Las guías de práctica clínica (GPC) son unas herramientas poderosas para disminuir la variabilidad injustificada entre profesionales sanitarios a la hora de abordar el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades y situaciones clínicas.
Uno de los requisitos que toda GPC debería cumplir es que sus recomendaciones se implementen con éxito, que los profesionales las hagan suyas. Este aspecto tan fundamental, la implementación, es uno de los mayores problemas con el que se enfrenan las instituciones sanitarias promotoras. Una GPC bien diseñada y realizada pero no implementada constituye un desperdicio de tiempo y dinero para las entidades promotoras de las mismas. Y supone privar a la población de una mejor atención sanitaria, basada en pruebas, siendo sustituida en cambio por una atención "basada en la inercia, en el "siempre se ha hecho así", con poco o ningún espíritu crítico.
La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), en su informe 2012, aborda precisamente el problema de la implementación de las recomendaciones de las GPC, de la brecha existente actualmente entre la producción de información científica y su utilización en la práctica asistencial. El informe es de lectura más que recomendable para todos nosotros. Podeis acceder al mismo desde este enlace o bien desde esta misma entrada del blog:
Por cierto, que el informe SESPAS 2012 viene repelto de artículos sumamente interesantes. Iremos hablando de elos en futuras entradas.
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