Los recién nacidos tienen el derecho de ser debidamente identificados desde el nacimiento. Este derecho está recogido en el artículo 8 de la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas en 1989 y ratificad en España un año después. La identificación debe garantizar la posibilidad de confirmar la relación de cada recién nacido con su madre biológica durante su estancia en el centro sanitario en que se produzca el nacimiento y la custodia hacer referencia al empleo por parte del hospital de sistemas y protocolos que aseguren el mantenimiento del binomio madre-hijo.
Los objetivos de los procedimientos para la adecuada identificación y custodia de los recién nacidos son, según recogen los protocolos de la Asociación Española de Pediatría: evitar intercambios de recién nacidos en la Sala de Partos, evitar intercambios de recién nacidos en los nidos o en las salas de hospitalización de Obstetricia, permitir la verificación de forma rápida de la identidad del recién nacido en caso de duda, permitir la comprobación del recién nacido y de su madre en el momento del alta, evitar consecuencias de tipo legal al personal sanitario ante posibles intercambios de recién nacidos.
Analizando las situaciones que han ocasionado cambios de recién nacidos, la gran mayoría ocurren en la sala de partos, especialmente en centros que tienen partos simultáneos y en los que el personal no ha llevado a cabo las medidas de precaución recomendadas. También se describen estos cambios en las salas de hospitalización de puérperas, coincidiendo con separación física transitoria de la madre y su hijo.
Este tema de los sistemas de identificación del recién nacido es un tema muy sensible al que algunos profesionales, como el Dr. Antonio Garrido-Lestache, han dedicado buena parte de su labor profesional. Y como él señala en su web, “un niño debidamente identificado es un niño a salvo de muchos peligros”. Lo cierto es que los sistemas de identificación del recién nacido utilizados en España hacen prácticamente imposible que se produzcan errores y garantizan totalmente que cada bebé abandona el hospital acompañado de su madre biológica. Pero nada es imposible y si ocurre, y se identifica el hecho al cabo de varios años, las consecuencias son muchas e impredecibles.
Sobre este hecho del intercambio no intencionado de dos hijos en Maternidad, el cine no ha sido ajeno. Y tenemos recientes ejemplos, ya comentados en Cine y Pediatría:
- La película japonesa De tal padre, tal hijo (Hirokazu Kore-eda, 2013), que debate sobre el problema que supone el intercambio de hijos y el dilema sobre cuál es la verdadera paternidad, esa perfecta combinación de genética y de educación con tiempo de calidad. Y que nos hace una pregunta clara: ¿Quién es nuestro verdadero hijo… “nature or nurture?
- La película francesa El hijo del otro (Lorraine Levy, 2012), la historia de dos adolescente, Joseph, criado como judío cuando su origen es palestino, y de Yacine, criado como palestino cuando su origen es judío. Una historia de superación que solo será posible a través de la comprensión, la amistad y la reconciliación en una atmósfera dominada (históricamente) por el miedo y el odio, cuando las barreras religiosas y civiles pueden suponer un impedimento en el reencuentro. Cine positivo e imprescindible con un mensaje claro: atender las diferencias del otro y hacerlo con respeto. aceptar las diferencias y encontrar, más allá de prejuicios culturales o religiosos, puntos en común en tanto seres humanos.
Pero hay muchos otros ejemplos, al ser un tema especialmente sensible para las teleseries. Y este sentido destacamos dos películas y una serie, todas estadounidenses, y todas con el mismo título: Switched at Birth (Cambiadas al nacer en español).
- Switched at Birth (Waris Hussein, 1991), película de casi tres horas de metraje basada en la historia real de Kimberly Mays y Arlena Twigg, dos niñas que fueron intercambiadas al nacer en el Hospital de Florida en el año 1978. Arlena fallece en la infancia de una cardiopatía congénita y poco después sus padres identifican que no era su hija, y buscan a su hija biológica. Ésta es Kimberly, quien ahora vive con su padre, viudo al fallecer su mujer de una enfermedad tumoral.
- Switched at Birth (Douglas Barr, 1999), donde dos bebés nacen al mismo tiempo en un hospital y, debido a que la enfermera intercambia las etiquetas, son entregados a la madre equivocada. Al cabo de unos años las madres se dan cuenta del cambio, cuando una de ellas le hace una prueba de ADN a su hijo.
- Switched at Birth, serie de televisión estadounidense que se estrenó en el año 2011, y que nos cuenta las visicitudes de dos adolescentes que fueron cambiadas al nacer y se han criado en ambientes muy diferentes: Bay Kennish vive en uno de los barrios ricos de Kansas y Daphne Vázquez, sorda como consecuencia de una meningitis a los tres años, vive en un barrio obrero de Misuri.
Ejemplos para el cine, excepcionales pero no imposibles. Una señal de alerta para reconocer que el intercambio de hijos no solo es ficción, sino también puede ser realidad. Una realidad que debemos evitar, siguiendo los procedimientos para la adecuada identificación y custodia de los recién nacidos.
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