Hoy queremos compartir las reflexiones de un reciente artículo en Dendra Médica, Revista de Humanidades, bajo el título de "Los nuevos rostros de la esclavitud".
Porque la libertad es una de las mayores aspiraciones del ser humano, especialmente en nuestro mundo global, pero cerca de 30 millones de personas viven sometidas a sus amos, desarrollan trabajos forzados o son explotados sexualmente. Y muchos millones más viven bajo el umbral de la pobreza, en condiciones de precariedad que a veces les convierte en el eslabón más débil del tráfico de órganos.
Los países con mayor porcentaje de esclavos son Mauritania (el 4% de sus 3,8 millones de habitantes), Haití, Pakistán, India y Nepal. El 70% de la población esclava se concentra en 10 países: India, China, Pakistán, Nigeria, Etiopía, Tailandia, Congo, Birmania y Bangladesh.
Los más débiles de los débiles, sometidos a toda clase de vejaciones y abusos en los países menos desarrollados.
En todo el mundo son cerca de 122 millones los niños de entre los 5 y 14 años de edad que se ocupan de cultivar la tierra, limpiar las casas o cuidar granjas, en jornadas interminables y sin remuneración alguna. Y lo peor es que, al menos la mitad, desarrollan trabajos peligrosos. Los sectores donde se les emplea normalmente son la agricultura, lo que les pone en contacto con pesticidas, sin protección y cuando son por su debilidad física especialmente vulnerables, el servicio doméstico y la prostitución.
El ejemplo de India es paradigmático. Los esfuerzos de las autoridades indias por acabar con esta lacra se concretaron en una ley, aprobada en 2006, que prohíbe el trabajo de los menores de 14 años, pero su aplicación dista de ser un éxito. Entre otras razones porque, en un país con cerca de 350 millones de personas bajo el umbral de la pobreza, son las propias familias las que esclavizan a sus hijos, o venden a sus hijas al mejor postor, aún a sabiendas de que terminará sus días en un sórdido prostíbulo
Porque el mundo es maravilloso para los mil millones de personas que gozamos del privilegio de ser ciudadanos del mundo desarrollado. Pero en nuestra conciencia pesa la certeza de que a nuestro lado, muchos de nuestros semejantes viven en el infierno.
Porque cualquier forma de esclavitud debe ser fuertemente denunciada y combatida. Pero en el caso de la esclavitud infantil con mayor fuerza.
Se considera el 16 de abril como el Día contra la esclavitud infantil, pero es sólo la anécdota, porque ese día debe ser cada día y en todos los países.
El trabajo infantil es una lacra que tenemos que erradicar. Millones de niños de todo el mundo realizan labores de trabajo que les privan de una educación adecuada, la salud, el ocio y las libertades fundamentales. De estos niños sometidos al trabajo infantil, más de la mitad están expuestos a las peores formas de trabajo infantil, como el trabajo en entornos peligrosos, la esclavitud infantil u otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas como el tráfico de drogas y la prostitución, así como la participación en conflictos armados.
Este vídeo es un ejemplo más de denuncia a esta situación. Estos son algunos de los nuevos rostros de la esclavitud.
Este vídeo es un ejemplo más de denuncia a esta situación. Estos son algunos de los nuevos rostros de la esclavitud.
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