En toda intervención sanitaria (diagnóstica, terapéutica o preventiva) es preciso tener en mente el balance beneficios-perjuicios-costes. Hoy, este Propositus del ECEMC, va dirigido al abordaje general de las infecciones más comunes durante el embarazo, y sus consecuencias cuando no se realiza en forma adecuada, ya que esto puede derivar en los siguientes resultados en el binomio madre-hijo:
- Que la mujer no sea tratada, con las consiguientes molestias o riesgo para su salud y la del embrión y/o feto.
- Que el tratamiento sea ineficaz. Por tanto, no se controla la infección, lo que puede dar lugar a resultados adversos tanto maternos como embrio/fetales.
- Que el embrión/feto sea expuesto a un producto innecesario o inadecuado. Además lo será a dosis
enormes para él, sin que sea posible asegurar al 100% que no haya podido afectar a diferentes procesos del desarrollo, cuya alteración puede manifestarse incluso a lo largo de la vida postnatal.
Así, entre las infecciones más comunes para las que se deben realizar pruebas diagnósticas, podemos citar: infecciones vulvovaginales, infecciones del tracto urinario y otras.
Sin embargo, existen otros agentes infecciosos para los que no se deben hacer pruebas diagnósticas en ausencia de sintomatología, con la infección por citomegalovirus como prototipo.
Más información en el archivo adjunto o bien en el enlace directo desde el ECEMC.
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