sábado, 16 de febrero de 2013

Cine y Pediatría (162). “Persépolis”, crecer y vivir como mujer en un régimen absolutista


Persépolis es el título de una novela gráfica en blanco y negro escrita e ilustrada en forma autobiográfica por la iraní Marjane Satrapi y que se publicó en cuatro volúmenes publicada originalmente en Francia por la editorial independiente L'Association. Es la historia de cómo ella creció en un régimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando a abandonar su país. Además de buenas críticas, tanto en publicaciones especializadas en cómic como en prensa generalista y un considerable éxito de ventas para una obra de sus características, Persépolis ha cosechado una buena lista de premios. 

Una obra gráfica que nos muestra unos dibujos y un grafismo que recuerda a los dibujos infantiles y aumenta la sensación de estar observando el mundo precisamente a través de los ojos de una niña. El primer volumen del cómic empieza a partir del año 1979, cuando Marjane tiene diez años y, desde su perspectiva de niña, es testigo de un cambio social y político que pone fin a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán y da paso a una república islámica. Además de diferenciarse de los demás niños por haber sido educada al estilo occidental dentro de una familia de clase alta y por unos padres de ideología progresista y partidarios del islamismo moderado (y que se opone activamente al gobierno del Sha), Marji también tiene una considerable inquietud intelectual para una niña de su edad y notable imaginación que la lleva a mantener conversaciones con Dios (al que encuentra un curioso parecido con Karl Marx) o soñar con llegar a ser algún día la última profeta que siga los pasos de Jesús y Mahoma. En este contexto de su infancia, Marji se esfuerza por componer con la intención de comprender el mundo que la rodea. Al tiempo que va creciendo, Marjane se da cuenta de que el nuevo régimen islámico por el que lucharon sus padres ha caído en manos de los integristas y que no trae consigo nada bueno. En el segundo volumen ocupa el periodo de 1980 a 1984 y tiene como trasfondo la guerra entre Irán e Irak y el inicio de su adolescencia, con su afición a grupos musicales prohibidos (desde el punk a Abba, pasando por Iron Maiden o Michael Jackson) por y su afinidad por meterse en problemas debido a su carácter rebelde frente al régimen islámico. El tercer volumen se centra en las múltiples penurias y peripecias vitales que vivirá en Austria entre 1984 y 1989, donde es enviada a vivir por sus padres para protegerla. El cuarto volumen es su regreso a Irán, una época en que realiza sus estudios de bellas artes y en la que tiene que volver a acostumbrarse nuevo a las condiciones de vida bajo el régimen chiita de los ayatolá (lo que implica ponerse el velo y sentirse sometida a un sociedad tiránica). 

De este sorprendente cómic, surgió una sorprendente película en 2007: Persépolis, coescrita y codirigía entre la propia Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud. La animación es fiel al cómic y está realizada enteramente en blanco y negro, y que cuenta en la versión francesa con las voces de Catherine Deneuve (admiradora confesa del trabajo de Satrapi) y su hija Chiara Mastroianni, en los papeles de la madre de Satrapi y de la propia protagonista respectivamente. 

La película es fiel al cómic y divide la obra en cuatro partes y cuatro edades de Marji: Teherán 1978 (Marji tiene 9 años), Teherán 1982 (13 años), Viena 1986 (17 años) y Teherán 1992 (23 años). Infancia, adolescencia y juventud de una mujer en una sociedad islámica tomada por el absolutismo. Especialmente sensible y emocionante es la primera parte, la que nos habla de su infancia: “En esa época llevaba una vida tranquila y sin problemas, una vida de niña. Adoraba las patatas con kétchup, Bruce Lee era mi héroe preferido, llevaba unas Adidas y me obsesionaban dos cosas: depilarme algún día las piernas y convertirme en la última profeta de la galaxia”. Y en la que Marji nos declara sus 5 “mandamientos”: “Yo, Marjane, futura profeta, he decidido: Primero, todo el mundo debe comportarse bien. Segundo, todo el mundo debe cumplir su palabra. Tercero, todo el mundo debe hacer el bien. Cuarto, los pobres deben comer un pollo asado todos los días. Cinco, ninguna anciana sufrirá más”. Fantásticas reflexiones en la mente de una niña, reflexiones que nunca vería cumplidas. 

La revolución iraní (también Revolución Islámica o Revolución de 1979 fue el proceso de movilizaciones que desembocó en el derrocamiento del Sah Mohammad Reza Pahlevi y la consiguiente instauración de la República islámica actualmente vigente en Irán. Y, en ese contexto se mueve Marji y Persépolis, en un contexto que nos recuerda esta niña-mujer llamada Marji y que nos dice verdades tales como que "teníamos tantas ansias de libertad que olvidamos que no éramos libres" y “la libertad siempre tiene un precio”.

La película consiguió finalmente el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes 2007, en los Premios César de 2008 ganó los premios al Mejor Primer Film y Mejor Adaptación y en Estados Unidos fue nominada en los Oscars de 2008 al premio a la Mejor Película de Animación (que finalmente ganaría Ratatouile de Brad Bird, 2007).
Un cómic y una película que nos acerca a la realidad de otras mujeres, de otras infancias. Una película de afiliación francesa, pero con sabor iraní y que se suma al extraordinario legado del cine de Irán en relación con la infancia (tanto, que me atrevería a decir, que es el cine en donde los niños tienen una mayor representatividad, tal como vimos en Cine y Pediatría 10, 11 y 12). Una película sobre la dignidad de un pueblo y de las mujeres de ese pueblo.

Terminamos con los consejos que a Marji le da su abuela: "En tu vida conocerás muchos tontos. Si te hacen daño, recuerda que es la estupidez la que los empuja. Eso te evitará corresponder a su maldad. Porque no hay nada peor que la amargura y la venganza. Se siempre digna e íntegra contigo misma".

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