A veces uno tiene la impresión de que los niños, sanitariamente hablando, importan poco o nada en este país. Asistimos hace meses al desabastecimiento de cefadroxilo, a la desaparición misteriosa de la vacuna de la varicela, a la restricción para uso hospitalario de la próxima vacuna contra la meningitis producida por el meningococ B...
Los niños son poco rentables en general. Tienen la mala costumbre de estar sanos la mayor parte del tiempo. Y los fármacos que consumen, además de pocos, suelen ser baratos. Por ello no son "negocio" para nadie. Los laboratorios piensan que de ellos se puede prescindir y las administraciones sanitarias restringen o suprimen el acceso a determinadas vacunas.
Y todo esto, ¿a qué viene? Pues viene a cuento de que desde principios de este mes estamos asistiendo a un desabastecimiento del antibiótico cefixima por parte de su fabricante. Restricción que parece puede durar meses.
La cefixima es un antibiótico poco prescrito en pediatría salvo para una indicación importante, fundamental: el tratamiento empírico de las infecciones del tracto urinario en niños, especialmente cuando cursan con fiebre. No lo digo yo, lo dice la Guía de Práctica Clínica sobre Infección del Tracto Urinario en Población Pediátrica del Programa de Guías de Práctica Clínica en el Sistema Nacional de Salud.
Son pocos niños, por supuesto. Por ello no son negocio. Por ello es bastante probable - ojalá no - que la cefixima deje de ser comercializada si en unos meses los pediatras nos hemos "olvidado" del asunto.
No lo vamos a hacer. El Comité de Medicamentos de la AEP se ha pronunciado a este respecto con su documento titulado "Desabastecimiento temporal de cefixima en solución oral: alternativas para el tratamiento de la pielonefritis y cistitis en niños". En él se explica el problema, las posibles alternativas terapéuticas hasta que el problema de la cefixima se solucione (o no). El documento completo lo tenéis también al pie de esta entrada aunque no me resisto a pegaros aquí sus párrafos finales:
"Hace solo unos meses, hemos vivido un cese en la comercialización de cefadroxilo, fármaco de elección para el tratamiento de infecciones estafilocócicas de la comunidad, que ha obligado a desviar la prescripción hacia cloxacilina, cefuroxima axetilo o incluso amoxicilina-clavulánico, peor tolerados por los niños y con importante repercusión sin duda en el ecosistema bacteriano y en el florecimiento de resistencias. La solución que se ha propuesto, pedirlo como medicamento extranjero, desanima a la mayoría de los pediatras que, con la presión asistencial en su atención diaria y el engorro para las familias, optan por recetar los que hay disponibles en las oficinas de farmacia.
De nuevo estamos inmersos en otra situación similar, esta vez con mucha mayor trascendencia, ya que el desabastecimiento de cefixima en solución para los niños tendrá repercusiones severas en caso de pielonefritis sin tratamiento empírico adecuado, y desde luego, un mayor impacto en el ecosistema y las resistencias bacterianas.
La disminución en el uso de cefadroxilo o cefixima facilita que las empresas farmacéuticas dejen de fabricar las formulaciones pediátricas porque no son rentables. La presentación de adultos en caso de cefixima (cápsulas) compite con otras alternativas adecuadas y, de hecho, nunca ha sido una primera elección de tratamiento en la pielonefritis, como sí lo es en pediatría.
La situación es más que preocupante y no parece que exista una sensibilidad especial en el campo de la infecciones en los niños. Por ello desde este Comité apelamos a las instituciones competentes a desarrollar actuaciones encaminadas a paliar esta situación".
Buenas,
ResponderEliminarEl tema del desabastecimiento de medicamentos no solo no es un coto privado pediátrico, sino que es en pediatría donde menos se suele ver. En adultos es algo frecuente, incluso con medicamentos de importancia vital -y, en ocasiones sin sustitutos terapéuticos adecuados-, como pueden ser hormonas tiroideas o medicamentos contra el cáncer. La responsabilidad de esto es multifactorial, pero principalmente podríamos señalar al entramado de incentivos para la distribución sin obligación de garantizar la cobertura de una demanda poblacional determinada. Aquí lo explicamos un poco: http://medicocritico.blogspot.com.es/2011/11/desabastecimiento-de-medicamentos-un.html
Por otro lado, no me parece adecuada la mezcla con el tema vacunal. Lo de la varicela ha sido un sindiós en lo relativo a la toma de decisiones sin comunicación, consenso ni explicaciones, pero cuando se han dado no distan mucho de las dudas sobre la vacunación a ese respecto que planteó hace dos días el documento del E-CDC al respecto (documento que sirve de tirón de orejas tanto para los Gobiernos como para las Sociedades Científicas que meten las dudas debajo de la alfombra). Sobre la vacuna del meningo B, la verdad es que sigo sin salir de mi asombro ante la firmeza de los posicionamientos de AEP, AEV y SEMPSPH, a la vista de los datos que tenemos... o mejor dicho, que NO tenemos http://medicocritico.blogspot.com.es/2013/12/la-vacuna-contra-el-meningococo-b-y-las.html
Son malos tiempos -para la lírica-, pero no lo circunscribiría al ámbito pediátrico-infeccioso... de hecho probablemente éste sea de los menores problemas de salud que los niños vayan a tener que enfrentar, dado que no sería de extrañar que los brotes infecciosos vinieran por otros lares más asociados a pobreza incluso con enfermedades cubiertas por un calendario que sigue sin llegar a toda la población.
Un saludo!!
Javi