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lunes, 31 de agosto de 2015

C&S y C&P: alianza por la humanización en Pediatría


Recientemente hablamos en el blog de la revista Crianza & Salud (C&S) de la Sociedad Colombiana de Pediatría, una revista de una gran calidad en la forma y en el fondo, una revista humanista para el bienestar de la familia y en donde se cuida más el alma que el cuerpo de la familia, los padres y sus hijos. 

Sobre Cine y Pediatría (C&P) hemos hablado reiteradamente en el blog, pues ya es una rama del mismo árbol. Y porque el subtítulo de los cuatro volúmenes de C&P publicados hasta la fecha llevan un subtítulo común (Cine y Pediatría, una oportunidad para la docencia y para la educación en nuestra práctica clínica) es por lo que hemos publicado un artículo en esta revista con el objetivo de ayudar en el arte y la ciencia de prescribir de películas para determinados temas de nuestra profesión como médicos y pediatras: 
- Ejemplo de película para prescribir en la Facultad de Medicina a nuestros jóvenes estudiantes. 
- Ejemplo de película para prescribir en la Residencia de Pediatría a nuestros residentes. 
- Ejemplo de película para prescribir en la Formación continuada a todos los sanitarios. 

Pero también ejemplo de películas para determinados temas en nuestra práctica clínica: en el tema del embarazo en adolescentes, en el cáncer infanto-juvenil, en enfermedades raras, en el síndrome de Asperger, en los malos tratos infantiles, y en otros muchos (como el síndrome de Down, el bullying, el trabajo infantil, la adopción, la educación, la enfermedad psiquiátrica infanto-juvenil, la parálisis cerebral infantil, la pederastia, etc.). 

Porque el cine es una herramienta docente, en la salud y en la enfermedad, de contrastada solvencia. Porque es posible mirar el cine con otros ojos y como dice el subtítulo de este proyecto de C&P es “una oportunidad para la docencia y para la educación en nuestra práctica clínica”. Y porque pensamos esto de forma conjunta desde C&P y desde C&S, lo que es una alianza tan positiva y honrosa, como necesaria.

 

sábado, 29 de agosto de 2015

Cine y Pediatría (294): “Lirios de agua” y las varias caras del amor adolescente


Lukas Moodysson nos presentó en 1988 a Agnes (Rebecka Liljeberg) y Elin (Alexandra Dahlström) en la película sueca Fucking Amal. Pawel Pawlikowski nos mostró en 2004 a Mona (Nathalie Press) y Tamsin (Emily Blunt) en la película británica Mi amor de verano. Abdallatif Kechiche nos conmocionó en 2013 con la relación entre Adéle (Adéle Exarchopoulos) y Emma (Léa Seydoux) en la película francesa La vida de Adéle. El punto común de las tres películas es mostrarnos la relación amorosa entre dos chicas adolescentes, y demostrarnos la pasión y el dolor, el corazón y el sentimiento a flor de piel, la razón y la confusión que conlleva una relación lésbica en esta complica etapa de la vida que marca la transición de la infancia al ser adulto. 

Pues algo parecido ocurre con la ópera prima de Céline Sciamma en el año 2007 y la relación entre Marie (Pauline Acquart) y Floriane (Adèle Haenel) en la película francesa Lirios de agua (título original Naissance des pieuvres y conocida internacionalmente como Water Lilies). En realidad esta película es algo más que un dúo, pues aunque la relación entre Marie y Floriane centra el argumento, también aparecen en escena dos personajes secundarios importantes: la amiga de Marie, Anne (Louise Blanchere) y un novio idílico de Anne, François (Warren Jacquin). Y con ello la película se convierte en un bello poema y alegato de las varias caras de la amistad y el amor adolescente en nuestros protagonistas, ese ocasional debate entre la común relación heterosexual, o el sentir la atracción hacia el mismo género o, incluso, una dudosa sensación de bisexualidad. 

La traducción correcta del título de la película en francés y en inglés es el de nenúfares, planta que también es conocida como lirios de agua. En el lenguaje de las flores, los lirios son un símbolo de amor. Así, por ejemplo, los lirios blancos expresan un te quiero y confío en ti, los lirios azules, un amor tierno y buenas noticias, los lirios amarillos dicen que amarte me hace feliz, los lirios malvas que tus ojos me enloquecen y los lirios rojos, amor ardiente. Realmente una bella simbología que nos llevaría a intentar explicar qué significan los lirios de agua, estos nenúfares como símbolo. Porque los antiguos egipcios veneraban los nenúfares del Nilo, planta que florece en el agua en la noche y se cierra por la mañana, lo que simboliza la separación de deidades y motivo asociado a sus creencias sobre la muerte y el más allá. De alguna forma el amor, el agua y cierto valor de trascendencia están presentes en esta película enigmática por obra y gracia de la dirección de sus actores principales. 

Y es que Céline Sciamma ya ha formado parte de Cine y Pediatría. Y lo hicimos cuando comentamos su segunda película, Tomboy (2011), un homenaje a las chicas tomboy, aquéllas que gustan vestirse como chicos y actuar como ellos, no como una forma de llamar la atención, sino fruto de un impulso natural. Y es que Céline Sciamma se ha convertido en la directora que no entiende de géneros, y cuyas obras arrastran la polémica (a favor y en contra), pues en sus tres películas en haber habla de la identidad sexual, de la importancia del género en la construcción de uno mismo, de los sentimientos de ambigüedad entre adolescentes y del trastorno que conlleva el hecho de sentirse diferente. Y todo comenzó con Lirios de agua… 

Marie es una quinceañera delgada, callada y tímida que pasa el verano de la mejor forma que puede junto a su mejor amiga Anne, casi su imagen especular (con sobrepeso, más habladora y extrovertida). Un día Marie asiste a la piscina de barrio en donde su amiga entrena en un equipo de natación sincronizada, y se queda fascinada por la capitana de otro equipo: ella es Floriane, popular y triunfadora entre los chicos. 
Y así transcurre un verano alrededor de esa piscina y en la privacidad de los casilleros de los vestuarios, con Marie intentando acercarse a Floriane y con Anne buscando a un chico dispuesto a darle su primer beso, el atractivo François. Entre Marie y Floriane comienzan una enigmática amistad y complicidad, que confundirá a ambas, pero especialmente a la primera. No muy diferente resultará la extraña relación entre Anne y Francois. 
La madurez confusa de Marie (llega a hacer reflexiones del tipo de “El techo probablemente es la última cosa que las personas ven, al menos el noventa por ciento de las personas que mueren”), el impetuoso carácter de Anne y la búsqueda de todo tipo de amor por Floriane son presentadas de una extraordinaria forma, con el sabor de esas películas en las que permanece el buen recuerdo y las imágenes de sus protagonistas (sobre todo la escogida belleza de los rostros de Marie y Floriane). 

El despertar emocional, sensual y sexual de tres amigas de 15 años alrededor del agua de una piscina, allí donde la escena final de la película nos muestra en imagen cenital a Marie y Anne flotando vestidas, como dos lirios en el agua, mientras Floriane se mueve absorta al ritmo de la música de la discoteca. Y nos queda como mensaje el que la amistad puede aliviar el dolor de las varias caras que puede llegar a tener el amor adolescente. Porque la amistad suele ser más fuerte que la pérdida de la inocencia.

 

viernes, 28 de agosto de 2015

La importancia del juego en la infancia


Hace un mes tuvimos la oportunidad de ir a un lugar donde nacen los sueños, llamado así por ser un lugar donde se construyen juguete. Porque Alicante es una provincia juguetera, especialmente la Hoya de Castalla, con dos municipios muy representativos: Onil e Ibi. 

