Hace justo un año publicamos un par de entradas en el blog en los que ya adelantábamos lo que ha ido ocurriendo (tampoco tuvo mucho mérito conocer el devenir de lo que ahora tenemos): "Lecturas recomendables en sanidad en tiempo de crisis económica" y "Sanidad, estado de bienestar y crisis: el difícil equilibirio entre la realidad y el deseo".
No es que haya servido de mucho, pues en algunas entradas recientes hemos insistido en lo mismo: "El hombre anumérico y otros libros de autoayuda: preparándose para la que se avecina" y "Sanidad, procrastinación y resiliencia".
Pero no por ello debemos dejar de aconsejar buenas lecturas. La de hoy está firmada por Jordi Valera, gerente del Hospital Santa Cruz i Sant Pau de Barcelona, y se acaba de publicar en Medicina Clínica. Aunque conviene revisar el texto completo, resumimos sus 7 líneas de trabajo desde la perspectiva del ámbito hospitalario para ahorrar en sanidad con criterio clínico y sin menoscabo de la calidad asistencia, ideas que apuntan en la dirección del lema porteriano "better health per dollar spent":
1.- Reducir la demanda inapropiada
2.- Reducir las estancias inadecuadas y mejorar la gestión de camas
3.- Reducir las actuaciones desproporcionadas
4.- Mejorar el tratamiento clínico de los pacientes geriátricos frágiles hospitalizados
5.- Actualizar protocolos para mejorar resultados y costes
6.- Reducir pruebas diagnósticas inútiles o redundantes
7.- Reducir visitar sucesivas innecesarias.
En resumen, para conseguir ahorrar con criterio clínico hay 2 elementos imprescindibles: 1) la implicación de los propios pacientes en sus planes terapéuticos y 2) el liderazgo de los profesionales en el desarrollo de los modelos organizativos. Ojo al dato: LIDERAZGO..., porque si no habrá que ponerse así de reflexivos como los personajes de Forges que encabezan nuestra entrada de hoy.
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