Hay, por lo visto, bacterias que merecen más atención que otras por parte de las autoridades sanitarias de nuestro país, o confederación de estados independientes o como se les quiera denominar, llamado España. La lucha contra la meningitis bacteriana y la enfermedad bacteriana invasiva ha experimentado grandes triunfos en las últimas dos décadas.
Primero fue el logro de una vacuna eficaz contra el Haemophilus influenziae b. Gracias a ella la enfermedad invasiva, la meningitis, la epiglotitis, la neumonía, las osteomielitis y artritis sépticas causadas por esta bacteria son ya un recuerdo.
Después vino la vacuna contra el meningococo C. De nuevo constituyó un éxito y sólo nos queda aún como un temible enemigo el meningococo B; pero ya se está investigando en firme y logrando vacunas que a medio plazo pueden aliviar el problema. Sobre ello se publicó en "Evidencias en Pediatría" un artículo al que remitimos a los que estén interesados.
Pero al parecer el neumococo (más en concreto los serotipos incluidos en las sucesivas vacunas conjugadas heptavalente, decavalente y 13-valente) no merece el mismo respeto por parte de las autoridades sanitarias de nuestro país o conjunto de miniestados autonómicos con competencias (o incompetencias) sanitarias totalmente transferidas llamado España.
Durante unos años tan sólo una comunidad autónoma, la de Madrid, la incluyó en el calendario vacunal sin coste alguno para el usuario. Por aquello de la consecución de un "calendario vacunal único" para toda España algunos teníamos la esperanza de que la vacuna conjugada frente al neumococo, la 13-valente, que incluye la mayoría de serotipos presentes en España (más del 80%), fuera incluida definitivamente en los ¡19 calendarios autonómicos! (esto de los 19 calendarios es algo que es muy difícil de explicar a quién no viva en este país... porque simplemente no tiene explicación alguna).
Así que la decisión de Madrid de sacar fuera del calendario de vacunaciones la vacuna conjugada frente al neumococo constituye un retroceso para su implementación en toda España. Se pueden tomar muchas y variadas decisiones para combatir la crisis. Ahora bien, "tocar" algo tan sensible, tan necesario como es el calendario de vacunaciones para ahorrar unos euros parece un disparate de dimensiones incomprensibles.
Más aún cuando se sabe que la vacuna conjugada frente al neumococo es eficaz para prevenir la enfermedad invasiva por esta bacteria en menores de 24 meses; cuando, tras revisar los diversos estudios de incidencia de enfermedad invasiva y de eficacia de la vacuna para prevenirla el Comité Asesor de Vacunas de la AEP recomienda, en su calendario de 2012 ignorado sistemáticamente por todas las autoridades sanitarias centrales y autonómicas de España, su inclusión en el calendario de vacunaciones sistemáticas; cuando los datos del estudio HERACLES, según podemos leer en noticias de prensa médica muy recientes, ponen de manifiesto en la comunidad de Madrid "una reducción en las hospitalizaciones por enfermedad neumocócica invasora de un 43% en niños menores de 2 años y en casi un 35% en niños menores de 15 años de edad".
Por supuesto, en Madrid - como en el resto de España - los niños podrán seguir siendo vacunados frente al neumococo pero a cargo de sus padres. Mira por donde, quizá sea ésta una manera de unificar los calendarios vacunales de toda España: sacando vacunas del mismo. Ni qué decir que en Madrid se darán las desigualdades que ya se padecen en el resto de comunidades: aquellos padres que puedan pagar la vacuna lo harán. Y aquellos padres - cada vez más, dada la crisis actual - que no puedan pagarla no la comprarán, dejando a sus hijos desprotegidos frente a esta bacteria.
Malos timpos para la salud pública en general, qué duda cabe. Pero si hay un avance irrenunciable en cuanto a actividad preventiva se refiere es precisamente la vacunación sistemática. Con ellas se ha logrado reducir la morbimortalidad de numerosas enfermedades aunténticas "asesinas de niños". Si se han de hacer recortes en el mundo sanitario, por favor, un ruego: que no afecten al calendario vacunal.
Por cierto, el autor de esta entrada no tiene ningún conflicto de intereses con ninguno de los laboratorios fabricantes de vacunas conjugadas. Sus únicos emolumentos (cada vez menores) los recibe como pediatra de atención primaria en un centro público de salud.
Tenias que haber terminado con un "y a mucha honra".
ResponderEliminarGran post; totalmente de acuerdo.
Un gusto leer a pediatras que aún no se han pasado "al lado oscuro" y tal.
Un saludo.
MUY ACORDE TU PUBLICACIÓN, YA VARIAS ACCIONES HAN DEMOSTRADO ESTE ACCIONAR DE LOS DIRIGENTES. SALUDOS.
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