En concreto, el pequeño pueblo de Onil (de 7.500 habitantes) se ha especializado en muñecas, de ahí que la famosa muñeca FAMOSA en realidad sea un acrónimo de Fabricas Agrupadas de Muñecas de Onil Sociedad Anónima. Y es en esta localidad donde se fabricó la primera muñeca en España y donde más muñecas se fabrican del país. Por ello aquí se encuentra el Museo de la Muñeca, con más de 1400 muñecas de distintas épocas, porque aquí nacieron Nancy, Mariquita Pérez, Paola Reina y tantas otras. Allí vivimos una jornada especial y el nacimiento de un proyecto conjunto, que podéis recordar en este enlace de la web de nuestro Servicio de Pediatría,

Y donde nacen los sueños, nace también la importancia del juego en la infancia, algo tan obvio que a veces se nos olvida y conviene recordar. Y por ello, y a propósito de la preparar la presentación anterior, me encontré con la figura de Francesco Tonucci, pensador, psicopedagogo y dibujante italiano, defensor acérrimo de la infancia y de la “Ciudad de los niños”. A él se le deben muchas citas sobre como científico, como didacta, como pedagogo.

Aprovecho aquellas frases de Tonucci recogidas en la web Rejuega y disfruta jugando para recopilar algunas de sus principales frases sobre el valor de jugar en nuestra niñez.

1. Jugar para un niño es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo, sólo o acompañado de amigos, sabiendo que donde no pueda llegar lo puede inventar. Así define el juego, el juego libre que es la verdadera necesidad del niño.
2. Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando en la primera etapa de vida (de 0 a 6 años). De aquí la importancia del juego en estas edades y el permitirles explorar en libertad.
3. Mientras el adulto juega para divertirse el niño juega para jugar. Entender esta diferencia nos permitirá valorar mejor el jugar. No les hace falta jugar para divertirse a los niños como a nosotros, ellos juegan por jugar!
4. Del juego libre solo tenemos que saber lo que nuestros hijos sólo nos quieran contar. Y ya está. No hacen faltan más preguntas sino el saber que ha disfrutado y que nos cuenta aquello que nos quiere contar. Miremos entre líneas si queremos pero no busquemos más.
5. Tenemos que hacer que nuestros niños tengan algo que contar. Y esto solo se puede hacer si el niño tiene tiempo de jugar libremente. Este debería de ser el material a llevar al colegio al día siguiente para trabajar.
6. El verbo jugar sólo se puede conjugar con el verbo dejar. No con acompañar o cuidar.
7. El juego es placer y no soporta vigilancia y acompañamiento. La autonomía es un camino que se enseña poco a poco y debemos fomentarla para que su juego pueda comenzar a ser menos vigilado y acompañado y pase a ser un juego libre.
8. El juego de un niño no se puede evaluar, pero si se evaluara habría que darle un 15 sobre 10. Es su tarea por excelencia y se ha de aceptar tal cual es, así como se debe de aceptar al niño. Tanto por lo que haga como por cómo lo haga debe de recibir un alago y nunca una crítica a su juego.
9. No sabemos cuánto gana-aprende un niño jugando. Ni tampoco nos debería preocupar ya que simplemente de la experiencia del juego libre el niño adquiere conocimientos. Lo importante es fomentar una experimentación variada y rica.
10. Se deberían tener pocos juguetes pero buenos. 
11. Un juguete bueno es aquel que sin ser nada concreto puede ser todo. Facilitar juguetes a los niños que aporten variedad de juego tanto para jugar solos o con amigos, como para poder crear más de un juego con el mismo objeto: el barro, la pelota, piezas de construcción, las muñecas….
12. Jugar libremente significa salir de casa: jugar en la calle sin vigilancia del adulto, encontrarse con amigos, decidir un juego entre todos, dedicarle un tiempo libremente y vivirlo con ilusión o desilusión. Ambos sentimientos forman parte del juego.
13. Hoy la casa es una imitación de la ciudad, en ella están todas las comodidades pero está todo bajo vigilancia. Pero si la necesidad del niño es jugar libremente y compartir su tiempo con sus amigos, se entiende que un niño que no sale de casa no puede jugar.
14. Ofrecerle a los niños tiempo libre y la posibilidad de elegir los espacios donde jugar.
15. El juego necesita variedad de entornos para hacerlo más rico. Ir siempre al mismo parque (no adaptado para un juego libre de calidad), empobrece sus experiencias lúdicas.
16. Que los padres jueguen con los niños es perfecto si realmente los padres quieren jugar, sin fingir ni sentirse obligado. Pero tengamos presente que la verdadera necesidad del niño es jugar con otros niños libremente y tener la posibilidad de jugar con niños de diferentes edades.
17. Los padres pensamos que podemos pagar con juguetes nuestro sentimiento de culpabilidad por no poder dedicar más tiempo a nuestros hijos, pero lo único que conseguimos es hacer de nuestros hijos “propietarios de juguetes”, porque una vez pasada la excitación del momento del regalo y el rato de juego que no suele durar muchos días, el juguete pasa a formar parte de la colección de juguetes inmóviles en el cuarto de los niños.
18. Dejar jugar libremente y permitir que se encuentren con el riesgo en sus juegos (adecuado a sus edades), de esta manera conseguiremos una parte fundamental en la que se basa el juego que es la realización de un deseo.
19. Los niños necesitan disfrutar de sus ciudades porque de esta manera desfogan toda la energía acumulada que tengan de la escuela, la casa… Si les impedimos descargar esta energía en edades tempranas, evitaremos que exploten en la adolescencia.
20. Los juegos son seguros si lo utilizan para jugar libremente, es decir: si lo usan para lo que necesitan usar. Por ejemplo: unas tijeras de verdad, si las usan para cortar como las usamos nosotros, serán seguras!

Podremos estar más o menos de acuerdo, pero queda la reflexión y la importancia de un acto que, en un mundo tecnológico y tecnificado (también en la infancia), hace que cada vez sea más extraordinario en la infancia: jugar en la calle en libertad, como cuando muchos de los que leemos esto hacíamos en nuestra niñez.

El juego es esencial… y no hablamos de las videoconsolas (que se contabilizan hasta por generaciones), claro está. Porque el juego es considerado el principal medio de aprendizaje para los niños. Algunos lo consideran como el trabajo más serio durante la infancia, la manera más natural de experimentar y aprender, dado que favorece el desarrollo del niño en diferentes aspectos: socioemocional, psicomotriz y cognitivo.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Libro Medicina basada en la evidencia: su teoría y su práctica


Cuando iniciamos el camino de la revista Evidencias en Pediatría, hace ahora 10 años, teníamos claro algunas cosas (y hemos sido fieles a ellas): rigor científico, servicio a la comunidad pediátrica (con una política de acceso abierto y sin restricciones a contenidos, con licencia Creative Commons 3.0), ausencia de conflictos de intereses (revista sin publicidad) y multidimensionalidad en español (en pediatría de atención primaria y hospitalaria, con pediatras de España y Latinoamérica). 

Este camino nos ha llevado a conocer a personas de gran calado científico y humano de nuestro país y del otro lado del Atlántico. Entre ellos se encuentran dos amigos mexicanos, Carlos A. Cuello García y Giordano Pérez-Gaxiola, vinculados al Centro de Medicina Basada en la Evidencia del Instituto Tecnológico de Monterrey. Pues siempre es así, juntarte con personas que aportan trae como resultado buenas aportaciones. Y una de ellas acaba de aparecer: nos referimos al libro "Medicina basada en la evidencia. Fundamentos y su enseñanza en el contexto clínico”, cuyos autores son Carlos y Giordano, y donde algunos miembros del Grupo de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia de la AEP hemos podido colaborar con algún capítulo. 

