UNICEF trabaja en más de 190 países y territorios a través de diferentes programas y Comités Nacionales. La base sobre la que guía su trabajo es la Convención sobre los Derechos del Niño y su labor está centrada en cinco esferas prioritarias de trabajo: supervivencia y desarrollo infantil, educación e igualdad de género, la infancia y el VIH/SIDA, protección infantil y promoción de políticas y alianzas.
La manera de llevar a cabo este trabajo es a través de una combinación de programas de cooperación con los gobiernos nacionales y una planificación en función de los resultados conseguidos. Con este propósito realiza una labor de recopilación y análisis de datos sobre la situación de los niños, las niñas y las mujeres, además de mantener y actualizar bases mundiales de datos.
En el contexto del 36º Congreso Argentino de Pediatría (CONARPE 2013), la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) presenta, en colaboración con UNICEF, el boletín de “Salud materno-infanto-juvenil en cifras 2013”, un documento que la SAP publica desde 1991 en todo el país y de acceso libre en la web. Un documento que, en 25 tablas y 24 gráficos, nos presenta múltiples datos y estadísticas sobre la salud materno-infanto-juvenil, de enorme interés para todas las jurisdicciones de Argentina, así como para todas las filiales de la SAP.
Con 41 millones de habitantes, la tasa de natalidad de Argentina es de un 18,5% (mínima en Buenos Aires -14,8%- y máxima en Santa Cruz -25%-), lo que implica 760.000 nacimientos al año. Según consta en el documento, y firmado por el Dr. Gustavo Cardigni, presidente de la SAP, las defunciones neonatales por causas reducibles superan el 60% en Argentina (con un 7,2% de recién nacidos de menos de 2500 gramos) y la mortalidad materna también cobra muchas vidas (con la particularidad de que hasta un 16% de las madres son menores de 20 años), siendo un reflejo de lo que ocurre en América Latina. El riesgo de fallecer por dar a luz en algún país de la región es 25 veces mayor que en Europa occidental. La mayoría de las muertes ocurridas en el embarazo o en el parto responden a causas evitables, que en los países desarrollados son prevenidas con intervenciones oportunas y efectivas. Gran parte de las acciones para prevenir estas defunciones se relacionan con un adecuado programa de educación para la salud, mayor accesibilidad a los servicios sanitarios, mejoramiento de las condiciones socio ambientales y una atención de calidad que priorice la seguridad del paciente.
Es así que Argentina está realizando un gran esfuerzo a través de la iniciativa Maternidad segura y centrada en la familia. Y desde el año 1980 se observa un descenso mantenido de la tasa de mortalidad infantil (11,7 por mil recién nacidos vivos en 2011), pero, aunque se ha reducido sustancialmente la brecha entre las distintas provincias, aún se aprecian diferencias marcadas (8,8 en Buenos Aires frente a 21,2 en Formosa, por ejemplo). Las principales causas de muerte en niños menores de un año son las afecciones del periodo neonatal, principalmente aquellas relacionadas con prematuridad y problemas del crecimiento intrauterino.
Un documento de la SAP que demuestra una realidad, primer paso para mejorar, tal como consta en el lema de esta sociedad pediátrica: “Por un niño sano en un mundo mejor”. Un análisis riguroso y actualizado de la salud materno-infanto-juvenil que es deseable que todos los países pudieran presentar en sus congresos científicos.
Las sociedades científicas y los congresos pediátricos tienen como objetivo final mejorar la información, formación y actualización de los pediatras, para que esto sea una realidad en Argentina… y en cualquier país del mundo.
Porque mejorar la salud materno-infanto-juvenil es misión de los pediatras y una obligación de toda la sociedad. Y la sociedad se debe implicar: un buen ejemplo es el mensaje positivo que muestra la imagen de este post, y que encontramos en el panel de salidas del aeropuerto de Ezeiza.
1 comentario:
Muy buena iniciativa
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