En la actualidad se considera que los tratamientos odontológicos durante el embarazo no incrementan el riesgo para que el hijo presente malformaciones y otros defectos congénitos. Dicho de otra forma, el riesgo que tiene cada pareja (estimado entre un 3 y un 6%), es el mismo antes y
después del tratamiento odontológico.
Sin embargo, en algunos casos, si no se tratan ciertos problemas dentales, éstos pueden suponer riesgo para el buen desarrollo del embarazo.
Los puntos a tener en cuenta a la hora de atender las necesidades odontológicas de una embarazada, vienen expuestos con claridad en el Propositus adjunto, pero se resumen en algunos puntos de interés:
- Momento del embarazo en el que se puede realizar el tratamiento.
- Posición de la embarazada para la exploración y la realización del tratamiento.
- Exploración radiológica.
- Amalgamas.
- Tratamientos farmacológicos.
Y el decálogo de consideraciones para el paciente adjunto no tiene desperdicio.
Toda esta información en el documento adjunto y en la web del ECEMC.
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