Como cada año, el European Centre for disease Prevention and Control (ECDC) dedica el día de hoy para concienciar a ciudadanos y profesionales sanitarios sobre el uso prudente y responsable de los antibióticos.
Y es que el uso - abuso - mal uso de estos fármacos sigue constituyendo un problema de primera magnitud en Europa en general... y en España muy en particular.
El Ministerio de Sanidad ha dedicado una web propia a este tema: http://www.antibioticos.msc.es/home.html. Web que está dirigida a médicos y pacientes y que contiene abundante información sobre esta cuestión. Entre los diversos documentos que contiene, destacamos el titulado "Sin tu ayuda, los antibióticos pueden perder su eficacia". Los siguientes puntos del mismo son particularmente importantes:
- España, junto con otros países del Sur de Europa, es uno de los países europeos con mayor consumo de antibióticos por habitante.
- En Atención Primaria el 22% de los pacientes son diagnosticados de una enfermedad infecciosa, y dos terceras partes reciben tratamiento antibiótico.
- El 90% de la prescripción de antibióticos se realiza en las consultas de Atención Primaria y hasta un 36% de las prescripciones de antibióticos realizadas en AP se consideran inadecuadas.
- La mayoría de procesos patológicos pediátricos atendidos en Atención Primaria son de origen infeccioso y que la etiología de estos procesos es mayoritariamente viral y no susceptible por tanto de recibir tratamiento antibiótico.
- Entre las causas que favorecen el exceso de la prescripción antibiótica por parte de los pediatras y médicos de Atención Primaria se encuentra la presión asistencial así como la presión ejercida por los padres y pacientes.
- Los niños son el grupo de la población más expuesto a recibir múltiples tratamientos con antibióticos. Algunas de las bacterias que causan infecciones pediátricas se encuentran
- entre las más resistentes a antibióticos.
- España se encuentra entre los países con mayor automedicación con antibióticos.
- Las bacterias poseen mecanismos muy eficientes que les permiten desarrollar resistencias a la práctica totalidad de antibióticos conocidos.
- Los inhibidores de beta-lactamasas no son necesarios en todos los casos de resistencias, producen más efectos adversos y aumentan injustificadamente el coste del tratamiento.
Podéis consultar el documento completo bajo estas líneas:
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