Un libro de doscientas cincuenta páginas, distribuido en dos apartados y 14 capítulos para adentrarnos en este (ya nada nuevo) paradigma de “poner un poco más de ciencia al arte de la medicina”. Porque como se comentan en la presentación del libro, la investigación clínica y biomédica y la atención a la salud son dos entidades muchas veces consideradas distantes, como si fuera una situación utópica el tratar de aplicar el conocimiento generado en la investigación a la vida real con los pacientes. Un texto que presenta herramientas y consejos prácticos para que el lector pueda usar como tutor clínico al ser capaz de buscar, sintetizar, compartir y volver a generar preguntas y conocimiento en la práctica de forma interactiva, coherente y ética. Se trata de acortar la brecha entre lo que se sabe o conoce de la investigación y lo que se hace en la práctica. 
Una obra dirigida a todo profesional de la salud en las áreas de medicina, enfermería, odontología, nutrición, entre otras, tanto en formación como ya en la práctica, y que desee adquirir y compartir el conocimiento entre sus pares para lograr mejores resultados en el campo de la salud. 

Como ejemplo, y con permiso de los autores, os presentamos en el archivo adjunto el primer capítulo, una introducción a la Práctica Basada en Evidencias, respondiendo a cinco preguntas: ¿qué es?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿para quién? y ¿cómo?.

 

sábado, 22 de agosto de 2015

Cine y Pediatría (293): “A corazón abierto”, más que epónimos de la cirugía cardiaca infantil


Se define el epónimo como el nombre de una persona o de un lugar que designa un pueblo, una época, una enfermedad, una unidad, etc. y etimológicamente la palabra procede del griego eponymos, que significa “nombrado después”. Los epónimos son muy frecuentes en ciencias de la salud y una parte fundamental del lenguaje y de la cultura histórica de los médicos, ya que numerosas personas han dado nombre a enfermedades, síndromes y signos, partes anatómicas, procesos fisiológicos o patológicos, y también técnicas.
Los epónimos se emplean en todas las especialidades médicas, también en pediatría, donde hay muchos y el caso de los síndromes de causa genética es bastante patognomónico: síndrome de Down (trisomía 21), síndrome de Patau (trisomía 13), síndrome de Edwards (trisomía 18) o síndrome de Martin-Bell (síndrome de cromosoma X frágil), entre otros Los epónimos pueden ser simples o compuestos por varios nombres. Cuando son compuestos, es curioso observar cómo se ha establecido el orden: puede ser por el prestigio individual de los componentes, por la antigüedad, o incluso por cierto grado de intimidación. A veces es incluso conflictivo asignar el epónimo. Y quizás la película de hoy tenga algo que ver con todo esto, concretamente con la fístula de Blalock-Taussig (también llamado fístula de Blalock-Thomas-Taussig), un procedimiento quirúrgico con el fin de paliar la cianosis producida por algún defecto cardíaco en el recién nacido y que marcó uno de los inicios de la cirugía cardíaca infantil.

Hablamos de la película A corazón abierto (Joseph Sargent, 2004) cuyo significativo título original es "Something the Lord made". Una película para la televisión muy recomendable, basada en hechos reales y de gran calado para entender los inicios de la cirugía cardíaca infantil, pero con otros temas de interés en el mundo de la medicina (la pasión por investigar, por descubrir, por hacer el bien, por crear escuela… que suenan ahora tan lejanas en ocasiones) y más allá de la medicina (ambientada en la época de segundo tercio del siglo XX en Estados Unidos, toca aspectos sobre racismo, discriminación de género y ambición humana).

La película narra la especial historia personal y profesional de Vivien Thomas (1910-1985, interpretado por Most Deff) y de Alfred Blalock (1899-1964, interpretado por Alan Rickman), también de Helen Taussig (1898-1986, interpretada por Mary Stuart Masterson). Y lo narra en dos momentos y lugares clave: año 1930 en la Universidad de Vanderbilt en Nashville (Tennessee) y año 1943 en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Maryland).

Nashville 1930.
En el Laboratorio de Cirugía Experimental Vanderbilt un joven afroamericano llamado Vivien Thomas acude a trabajar como ayudante de laboratorio y del animalario, dejando atrás su oficio anterior de carpintero. Es una época en que se nos deja claro que los negros viajan en la parte de atrás de los autobuses, separados de los blancos. Mientras limpia el laboratorio del Dr. Blalock, un cirujano muy subido de tono (“Call me doctor” era su frase más repetida) comienza a leer (y extasiarse) con los libros médicos de anatomía y acaba sorprendiendo por su habilidad manual con los instrumentos de quirófano. Pero cuando intenta estudiar la carrera de Medicina, todos los ahorros se han perdido en el Crack del 29.
Baltimore 1943.
Blalock y Thomas, cirujano y ayudante, se trasladan a la Universidad Johns Hopkins. Su paseo por los cuadros de honor de la institución nos recuerdan la importancia del centro: el filántropo Johns Hopkins, William Osler, padre de la moderna medicina americana, William Halstead, inventor de la mastectomía,… Allí tiene lugar el encuentro con la cardióloga pediátrica Helen Brooke Taussig, y surge la propuesta de intentar operar a niños cianóticos (“Blue Baby”) con estenosis pulmonar y con Tetralaogía de Fallot, en aquel momento con un 100% de mortalidad. Y se nos muestras a esos niños ingresados con Tetralogía de Fallot en la clásica posición de "squtting" (en cuclillas), mecanismo para aliviar la hipoxigenación que los afecta, dado por el aumento de las resistencias vasculares sistémicas. La sorpresa de ver a un negro con bata dentro del hospital, pero fue en realidad el alma de la experimentación animal llevada a cabo hasta conseguir la fístula que llevaba al camino de aplicarse en niños, lo que conocemos como un “shunt”, la famosa fístula sistémico-pulmonar que todos hemos estudiado y que ellos nos dibujan en la pizarra y entendemos a la perfección: “Cambiar el curso de la sangre para convertir lo azul en rosado”.
El camino no fue fácil y colegas reputados les insistían: “Recuerde el principio: primero no dañar. Posponga su operación hasta que tenga más experiencia”. El momento cumbre en el minuto 70, justo en pleno ecuador de la película, con la primera cirugía de una fístula sistémico-pulmonar y cómo la cara del niño pasada de cianótica a rosada… Y nada de esto hubiera sido posible sin Vivien Thomas, pero había dos hándicaps para que su nombre saliera en las noticias del éxito: no era doctor y era negro, aunque la idea y la habilidad técnica se debían a él, pero se le negó cualquier honor inicialmente… De ahí que en la Facultad de Medicina se nos enseñara esta fístula con el epónimo de Blalock-Taussig, y sólo años después se le otorgó el honor: porque el primer shunt Blalock-Thomas-Taussig se realizó el 29 de noviembre de 1944. Por eso, para intentar modificar esa fustración, a los 35 años intentó comenzar a estudiar la carrera de Medicina, pero no lo consiguió. Y es en los albores de su vida, cuando la Universidad Johns Hopkins le otorga el título de Doctor honorario, Vivien Thomas realizó este discurso, con el que finaliza la película: “Cuando dejé mi martillo y mi sierra ahora hace 40 años y se me ofreció la oportunidad de trabajar con un joven cirujano, no tenía idea de que podría dejar marca en una institución tan prestigiosa como ésta. No tenía idea de que haría una contribución al campo de la medicina que me mereciera esta clase de reconocimiento”. Y ver el cuadro de su retrato junto al de las grandes figuras de esa universidad, figuras que vio muchos años antes cuando comenzó a trabajar en esa institución, pero con una anécdota más: su retrato se colocó junto al de Alfred Blalock, fallecido años antes... y así es como fue, una aventura juntos en el mundo de la medicina.
Y tras la imagen de los cuadros juntos de Blalock y Thomas, mentor y discípulo, un fundido en negro y el colofón: “La operación de “Blue Baby”, pionera en Johns Hopkins, lanzó el campo de la cirugía cardíaca Hoy en día se realizan en Estados Unidos alrededor de 1.750.000 operaciones de corazón al año”.

