Semana de huelga general en España. Muchos han sidos los blogs que se han referido aela con entradas específicas. Lo han hecho Santiago García Tornel ("Reflexiones de un Pediatra Curtido"), Rubén García ("Hij@s de Eva y Adán"), Xavier Allué ("Pediatría Social"), Jesús Martínez ("El Médico de mi hij@")... dando cuenta de su postura ante la misma y explicando si ellos hacían huelga o no, aportando sus motivaciones en muchos casos.
Yo no hice huelga. De hecho, en mi centro de salud (mi ámbito laboral inmediato, del único que tengo experiencia) nadie hizo: ni médicos, ni el personal de enfermería, ni el personal administrativo. Quizá pueda llamar la atención tanta indiferencia ante el llamamiento de los sindicatos "mayoritarios" a la huelga, más aún teniendo en cuenta los atropellos a los que estamos siendo sometidos los sanitarios. Yo sólo puedo dar cuenta de mis motivos para no hacerla, motivos por otra parte que sé que comparten en gran medidas muchos compañeros de trabajo: estoy harto. Harto de que unos y otros quieran manipularme. Harto de de unos sindicatos clientelistas del Estado, gracias al cual viven en gran medida. Harto de su hipocresía, pues cuando gobernaban personas más afines a su presunta ideología, poca o ninguna oposición presentaban. Harto de muchos de sus "liberados sindicales", auténticos vividores a costa de los demás. Harto de saber, antes del día de la huelga, qué es lo que iba a suceder en algunas ciudades: quema de contenedores, agresiones, "matonismo" premeditado de algunos piquetes presuntamente "informativos" (¿?)... Harto también, por qué no, de experiencias previas de huelga que para poco o nada sirvieron y harto, sí, muy harto de volver a perder dinero por hacer huelga. Dinero que no me sobra, ni a mí ni a nadie. Quizá sea el momento de discurrir otras formas de realizar una protesta social más eficaz ante las injusticias que todos estamos sufriendo. La huelga, para mí, según mi experiencia personal, es una respuesta inútil, hipócrita y, lamentablemente, en algunas ciudades, hasta peligrosa.
Así que vamos a hablar de algo que nos interesa más: la pediatría.
El uso prudente de antibióticos en pediatría es una prioridad. En niños, la mayoría de las sinusitis son de etiología vírica y no precisan tratamiento antimicrobiano. Nos lo cuenta Santiago García Tornel en "Reflexiones de un Pediatra curtido", y se basa en las recomendaciones de una guía de práctica clínica de la Infectious Diseases Society of America.
Vicente Baos ("El Supositorio") ha estado dos semanas en Honduras y Nicaragua de cooperante. Así que nos esperan interesantísimas entradas sobre su experiencia en Centroamérica. La entrada de ayer mismo tiene relación directa con la pediatría: "La infancia desprotegida". La situación de los niños en estos países es particularmente dramática al ser uno delos colectivos más vulnerables. Vicente nos relata el trabajo que allí realiza la ONG "Nuestros Pequeños Hermanos". Una entrada imprescindible.
Los mitos y creencias erróneas sobre las vacunas están, lamentablemente, a la orden del día. Así que, para combatirlas, la Generalitat Valenciana ha editado una Guía de Vacunación para Padres. Nos lo cuentan en "Maynet". Esperemos que sea útil.
Una de las entradas más entretenidas de los últimos días la ha escrito Amalia Arce ("Diario de una Mamá Pediatra"): "Frases lapidarias en la consulta del pediatra". Son frases que algunos padres verbalizan y que son ya todo un "clásico" en la experiencia de todos nosotros.
En "Sala de Lectura", Carlos Fernández Oropesa nos ha hablado de aplicaciones en salud. Están surgiendo como setas y Carlos nos ofrece una pequeña selección de cinco de ellas, la mayoría de interés pediátrico.
En estos tiempos de consumismo sanitario la prescripción prudente se hace absolutamente necesaria Y en esta línea Giordano Pérez Gaxiola ("Sin Estetoscopio") ha traducido (y añadido ejemplos de cosecha) "Los 10 mandamientos de la nueva terapéutica" de John S. Yudkin. Para clavarlos con una chincheta en la pared de nuestra consulta.
Para finalizar este pequeño resumen de la semana: ¿Queréis buscar en PubMed desdeuna interfaz en español? En "Temas de Epidemiología Clínica" nos dicen cómo: a través de PICO Lingüista o Babel MeSH.
