vivir la experiencia de ser madres a la vez. La joven reportera Sidney Bloom (Thora Birch)acude a la que es su pueblo natal a investigar el inusual incremento de embarazos que hay en el instituto, para intentar realizar un videoblog con el tema del embarazo en adolescentes: 1 de cada 6 mujeres en USA tendrán un hijo antes de los 20 años.
Y de las teleseries se ha pasado a los “reality shows”, como el de Madres adolescentes (versión española del programa británico Help.. I’m a Teen), que viene a ser un programa similar a Supernanny, sólo que en esta ocasión son unas jovencísimas madres las que intentarán aprender a cuidar a sus hijos recién nacidos con la ayuda de expertos, pediatras y psicólogos.
Los embarazos en adolescentes, la maternidad y paternidad en la adolescencia, son un filón argumental en el cine. Tratado con más pena que gloria, pero en el que es posible recuperar algunas cintas con mensaje. Os dejamos con el video de dos ejemplos, del blanco y negro al color.
No hay comentarios:
Publicar un comentario