La película se sitúa en el mismo corazón del nacimiento de la Cardiología Pediátrica y la Cirugía cardiovascular de las cardiopatías congénitas. Pero también en el corazón del espectador. Y es una película que permite no solo conocer la historia, sino los valores asociados: por ejemplo, FS Lozano Sánchez analiza la importancia de la relación mentor y discípulo en un interesante artículo. Y así, el epónimo Blalock-Thomas-Taussig nos descubre el nombre de grandes médicos en el área de la cardiología, que se suman a tantos otros como Keith, Flack, Aschoff, Tawara, His, Purkynje, Wenckebach, etc.

Esta película tiene un dedicatoria doble. Por un lado, mi agradecimiento a Miguel Ángel Zafra, quien me aconsejó esta película, él que, al pertenecer al Grupo de Trabajo de Historia de la Pediatría y Documentación Pediátrica de la Asociación Española de Pediatría, conoce bien el valor de la historia de la medicina. Y, sin duda, a los cardiólogos pediatras (especialmente a mis compañeros Ismael Martín y Ana Fernández), a los que aconsejo el valor científico y humano que atesora esta película que es A corazón abierto

miércoles, 19 de agosto de 2015

Slideshare, el valor de compartir…presentaciones de diapositivas


Internet es información, pero también puede ser “infoxicación”. Por ello, la Web 2.0 puede ser tu amigo o tu enemigo. Hay que buscar el ¿por qué? y el ¿para qué? de cada una de las redes sociales. Cada uno (también las instituciones) deberíamos responder a estas dos preguntas clave, de forma que si no se pueden contestar cabe reflexionar si vale la pena seguir adelante. 

Los recursos en la Web se pueden clasificar en cuatro grupos: 
- Comunicación: blogs, microblogging (Twitter) y redes sociales (Facebook, Google+, Linkedin, Instagram) 
- Difusión: RSS, Agregadores, PodCast y VideoCast. 
- Colaboración: Wikis (principalmente Wikipedia) y marcadores sociales. 
- Multimedia: vídeos (Youtube), fotografías (Picasa, Flickr), presentaciones (Slideshare). 

Hoy vamos a hablar de SLIDESHARE, un sitio web 2.0 de alojamiento de diapositivas que ofrece a los usuarios la posibilidad de subir y compartir en público o en privado presentaciones de diapositivas en PowerPoint (.ppt,.pps,.pptx,.ppsx,.pot y.potx), OpenOffice (.odp); presentaciones e infografías PDF (.pdf); documentos en Adobe PDF (.pdf), Microsoft Word (.doc,.docx y.rtf) y OpenOffice (.odt) y la mayoría de documentos de texto sin formato (.txt),e incluso algunos formatos de audio y vídeo. 

SlideShare fue lanzado a finales del 2006. El sitio web recibe alrededor de 60 millones de visitantes únicos al mes y más de 16 millones de usuarios registrados. En el año 2012 fue adquirida por Linkedin, de la que hablaremos otro día. Los principales competidores de este servicio son Scribd, Issuu y Docstoc. 

Tras 290 documentos compartidos en mi Slideshare y más de 600.000 descargas (principalmente de España y Estados Unidos)... llega un correo hace unos mees de este alojamiento 2.0 de diapositivas con este mensaje: "Javier, congrats - you are in the Top 5% of Most-Viewed on SlideShare". Y piensas: COMPARTIR vale la pena y se ha convertido en el verbo del siglo XXI.  Porque hace años, cuando uno realizaba una ponencia cuidaba mucho de que nadie más la viera y fuera a la “papelera” del ordenador, porque cuidábamos con celo la autoría y ahora no es así. Y gracias a ello, la ponencia que en un momento oyen 50, 100, 150 personas… pasa a ser superior a 10.000 por el simple hecho de compartirlo. 
Pero también piensas en la frase de El Principito: "A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: '¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?' Pero en cambio preguntan: '¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre? Solamente con estos detalles creen conocerle." 

Por eso creo que compartir es mucho más que una cifra... Y espero que predomine el valor de lo compartido, más allá del alter ego y del copyright.

lunes, 17 de agosto de 2015

Comunicación científica (XXV) Lenguaje médico (3). Defectos en el título de los artículos publicados en las revistas pediátricas españolas


El título es la frase más importante del artículo científico y necesita estar redactado con corrección para captar la atención del lector e inducirle a leer todo el artículo. De la acertada elección de las palabras que lo forman depende también que el artículo sea recuperado en las bases de datos bibliográficas. El objetivo de este trabajo es determinar la corrección de los títulos en una muestra de artículos publicados en revistas pediátricas españolas. 

En este artículo se han revisado 3.043 artículos publicados en revistas pediátricas españolas durante el periodo 2008-2013. Para determinar su corrección se siguieron las recomendaciones de los manuales de estilo y de redacción científica, artículos previos y las recomendaciones de la Real Academia Española. 

Como resultados cabe destacar que numerosos títulos presentaron algún defecto o eran mejorables. El defecto más frecuente ha sido la falta de concisión por el uso de palabras o expresiones que no aportan información. Menos frecuentes han sido las faltas de claridad y el uso de siglas. 

Este artículo demuestra que muchos de los títulos escritos por los pediatras españoles son mejorables. Deben elegirse y redactarse con la máxima corrección, pues la presencia en el título de palabras superfluas, los errores de sintaxis y cualquier otro defecto refleja descuido del autor y puede ser determinante en la decisión de leer todo el artículo o de rechazarlo. 

Toda la información en el artículo adjunto y en el enlace propio de Acta Pediátrica Española.

 

sábado, 15 de agosto de 2015

Cine y Pediatría (292). “Amerrika”, la tierra prometida


El cine ha reflejado desde sus inicios los dramas humanos de la sociedad, entre ellos la necesidad de dejar la propia tierra para sobrevivir en otras regiones u otros países. Múltiples títulos coronan el séptimo arte alrededor de la emigración, películas de muchas nacionalidades, algunas son todo un clásico, otras menos conocidas: El emigrante (Charles Chaplin, 1917), Toni (Jean Renoir, 1934), Las uvas de la ira (John Ford, 1940), Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960), O salto (Christian de Chalonge, 1968), La nueva tierra (Jan Tröell, 1972), Mi hermosa lavandería (Stephen Frears, 1985), Pelle, el conquistador (Billw August, 1987), Avalon (Barry Levison, 1990), Cheb (Rachid Bouchared, 1990), Bwana (Inmanol Uribe, 1995), Mi familia (Gregory Nava, 1995), La canción de Carla (Ken Loach, 1996), Said (Llorens Soler, 1998), Cosas que dejé en La Habana (Manuel Gutiérrez Aragón, 1999), Oriente es Oriente (Daniel O´Donell, 1999), Poniente (Chus Gutiérrez, 2002), En el mundo (Michael Winterbottom, 2002), Quiero ser como Beckham (Gurinder Chadha, 2002), Extranjeras (Helena Taberna, 2003), Un franco, 14 pesetas (Carlos Iglesias, 2005), Ghosts (Nick Broomfield, 2006), 14 kilómetros (Gerardo Olivares, 2007), Retorno a Hansala (Chus Gutiérrez, 2008),… y un largo etcétera. 
Algunas de estas películas llevan en su título un denominador común, como son Un sueño americano (King Vidor, 1944), América, América (Elia Kazan, 1963), L`America (Gianni Amelio, 1994) o En América (Jim Sheridan, 2002), película que ha formado parte de Cine y Pediatría como esos recuerdos de la infancia de una familia irlandesa desde la Gran Manzana. 

Y hoy traemos a esta sección la película canadiense Amerrika (Cherien Dabis, 2009), basada a grandes rasgos en la experiencia de la propia directora, opera prima en el largometraje de esta directora de nacionalidad palestino-estadounidense y que se asoma, en tono autobiográfico, a la aventura de una madre palestina y su hijo adolescente que se trasladan con unos familiares al Illinois rural durante la invasión de Irak de 2003. 

