La atención del trabajo de parto en el agua como alternativa al parto tradicional es una práctica que se ha incrementado en muchos países. Se ha constatado que esta modalidad de parto es un método eficaz para disminuir el dolor y acortar el tiempo de dilatación. La American Academy of Pediatrics (AAP) y The American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) han publicado un informe clínico en el cual señalan los potenciales beneficios maternos durante la primera parte del parto pero ponen en entredicho la realización de esta técnica durante el expulsivo y el nacimiento del recién nacido. En este informe, la Sociedad Española de Neonatología (SEN) y la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO) analizan la evidencia científica disponible en la actualidad sobre la realización del parto bajo agua y el impacto que puede tener esta práctica en la madre y sobre todo en la salud del recién nacido.
Este texto es el resumen del actual artículo publicado en Anales de Pediatria y que se aconseja su lectura íntegra.
Exponemos las consideraciones finales, de interés para un debate científico, sensato, respetuoso y abierto:
- Con los datos actuales, se puede afirmar que en gestaciones no complicadas y a término, el desarrollo de la primera etapa del parto en el agua es una técnica que disminuye las necesidades de analgesia farmacológica y la duración del trabajo de parto, aunque no mejora los resultados perinatales. Sin embargo, la seguridad y la eficacia de la atención en el agua durante el expulsivo no está establecida, ni para las madres ni para los recién nacidos.
- El desarrollo de la segunda fase del parto con expulsivo bajo el agua solo ha demostrado un mayor grado de satisfacción materna sin otros beneficios para la madre o el recién nacido y se han publicado casos de complicaciones y evolución fatal en el recién nacido.
- Por todo ello, es necesario proporcionar una información objetiva, detallada y basada en datos concretos a las madres que desean un parto atendido en el agua, especificando la indicación, las posibles contraindicaciones, los beneficios y los riesgos, tanto para su salud como para la de su recién nacido.
- En el informe clínico de la AAP y la ACOG, se afirma que la práctica de atención en el agua durante la segunda etapa del parto, debe ser considerada un procedimiento experimental que solo debería ser llevada a cabo en el contexto de ensayos clínicos controlados y, por tanto, diseñados de forma apropiada.
- El respeto a la autonomía y la libertad de elección por parte de la madre tiene como límite la seguridad del recién nacido.
Un informe necesario de la SEN y SEGO, cuyo debate no se ha hecho esperar en publicaciones científicas y en redes sociales. En cualquier caso, era preciso un posicionamiento de las sociedades científicas.
3 comentarios:
Esperaba algo más de Pediatría Basada en Pruebas y del comunicado que lo único que hace es traducir un artículo de pediatrics que su vez emite una serie de juicios basados en "casos aislados",
Sinceramente, tanto de la SEN como de la SEGO, tampoco esperaba más pero de este blog y esta revista, al menos esperaba que hubiera hecho un análisis "basado en la evidencia" y la evidencia dice que no hay estudios serios, casos y controles o ensayos clínicos que desaconsejen el parto en el agua para el recién nacido.
En este sentido, próximamente, aportaremos nuestra casuística en un estudio observación al retrospectivo con más de 150 casos, sin ningún incidente.
Fernando, como puedes leer en el blog exponemos el documento sin lectura crítica y dejando abierto el debate. No realizamos un análisis crítico de ello, pues normalmente el foro es otro (Evidencias en Pediatría, por ejemplo) y puede ser un buen motivo de análisis posterior una vez conocida vuestra casuística.
El alivio del dolor se consigue con la ducha tambien, no solo con la inmersión. Las bañeras son un gasto innecesario cuando l@s usuari@s demandamos por ejemplo mas personal que atienda, algo que tambien influye en la satisfacción materna y no supone un riesgo para nadie.
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