La gastroenteritis aguda es uno de los motivos de consulta más frecuentes en pediatría de atención primaria. Un servidor lleva en esto de la pediatría ya 27 años y, lógicamente, he visto como su tratamiento ha sufrido modificaciones. En los últimos años han surgido nuevos tratamientos de lo más variado. Ahí tenemos el racecadotrilo, diversos tipos de probióticos...
Recuerdo, cuando yo era residente, que era práctica común retirar la lactosa de forma estricta de la dieta. Las leches sin lactosa estaban a la orden del día. Otras prácticas eran diluir la leche de fórmula "normal" (es decir, con lactosa) para, de este modo, reducir la cantidad de lactosa durante el episodio diarreico. Desde entonces las costumbres ahn cambiado mucho, siendo la conducta más difundida en la actualidad no retirar la lactosa aunque en este tema - como en tantos otros... - la heterogeneidad clínica interprofesionales es enorme.
Por eso resulta de interés la lectura atenta de un artículo valorado críticamente (AVC) publicado recientemente en la revista "Evidencias en Pediatría". Se trata de la valoración crítica de una de esas revisiones sistemáticas de la Colaboración Cochrane que resultan particularmente útiles al abordar cuestiones prácticas con las que los pediatras hemos de lidiar a diario.
¿Sirve de algo retirar la lactosa de la dieta en un niño sano con gastroenteritis? Leyendo el AVC sus autores constataron que "se observó una disminución de la duración de la diarrea de unas 18 horas (-17,77; IC 95% -10,21 a -25,32) en niños con dieta exenta de lactosa, así como un menor riesgo de fracaso del tratamiento (RR 0,52; IC 95% 0,39 a 0,68). No hubo diferencias en la necesidad de ingreso hospitalario, en los días de hospitalización ni en los cambios de peso, aunque los datos no se aportan de modo uniforme en todos los estudios."
Nos encontramos, por lo tanto, con la controversia entre significación estadística versus importancia clínica. Los autores del AVC concluyen, con sensatez, que "el escaso impacto clínico y el bajo grado de evidencia de los resultados aportados por la revisión aconsejan mantener las recomendaciones actuales de no restringir el consumo de lactosa de manera sistemática en lactantes con GEA".Un acortamiento de la duaración de la diarrea, en promedio, inferior a un día no parece motivo suficiente para retirar a todos los niños la lactosa, más aún cuando no existen otros beneficios asociados en forma de disminución del número de hospitalizaciones o acortamiento de las mismas.
En la inmensa mayoría de las ocasiones, la gastroenteritis aguda en niños, en nuestro medio, es un proceso autolimitado que solo requiere rehidratación oral y esperar que el cuadro se resuelva siguiendo su curso natural. Quizá lo que debamos hacer los pediatras es "desmedicalizar" esta enfermedad - como tantas otras - para la que tantas "novedades terapéuticas", de necesidad cuestionable, han surgido en los últimos años.