Porque, como nos explica la directora, su familia palestino/jordana fue inmigrante y, como la mayor parte de los inmigrantes, llegaron a Estados Unidos esperando lograr el sueño americano. Pero lo que encontró fue algo totalmente diferente y es precisamente esta lucha de los inmigrantes la que le empujó a escribir y dirigir Amerrika. Y como nos explica su directora: "Cuando me preguntan de dónde soy, para mí siempre es una pregunta confusa. Mis padres inmigraron a los Estados Unidos antes de que yo naciera, pero regresábamos a Jordania todos los veranos. No era suficientemente americana para los americanos, ni suficientemente árabe para los árabes. Mi propio deseo de encontrar un lugar al que llamar hogar, un lugar al que perteneciese... siempre formó una parte importante de mi identidad”. Su padre (como en la película) fue médico y necesitó 14 años para lograr un consultorio éxito, pero bastaron unos días para que todo se derrumbase cuando sus pacientes lo abandonaron durante la Guerra del Golfo de 1991 (momento en que muchos árabes se sintieron como chivos expiatorios y cuya xenofobia se acrecentó tras los atentados del 11S del 2001, momento en que la persecución al árabe se institucionalizó en Estados Unidos). 

Amerrika nos cuenta la historia de Muna (Nisreen Faour), una mujer separada (su marido se marchó con una mujer más joven) cuya difícil vida transcurre en Cisjordania, y que, tras obtener un permiso de trabajo y residencia en Estados Unidos, emigra junto a su hijo adolescente Fadi (Melkar Muallen), hasta una pequeña ciudad del estado de Illinois donde vive su hermana Raghta (Hiam Abbass) junto a su marido, el doctor Nabeel (Yussef Abu Warda), y sus tres hijas. Allí comenzará para ellos una nueva vida en la que deberán enfrentarse a las dificultades de adaptarse a una nueva cultura, de no perder sus señas de identidad, y de enfrentarse a un entorno hostil hacia todo lo que suena a árabe y musulmán. Rahta le dice a Muna: “A pesar del tiempo que llevo aquí, todavía lo echo de menos. Ese sentimiento no se va. Es como si arrancan un árbol de raíz y lo plantan en otro sitio”. La propia Muna, ante la suspicacia que presiente por su origen nos refiere: “Ni siquiera somos musulmanes… Somos una minoría aquí y allí también”
Allí, en la soñada América, Fadi sobrevive al muro de la incomprensión de una parte del instituto de la misma manera en que solía hacerlo a través de los puestos de control militar en la frontera y el muro de la vergüenza hacia Cisjordania, y la indomable Muna combina su vida cocinando falafel con las hamburguesas de White Castle, haciendo creer a todos que ha recuperado su puesto del banco que tenía en su país de origen. Al descubrirse la verdad, una sobrina pequeña le dice a Muna:“Tía, ¿de verdad que trabajas en White Castle?... Al menos podrías haber elegido Wendy´s”. Mientras Fadi congenia con su prima rebelde y se mete en líos en el instituto, la indomable Muna no pierde la esperanza y, a pesar de tener que llevar una doble vida en la hamburguesería local, afronta con optimismo esta nueva etapa, enseñándole a su hijo una lección que nunca olvidará. 
Pero aún en un ambiente de cierta hostilidad, apreciamos la solidaridad de algunas personas a su alrededor como el joven compañero de la hamburguesería, la empleada del banco o el profesor del instituto de origen judío. A este último le dice: “¿Sabe que nosotros, los árabes, inventamos el ajedrez? Sí, cuando se dice jaque mate, viene del árabe “skeikg mat”, que significa “el rey está muerto”… Habla árabe sin saberlo”. 

Una película que trata de ese tema ya universal que son las historias de emigración e inmigración, la búsqueda humana de la aceptación y de la pertenencia; una búsqueda profunda y eterna, aunque en ocasiones difícil de alcanzar fuera de las raíces de cada uno. Una búsqueda que acompaña a una madre y su hijo adolescente. Aunque Amerrika no obtuvo una crítica favorable unánime, lo cierto es que obtuvo el Premio Integración de la SEMINICI de Cine de Valladolid y el Premio Fipresci en el Festival de Cine de Cannes. Amerrika aborda temas esperables en este tipo de narraciones: el desarraigo, la nostalgia, el choque de culturas, el sentimiento de no pertenencia, el exilio, la tolerancia, la reivindicación de las tradiciones, y la ilusión de creer haber llegado a la tierra prometida de las oportunidades.

Una película que, de alguna forma, siento cerca... porque mi familia también fue emigrante y porque sigo siendo nómada.

 

viernes, 14 de agosto de 2015

UpToDate: luchando por el acceso libre para sanidad


La información es formación y proporciona el camino a la calidad y excelencia en el campo de la sanidad (y en todos). Porque la información médica actualizada es vital para tomar decisiones clínicas ajustadas a los últimos conocimientos disponibles. Hay muchas fuentes de información, pero algunas se encuentran más altas en la pirámide de las 6S de Haynes: ese es el caso de UpToDate

Como se describe en su página web, UpToDate es el primer recurso de ayuda para la toma de decisiones clínicas basado en evidencia en el que confían en todo el mundo profesionales de la salud para tomar las mejores decisiones en el centro de atención al paciente. Se ha comprobado que cambia el modo en el que los profesionales practican la medicina y es el único recurso de su tipo con resultados mejorados. 
UpToDate es, en ese sentido, un recurso único para médicos y pacientes. La idea que hay tras UpTodate es bastante simple, aunque totalmente única: cada día médicos y pacientes tienen preguntas acerca de su salud. ¿Porqué no recurrir a expertos para que respondan nuestra dudas, guarden la información actualizada y creen un formato que pueda ser utilizado con facilidad? Eso y mucho más es UpToDate. La comunidad que hay detrás incluye en torno a 4.400 médicos expertos y casi 400.000 usuarios que plantean preguntas al grupo editorial. Pero el acceso no es libre, hay que pagar una suscripción. 

Pues esta gran herramienta, según nos hemos enterado por redes sociales y contacto directo con líderes en bibliotecas virtuales de España, está pasando por un problema en España. De forma que el acceso a Uptodate ha quedado suspendido para todo el Sistema Sanitario Público Español desde julio, debido al retraso en su renovación por parte del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI) que asumió su suscripción en 2013. Así lo vemos reflejado en algunas prestigiosas web de Bibliotecas Virtuales, donde se expresa que está previsto que en el mes de septiembre se restablezca la conexión. 

En cualquier caso, se ha abierto una solicitud on-line para que se solucione inmediatamente este problema y a través de la firma de una petición electrónica muy sencilla de apoyo a la reintegración inmediata de UpToDate. Y por una sencilla razón: porque la información es la sangre que corre por las venas del sistema sanitario. Para que esta restitución de UpToDate gratuito a todos los profesionales sea lo más rápida posible y no vuelva a ocurrir, firma este documento

Cuantas más firmas se recojan, es posible que se consiga una solución lo antes posible. 

miércoles, 12 de agosto de 2015

Ernesto Cardenal, niños con cáncer, amor a los poemas y a la vida


En el Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera “La Mascota", en Managua, los niños con cáncer aprenden a escribir poesía. La creación de este Taller de poesía fue una iniciativa del médico italiano especialista en Oncología Pediátrica, Giuseppe Masera, que en su experiencia tratando a niños con cáncer apreció que el arte (y especialmente la poesía) incide de manera muy positiva en los tratamientos. En el año 2004 le propuso a Ernesto Cardenal poner en marcha el Taller de Poesía en Nicaragua. 

