En la mayoría de los lugares del planeta Tierra el embarazo no es una elección, sino una obligación. Cada día nacen en el mundo más de 350.000 niños al día. No es difícil imaginar que la gran mayoría de nacimientos ocurren en países del Tercer y del Segundo Mundo. Y estos embarazos y partos no ocurren con las condiciones sanitarias y sociales que conocemos en los países desarrollados del Primer Mundo.
Porque el embarazo como "leitmotiv" en el cine ha oscilado entre el tono de tragedia y el tono de comedia. Pero también hay película que tratan el tema del embarazo y el parto no para entretener, sino para concienciar. Destacamos cuatro películas en este aspecto, las cuatro con carácter de película documental:
1) Una película que nos acerca al problema del embarazo en el mundo: la estadounidense No llores mujer (Christy Turlington, 2010);
2) Una película que nos acerca al problema del parto en el mundo: la colombiana Nacer-Diario de maternidad (Jorge Caballero, 2012);
3) Una película que nos acerca al problema del parto respetado, principalmente en el primer mundo: la española Néixer (Ana Victoria Pérez, 2012);
4) Una película que nos acerca al problema de la maternidad como reto, como experiencia transformadora de la mujer y de la familia: la francesa Un feliz acontecimiento (Rémi Bezançon, 2011).
De ello hablamos en el artículo "Embarazo y parto en el cine (I): emociones y reflexiones" que acaba de publicar Revista de Pediatría de Atención Primaria.
Ahora bien, si el embarazo ha sido un tema de interés en el séptimo arte, este interés es mayor cuando el embarazo acontece en adolescentes. Y en el artículo "Embarazo y parto en el cine (II): historias de embarazos en adolescentes" os invitamos a vivir las emociones y reflexiones de la maternidad y el embarazo en 16 adolescentes, historias entre el cine y la realidad.
Porque el embarazo, el parto y la maternidad en adolescentes suele implicar un riesgo en su trayectoria vital, un serio y prevalente problema médico-social. Por todo ello y por más, el embarazo de la adolescente se convierte en una consulta “sagrada” y que debemos conocer: es decir, una consulta que merece una comunicación amable, cálida, digna, empática, respetuosa y serena con el paciente, y que conlleva un estilo de práctica que hace fluidas las relaciones médico-paciente presentes y futuras.
Porque en las consultas “sagradas” alrededor de los adolescentes que se enfrentan a un embarazo, también creemos que es útil prescribir películas, al menos para los propios profesionales. Nos sirve para entender mejor la complejidad de este momento en esta, ya de por sí, compleja etapa de la vida. Y nos atrevemos a aconsejar nuestro “top five” de películas (por orden cronológico):
- Un sabor a miel (Tony Richardson, 1961)- Palíndromos (Todd Solondz, 2004)
- Juno (Jason Retiman, 2007)
- Precious (Lee Daniels, 2009)
- Blog (Elena Trapé, 2010).
Lo dicho: no todos los embarazos, partos y maternidades son de "cine". Y cuando este atañe a adolescentes os animamos a "prescribir películas". Ya lo hemos hecho en el I Congreso Nacer en el Agua (Benalmádena, abril 2013) y en la XIII Jornadas sobre Mujer, Biología y Salud (Alicante, noviembre 2013). Y ahora lo compartimos en el blog...
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