En el año 2004 fue elaborado por el Comité de Estándares y la Junta Directiva de la Sociedad Española de Neonatología (SEN) un primer documento sobre niveles asistenciales y recomendaciones de mínimos para la atención neonatal, a partir del cual se pudo definir el nivel asistencial de cada centro en nuestro país, así como los requerimientos técnico-sanitarios según niveles.
Acaba de publicarse en Anales de Pediatría una actualización, bajo el título de "Niveles asistenciales y recomendaciones de mínimos para la atención neonatal". Esta revisión pretende tener en cuenta los cambios experimentados en la asistencia neonatal en los últimos años y optimizar la localización de recursos.
Destacamos las recomendaciones:
1. La organización de los cuidados perinatales por niveles es recomendable para asegurar que siempre que sea posible cada recién nacido (RN) nazca y sea atendido en el lugar más apropiado a sus necesidades y así facilitar la consecución de los resultados más óptimos en la asistencia perinatal.
Debido a que los recién nacidos de muy bajo peso presentan una mayor mortalidad cuando nacen fuera de un hospital con unidad de nivel III, es exigible su nacimiento en unidades de estas características salvo que no sea posible por la situación clínica de la madre o motivos geográficos.
2. En función de sus prestaciones, las unidades que asisten al RN se clasifican en 3 grupos:
– Nivel I: unidad con personal y equipamiento para realizar reanimación neonatal, proporcionar cuidados a RN de 35-37 semanas de edad gestacional que se encuentren fisiológicamente estables y estabilizar a aquellos RN enfermos o menores de 35 semanas de edad gestacional hasta su traslado a una unidad que pueda proporcionar el nivel de cuidados apropiado.
– Nivel II: unidad con personal y equipamiento para proporcionar los cuidados necesarios a RN de 32 o más semanas de edad gestacional y con peso de 1.500 g o más, que presentan inmadurez fisiológica como episodios de apnea, incapacidad para mantener la temperatura corporal, incapacidad para la alimentación oral, puedan presentar problemas cuya resolución se estime rápida y no se prevea la necesidad de precisar de servicios subespecializados de forma urgente. Dentro de las unidades de nivel II, aquellas con un mayor volumen de RN (más de 1.500/año) en su área de referencia, tendrán la capacidad para proporcionar soporte respiratorio no invasivo así como ventilación mecánica invasiva de breve duración (nivel IIB).
– Nivel III: unidad con cuidados intensivos que dispone de personal y equipamiento para proporcionar soporte vital continuo y cuidados adecuados a RN de riesgo extremo. Esto incluye recién nacidos con peso < 1.500 g y edad gestacional < 32 semanas. Las unidades de nivel III pueden proporcionar ventilación asistida prolongada, disponen de acceso rápido a un amplio abanico de subespecialidades pediátricas así como estudios de imagen avanzados con valoración urgente, incluyendo TC, RM y ecocardiografía. Tienen acceso a servicios de oftalmología pediátrica con un programa organizado para la monitorización, el tratamiento y el seguimiento de la retinopatía de la prematuridad.
Dentro de las unidades de nivel III, aquéllas que se constituyen como centro de referencia regional/nacional (B y C), deben disponer de cirugía para tratar complicaciones quirúrgicas agudas de la prematuridad de forma inmediata, soporte respiratorio avanzado (ventilación de alta frecuencia y administración de óxido nítrico inhalado); las unidades de nivel IIIC dispondrán además de un espectro completo de cuidados médico quirúrgicos, incluyendo de forma particular cirugía cardiaca con circulación extracorpórea y disponibilidad de ECMO.
Las unidades de nivel IIIB/C deben dirigir los sistemas de transporte y proporcionar formación continuada dentro de su área de influencia.
3. Las características de cada nivel asistencial deben ser definidas de forma uniforme y clara y esto incluye requerimientos de equipamiento, instalaciones, personal, servicios de apoyo, formación y organización de servicios (incluyendo el transporte) necesarios para cubrir las prestaciones de cada nivel de cuidados.
4. Se debe obtener información sobre resultados que incluyan mortalidad, morbilidad, resultados a largo plazo, para proporcionar estándares específicos de cada nivel asistencial para aquellos pacientes que requieren diversos tipos de cuidados.
Alto y claro este documento de la SEN, nuevamente. Alto y claro para las administraciones y para los propios hospitales y pediatras: ni mucho ni poco. Se debe dar una adecuada cobertura de la atención neonatal en cada provincia de forma efectiva, segura y eficiente y durante los 365 días del año. Es por ello, que no puede haber un déficit de unidades de nivel III, pero tampoco un exceso de unidades de nivel III. Y, en este sentido, la concentración de recursos con un buen sistema de transporte neonatal asegura lo mejores estándares de calidad como se recomiendan en el punto 4.
2 comentarios:
La verdad es que el sistema necesita de más controles para que la distribución de los recursos sea efectiva. Me encanta el blog. Un abrazo.
Buen post, gracias por explicarlo tan claramente.
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