Cardenal, desde niño, se sintió atraído por las letras y quiso buscar una forma de cambiar el mundo. Se lo conoce por sus ideas políticas marxistas y su defensa de la teología como única salida a los males que aquejan hoy al mundo. Para él, entre el Cristianismo y el Marxismo no hay diferencia, son dos formas que engloban la misma manera en la que deben vivir los seres humanos. En 1965 fundó una comunidad cristiana en una de las islas de Solentiname, y publicó su obra "El evangelio en Solentiname" y, por ello, Juan Pablo II le amonestó públicamente por propagar una doctrina contraria a las ideas de la iglesia.

Cardenal, que fue ministro de Cultura tras el triunfo de la revolución sandinista, desde 1979 hasta 1987, fue el artífice de los famosos talleres de poesía en Nicaragua. En varias ocasiones ha estado entre los nominados al Premio Nobel de literatura; en 2009 fue condecorado con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en Chile y a principios del 2012, con el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. 

Hoy, los talleres de poesía en el Hospital “La Mascota”, con excelentes resultados, se siguen desarrollando cada martes, gracias a Ernesto Cardenal y a otros poetas y amigos, como Claribel Alegría, también nonagenaria. 

Sin embargo, como leemos de una magnífica entrada de la web de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), firmado por el entonces presidente (y hoy más amigo si cabe), Dr. Hernando Villamizar, más allá de su interesante personalidad y su importante obra poética, resaltaban en este post la vinculación de Cardenal con los niños enfermos de cáncer y nos invita a conocer este iniciativa que ayuda a los niños a abstraerse de la dura realidad que les toca vivir, al tiempo que les permite mejorar su autoestima e incluso fortalecer su sistema inmunológico como bien los afirman varios autores. 

Ernesto Cardenal, fundador de este singular Taller de Poesía nos dice que la producción de estos niños enfrentados con la muerte es toda ella un canto jubiloso a la vida, y "un himno a la belleza de la creación, celebrándola con todo lo que hay en ella". Una parte de estos poemas están recopilados en el libro: "Me gustan los Poemas, y me gusta la Vida", un himno a la belleza de la creación, de estos niños enfrentados a la muerte, celebrándola con todo lo que hay en ella: arco iris, tortugas, ranas, conejos, patos, luna, culebras, pericos, niños y también incluso niños con cáncer. 

Allí, nos recordaban desde ALAPE, se han producido muy bellos poemas, en los que se dice que las culebras ruedan por el suelo como alambres doblados; el colibrí mueve rápido sus alas como las aletas de un abanico; un ganso estira su cuello como un hule; la cola de la ardilla se enrolla como un caracol, y los monos caminan "parecido a los viejitos". Una niña dice que las caras de las ranas parecen gente fea cuando se están riendo, y un niño ve la bocota del sapo como la bocota de un señor gordo. En esta poesía las estrellas son "de color transparente", la luna plateada como el agua, el sol tiene "pestañas rosadas". 

Esa peculiar terapia la ha recogido el poeta y periodista granadino Daniel Rodríguez Moya en su primera película documental, dirigida junto al escritor nicaragüense Ulises Juárez Polanco, y que nos lo recordaba recientemente el blog amigo Red Dédalo

Celebremos, pues, que nos gustan los poemas y nos gusta la vida. Y lo hacemos con un poema de este libro y con el enlace a este documental. 
“No quiero escribir, 
no quiero hablar, 
no quiero oír en todo un solo no. 
No quiero morir”. 

“NO” de Abel Peña, 10 años 

Y abajo un tráiler del documental de Daniel Rodríguez Moya y Ulises Juárez Polanco. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Cyberbullying, sexting, grooming: peligros en un nuevo formato


Los padres, los profesores, los pediatras y la sociedad se enfrentan a retos impensables hace años alrededor de la educación de los niños y adolescentes. Nuestros hijos son "nativos digitales", han nacido y crecido prácticamente coincidiendo con la eclosión del fenómeno de internet y la eclosión de las redes. 

Internet forma parte de nuestras vidas y sus aspectos positivos son, con mucho, superiores a los negativos. Sin embargo, padres y educadores hemos de educar a nuestros niños y adolescentes a hacer un uso adecuado de internet, en general, y de las redes sociales, en particular. Hay muchas instituciones y recursos en la red que nos pueden ayudar, pero lo que más nos va ayudar es conocerlo y prevenirlo. 

Tres problemas preocupan especialmente en este sentido, temas que se conocen más por su anglicismo y que conviene definir: 

- Cyberbullying (o ciberacoso, acoso virtual o acoso cibernético): es el uso de información electrónica y medios de comunicación que afectan de manera critica como el correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y sitios web difamatorios para acosar a un individuo mediante ataques personales u otros medios. 

- Sexting (o sexteo): consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos) producidos generalmente por el propio remitente a otras personas por medio de teléfonos móviles. Tres consejos: 1) no lo produzcas; 2) no lo retransmitas; 3) no lo provoques. 

- Grooming (o acicalar): serie de conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las inhibiciones del niño y poder abusar sexualmente de él. En algunos casos, se puede buscar la introducción del menor al mundo de la prostitución infantil o la producción de material pornográfico. 

El Dr. Ariel Melamud, webmaster de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), quien nos regaló hace unos días su presentación "Niños 2.0: obesos y conectados", nos regala ahora esta presentación, con datos y cifras escalofriantes. Pero la mejor manera de prevenir un daño, es conocer la realidad que nos rodea...

 

sábado, 8 de agosto de 2015

Cine y Pediatría (291). “Color de piel: miel”, apto para adopción


"Me llamo Jung. Nací aquí, en algún lugar de Corea. Me fui del país a los cinco años. Ahora tengo casi 44 y regreso por primera vez. Esta es mi historia. La de un niño que abandona su país porque escribieron en un formulario: Apto para la adopción. Color de la piel: miel”.
Con esta voz en off, y mezclando imágenes reales con dibujos animados, comienza esta peculiar película belga, Color de piel: miel (Laurent Boileau, Jung Henin, 2012), una auténtica joya, ejemplo de animación singular que entusiasmará a quienes disfrutaron de la película japonesa La tumba de las luciérnagas (Isao Takahata, 1988), la francesa Persépolis (Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud, 2007), de la israelí Vals con Bashir (Ari Folman, 2008) o de la española Arrugas (Ignacio Ferreras, 2011).

Cinta híbrida sobre la adopción y el mestizaje, un retrato poético y atractivo de un joven coreano adoptado que trata de reconciliarse con sus orígenes. La guerra que asoló Corea a lo largo de los años 50 motivó el abandono indiscriminado de niños, los que tuvieron suerte acabaron en un orfanato. Además, la mayoría de estos niños se supone que eran el resultado de uniones entre coreanas y soldados occidentales, por lo que esas madres, a menudo marginadas por la sociedad, se vieron forzadas a dar a sus hijos en adopción y así nos lo relata nuestro pequeño protagonista: “Tras acabar la Guerra de Corea se abandonaban a los niños a causa de la pobreza y también por motivos raciales. Muchos niños eran hijos de soldados americanos o europeos. Y a los coreanos no le gustan los hijos ilegítimos. Cuando nací el hombre tomaba las decisiones en la familia. Una mujer divorciada no tenía derechos. Tener un hijo fuera del matrimonio era una vergüenza. La madre soltera no tenía dinero y solo le quedaba una opción: el abandono”. 
Y por ello, en los años 60, miles de niños coreanos fueron entregados en adopción a otros países, momento en que entre las familias burguesas occidentales se consideraba muy chic adoptar a un niño asiático. Y reconocemos esa historia tras la voz en off de un documental real en blanco y negro al inicio de la película y nuevos mensajes que nos orientan a la verdadera trama: “Desde los años 50, se han adoptado 200.000 coreanos en todo el mundo, Yo acabé en Bélgica…”.