Acabamos con música. Esta semana pasada, Eric Clapton cumplió 67 años. Desde aquí nuestro homenaje: "Wonderful Tonight". Feliz domingo.
3 comentarios:
Conoce Ud. perfectamente el argumentario: es la manida colección de tópicos y excusas para auto justificarse. Una pregunta: ¿Paga Ud. cuota en algún sindicato aunque "sea minoritario"? Porque si no, que sepa Ud. que se está comportando como un aprovechado -"free rider"- le llaman en economía. O es que acaso ha renunciado Ud. a las mejoras conseguidas con la negociación colectiva: salario, condiciones de trabajo... todas esas cosas que los funcionarios llaman "derechos adquiridos". Por cierto al anterior gobierno se le hizo una HG igual que a éste cuando cogió la tijera al dictado de los poderes económicos hostiles a la ciudadanía. Aparte de otras movilizaciones que se han borrado de la memoria de los medios de comunicación de masas imperantes. Yo sí recuerdo cuando no pudimos entrar a la plaza de Vista Alegre, después de hacer 400 Km. porque no cabía más gente. En su interior y por los alrededores de la plaza miles de delegados de UGT pidieron –pedimos- a voz en grito la dimisión del anterior presidente del gobierno socialista de España. Si no quiere hacer huelga, me parece bien: disfrute Ud. de su dinero, que yo lo haré de mi dignidad. Ha y ahora si tiene Ud. lo que hay que tener no me censure el comentario. El tono del escrito me concederá Ud. que es correcto.
Comentario publicado, a pesar de que es de agradecer que las personas que deseen realizar alguno se identifiquen con su nombre y apellidos.
"Tópicos y excusas para autojustificarse"... Lo he estado pensando. Y, después de meditar sobre el tema, me doy perfecta cuenta de que no es así.
Hablo de mi experiencia personal sobre los sindicatos, sean "de clase" o sanitarios. Tanto me da. Repito: mi experiencia (nadie tiene que estar de acuerdo con ela, cada uno tiene la suya propia).
A lo largo de mi vida laboral he estado sindicado. Y acabé cansado y decepcionado por la ineficacia de los sindicatos en algunos casos para lograr mejoras laborales, por su ausencia de veracidad en otras (creación de problemas artificiales donde no existían para justificar su existencia). Y, desde luego, lo que no soporto ni soportaré nunca es la violencia. Violencia que siempre está presente en cada huelga. Siempre igual. La violencia que se vivió en la pasada huelga general y a la que tan acostumbrados nos tienen los "piquetes informativos" (¿?) de los diversos sindicatos: destrozo del mobiliario urbano (que es de todos y todos lo hemos de pagar), agresiones verbales o incluso físicas hacia las personas que se acogen a su derecho de no hacer huelga.
El ejemplo de muchos "sindicalistas profesionales" (conozco innumerables casos personales) que, como liberados sindicales, no hacen nada por sus compañeros y sí se dedican a vivir del cuento (repito que tengo experiencia personal de casos así, será que he tenido mala suerte) es otro de los motivos que me han alejado de estas organizaciones.
En cualquier caso mi comentario (que no es anónimo, por cierto, como el suyo) es fruto de mi experiencia personal. Seguro que hay sindicalistas honrados. Lástima no haber tenido experiencia personal de ninguno. Y no soy el único. Bien harían los sindicatos, si quieren sobrevivir, en hacer examen de conciencia y reflexionar sobre por qué la ciudadanía se siente cada vez más alejada de ellos.
Por último, yo disfruto de mi dignidad tanto como usted de la suya. Mi dignidad no depende de estar de acuerdo con su opción de hacer huelga. Y ya me gustaría disfrutar de mi dinero. Porque no me sobra. Y si he de destinar parte de él para una causa noble, se me ocurren decenas de ellas para bienemplearlo antes de pagar una cuota a un sindicato, tal y como éstos funcionan actualmente.
Un saludo.
Sólo dos líneas para apoyar cada una de las palabras de Cristóbal, que las hago mías.
Nuestra forma de actuación y pensamiento en este blog es lineal y homogénea, transparente y libre, valiente y comprometida. Usted, "señor anónimo", podrá estar en desacuerdo con nosotros, pero también nosotros con usted. Y lo estamos por el fondo (contenido) y por la forma (con sus típicos tópicos).
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