El narrador, al que encontraron vagando solo por las calles cuando tan solo tenía 5 años, es enviado a un orfanato. Primero, la fundación Holt le envía a Estados Unidos y, más tarde, es adoptado por una familia belga. Tras la curiosa y efectiva mezcla de imágenes reales tomadas con cámara en mano y las imágenes de animación, nos adentramos en la nueva familia belga de Jung, con otros cuatro hijos y sus reflexiones iniciales de niño: “Nunca había tenido tantos juguetes. Cada día comía todo lo que quería. Empecé a olvidar la calle, el orfanato. Tenía una segunda vida, una segunda oportunidad.”

Color de piel: miel es un híbrido muy particular. Se presenta como un documental autobiográfico animado, adaptación de la novela gráfica del mismo nombre firmada por Jung Henin, que participa a su vez en labores de dirección junto al francés Laurent Boileau. Retrata la infancia del propio director, estructurada alrededor de los recuerdos del protagonista tras un reciente viaje a su país natal, combina diversas técnicas de animación (dos y tres dimensiones) e imagen real, incluyendo viejos vídeos caseros en Super 8 o fragmentos actuales en 35 mm. Todo esta mezcla  para retratar en apenas 80 minutos el sentimiento de desarraigo y pérdida de referentes de un niño adoptado con respecto a su país de origen, así como la integración y búsqueda de identidad en un entorno desconocido.

Porque el pequeño Jung esconde sus orígenes coreanos en lo más profundo de su ser para adaptarse mejor a su nueva vida. La relación de Jung con sus padres y hermanos es a veces turbulenta, pero se basa en el amor, aunque siempre aparecen los típicos conflictos familiares. A las puertas de la adolescencia, Jung y su familia reciben a un nuevo miembro, la pequeña Valérie, una huérfana coreana a la que cambian el nombre para que parezca más belga. Para Jung supone un gran impacto y comienza a replantearse su propia identidad. Desorientado, intenta inventar otros orígenes y comienza a sumergirse en la cultura japonesa. Rechaza tanto sus orígenes coreanos como a su familia. Un grito de socorro hará que Jung y su madre (miembro de la familia del que más se había distanciado) se reconcilien.

Una película en la que no solo se trata la adopción y el mestizaje, sino también son tratados temas básicos que caracterizan la infancia como la amistad, el aprendizaje y la necesidad de sentirse parte de un grupo, acentuada en este caso por las diferencias raciales en la familia, que favorecen la sensación de soledad y aislamiento de Jung, o las complicaciones propias de la adolescencia, el despertar sexual y la oposición.

Se puede catalogar a Color de piel: miel como un sugestivo experimento narrativo, con la adopción entre países como leitmotiv y que nos deja francas reflexiones que van más allá del cómic. Reflexiones que todo adolescente y joven adoptado en estas circunstancias puede llegar a pensar, al igual que nuestro protagonista Jun Jung-Sik, nombre que significa en coreano “planta recta”: “No conocer a tus padres biológicos tiene una ventaja. Pueden ser como tú quieras. Seguramente eras madre soltera. Seguro que me quisiste con toda tu alma hasta que ya no pudiste ocuparte de mí. Nunca te he culpado por abandonarme. Siempre que pensaba en ti, pensaba que estabas a mi lado. Parecías tan cerca y a la vez tan lejos. No pensaba nunca en mi padre”.

Y con este pensamiento final, colofón a una gran película, es la reconciliación de Jung con la realidad y consigo mismo: “Los bocetos que hacía sin pensar no mentían. Me abrían la puerta a mis orígenes… Me he pasado la vida imaginando a mi madre biológica. El dibujo me ha permitido crearnos una historia nueva, vivir un amor imaginario. Pero también era una válvula de escape, una manera de llenar el vacío y de evitar hacerme mayor. Al ir a mi país de origen me enfrenté con la realidad. Uno no quiere una madre imaginaria. Solo puede soñar con ella. Yo ya tengo una madre. Y es real. Cuando me mira, sus ojos no engañan. Son los ojos de una madre que mira a su hijo. Por tanto, mamá, si te preguntan de dónde soy, di que soy de aquí y de todas partes. Tengo una parte occidental y otra oriental. Soy tan europeo como asiático. No soy ni blanco ni negro. Tengo la piel del color de la miel”.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Diego Rivera y la salud


Fernando Comas, bloguero en Pharmacoserias, alma inquieta y generosa, amigo... y muchas cosas más, me regaló el libro "Diego Rivera y la salud", atento y sensible a mi reciente viaje a México. Fernando, que es una persona predispuesta a disfutar con avidez todo lo que se asocia a nuestra profesión alrededor de la sanidad, entenderá que comparta el disfrute de conocimientos que este libro me ha aportado. 

El tema de la salud preocupó a Diego Rivera toda su vida. Hizo estudios de anatomía humana, para ser mejor dibuajnte; eran grandes sus conocimientos en herbolaria, especialmente la de los antiguos méxicas; los años que pasó junto a Frida Kahlo, enferma, lo hicieron también acercarse a muchos médicos. Fue amigo de Ignacio Chávez, considerado el padre de la cardiología en México, quien fundó el Instituto Nacional de Cardiología y fue Rector de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), así como de Benjamín Trillo, eminente cirujano y director del Hospital de Jesús. 

Este libro nos presenta a Diego Rivera, al hombre, tal como fue, polémico y contradictorio, pero también al artista a través de su obra y del tema de la salud. Cinco capítulos para el disfrute:  
- Diego pintado por sí mismo. 
- La Secretaría de Salud (1929). 
- Instituto Nacional de Cardiología (1943-1944). 
- El Cárcamo (1951). 
- Hospital de la Raz (1953), con su mural "El pueblo en demanda de salud" y que corona este post.

Algunos pasajes del primer capítulo hablan por sí solo de este artista:  
"Mi nodriza india, a quien adoré, era curandera y me enseñó a mirar a las estrellas y a conocerlas por su nombre en lengua purépecha. Desde entonces mi libro favorito es el cielo" 

"Mi deseo era reproducir las imágenes puras, básicas, de mi tierra. Quería que mis pinturas reflejaran la vida social de México tal como yo lo veía, y mediante mi visión de la verdad mostrar a las masas un esquema del futuro" 

"La pintura mural está hecha para vivir con la arquitectura. Su principal cualidad es llegar a ser parte integrante e integral de la arquitectura sobre la que se hace" 

"En vez del arte puro, del arte por el arte, Diego Rivera, igual que sus compañeros en el movimiento, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, han hecho un arte social y de combate, buscando siempre que la forma sea belleza y que el contenido sea verdad. Por escogió el fresco, en vez del lienzo, como se escoge un arma para la lucha. El arte se vuelve así, en vez de tema de placer para unos cuantos, mensaje de belleza para los demás" 

Quiero destacar, como homenaje a todos los cardiólogos (y en especial a los compañeros cardiólogos pediatras), los dos murales que realizó para el Instituto Nacional de Cardiología: 
- En el primer mural agrupó a los anatomistas, fisiólogos y clínicos, así como los hombres de la anatomía patológica en este campo, con un orden ascendente en la composición: Galeno, Vesallius, Malpighi, Vieussens, Morgagni, Servet, Cesalpini, Harvey, Auenbrugger, Corvisart, Laënnec, Bouillard, Skoda, Keith, Flack, Aschoff, Tawara, His y Purkynje. 
- En el segundo mural están agrupados los hombres que "no contentos con explorar mediante las manos, los ojos y los oídos, empezaron a recurrir a los instrumentos", buscando inscribir los fenómenos biológicos: Whithering, Fraenkel, Hales, Von Basch, Pachon, Ludvig, Marey, Mackenzie, Wenckebach, Galvani, Roentgen, Moritz, Castellanos, Waller, Einthoven, Lewis, Wilson, Sénac, Heberden, Sokes, Traube, Potain, Vaquez, Huchard, Laubry, Herick, White, Rokitansky y Abbot. 

Aparte del mérito artístico, la obra de Diego Rivera para esta institución tiene un gran valor histórico, al agrupar, armonizar y fundir en un solo impulso las escuelas más variadas y al reunir por primer vez a los hombres más representativos de la Cardiología.

martes, 4 de agosto de 2015

Historias de bronquiolitis y su (ausencia de) tratamiento preventivo





Conozco pocas enfermedades pediátricas que son objeto de tanto sobretratamiento como es el caso de la bronquiolitis aguda (BA). Enfermedad de altísima incidencia y para la que se prescriben fármacos de todo tipo: broncodilatadores, antibióticos, corticoides inhalados y sistémicos, adrenalina nebulizada.... Seguimos haciendo cosas que sabemos - o deberíamos saber... - que no funcionan. No funcionan. No hay tratamiento farmacológico actualmente eficaz para la BA. Y tampoco lo hay para prevenir sus recurrencias, los famosos "epidodios de sibilancias recurrentes" (ESR) post-bronquiolitis.

A este último asunto quería yo dedicar esta esta entrada. Es descorazonador comprobar que existe un uso improcedente de fármacos para intentar "prevenir" estos ESR... cuando hay estudios que han demostrado no su eficacia sino su total ineficacia.

La historia de la prevención de los ESR post-BA viene de lejos pero me detendré en un fármaco en primer lugar: el montelukast. En 2003 Bisgaard y cols. publicaron un ensayo clínico piloto (hago hincapié en lo de piloto), de pequeño tamaño de muestra (lógico, era un estudio piloto) y de tiempo de seguimiento cortísimo (28 días). Este estudio fue objeto de valoración crítica en "Evidencias en Pediatría" ("Actualmente no hay pruebas que apoyen la eficacia del montelukast en el tratamiento de la bronquiolitis aguda leve en Atención Primaria"). Después de este estudio piloto, con múltiples debilidades metodológicas y cortísimo periodo de seguimiento las ventas de montelukast se dispararon exponencialmente (ver gráfico tomado del blog "Hemos Leído" que en una entrada abordaba precisamente este mismo tema) como consecuencia de una muy eficaz campaña de propaganda.
                                           
                           Ventas de Montelukast entre 2003 y 2008 (Fuente: "Hemos Leído")

Un estudio piloto es la antesala del estudio "fetén", que corrija las debilidades metodológicas que sea preciso. Es la antesala (o debería serlo siempre) del estudio definitivo que confirmará o no las conclusiones del piloto (nota: las conclusiones de un estudio piloto nunca han de ser tomadas en cuenta para modificar la práctica clínica). En el aso que nos ocupa, ese estudio se realizó. Fue multicéntrico, se publicó en 2008 con centenares de niños del todo el mundo. Puede accderse a su resumen desde este enlace. Fue también objeto de valoración crítica en "Evidencias en Pediatría" ("Montelukast no es eficaz como tratamiento preventivo en la enfermedad reactiva de las vías aéreas postbronquiolitis"). El primer autor fue Bisgaard, al igual que el ensayo piloto que le precedió cinco años antes. Y sus conclusiones, opuestas: montelukast no era eficaz para prevenir los molestos ESR post-BA.

Pero el medicamento ya estaba introducido y en la mente de muchos pediatras. Era - para algunos (ay...) aún sigue siendo - una alternativa eficaz para prevenir futuros ESR. Todo ello a pesar de la evidencia en contra de su uso. Todo ello a pesar de que las guias de práctica clínica recomiendan su NO utilización (véase el ejemplo más reciente de NICE ya comentado en este blog). Aún se sigue prescribiendo montelukast en estos niños...

...Y traemos aquí esta historia, que conllevó que miles de niños recibieran un tratamiento farmacológico que no necesitaban, porque la historia corre peligro de repetirse. Este mismo año se ha publicado un estudio piloto sobre la posible eficacia de un macrólido, la azitromicina (AZT), para prevenir los ESR post-BA. El resumen de dicho estudio piloto puede verse aquí. Como es lógico, no actividad viricida de la AZT sobre el virus respiratorio sincitial. Los autores se basan en el supuesto efecto anti-inflamatorio de la AZT, efecto que supuestamente podría disminuir las recurrencias. De hecho en sus conclusiones los autores sugieren que  la AZT produciría un retraso en la aparición de un tercer episodio de ESR durante el periodo de seguimiento... Todo ello deducido de un ensayo con 40 niños y de emplazamiento hospitalario (el estudios de Bisgaard 2003 también lo era). 

El peligro es que se repitan los hechos que siguieron al estudio piloto con montelukast. El peligro es que se comience a prescribir AZT para prevenir ESR basándonos en los datos de un solo estudio piloto realizado con 40 niños hospitalizados y en el que la medición de las recurrencias ni siquiera era la variable de resultado principal... Este estudio piloto con AZT también fue valorado en "Evidencias en Pediatría" ("No existen pruebas suficientes que recomienden la azitromicina para prevenir episodios de sibilancias recurrentes posbronquiolitis"). Y fue objeto de un comentario asociado elaborado por el coordinador del Grupo de Vías Respiratorias de la AEPap, cuyo título lo dice todo: "Un estudio piloto no es motivo suficiente para una prescripción de un medicamento, no recogida en ficha técnica".

¿Se repetirá con la AZT la historia de "éxito" - en ventas, se entiende - del montelukast? Es de esperar  y desear que no. Que hayamos aprendido la lección. Que se espere al ensayo clínico multicéntrico correspondiente. Mientras tanto, todos los pediatras deberíamos tener presente el principio de "primum non nocere". Deberíamos seguir las recomendaciones actualizadas de las guías de práctica clínica sobre BA. Y esperar a que alguna vez exista realmente algún tratamiento eficaz para esta enfermedad. O la ansiada vacuna que pueda prevenirla.


lunes, 3 de agosto de 2015

«Booktubers», ¿los jóvenes “críticos literarios” del siglo XXI?

¿
Qué es y qué significa este nuevo anglicismo que ya convive con nosotros: "Booktuber"? Son jóvenes que hablan sobre los libros que leen y los libros que están de moda, y graban lo que piensan sobre ellos en Youtube. Estos jóvenes no solo cuentan lo que les sugiere un libro, sino lo que influye éste en sus vidas y todo el proceso que implica la lectura: la elección, la lectura, las relaciones de la obra con su vida real, etc. 

El fenómeno "Booktuber" es muy similar al "Youtuber", solo que, en este caso, los vídeos tratan sobre libros y todo lo relacionado con su lectura. Su estilo es muy similar al de los "Youtubers": vídeos con una estética moderna, amateur y, sobre todo, una presencia muy cercana entre adolescentes y jóvenes. Cuenta sus impresiones sobre las obras como si se lo contase a sus amigos, de forma natural, sin complejos, y de forma sobreactuada en ocasiones. 
Y con el poder de viralización de las redes sociales estos jóvenes tienen una comunidad que les sigue, les responde y les toman como referentes. Comentan cualquier tipo de libro, principalmente actuales, pero también clásicos. Sólo así se puede entender que un vídeo sobre "El Conde Lucanor" alcance casi las 250.000 visitas o que el clásico "Matar a un ruiseñor" de Harper Lee seduzca a más de 1.200.000 en este medio. 

Los "Booktubers" son mediadores literarios y se han hecho tan famosos que ya son contratados por editoriales para promocionar sus libros y nuevos lanzamientos. Realmente un ejemplo más del poder de la Web 2.0 y el poder de transformación de nuestros hábitos y nuestra sociedad. 

Hay "Booktubers" en todos los idiomas. También en español. Una de las "Booktubers" más conocidas es Fátima Orozco (Fa para los amigos), una joven mexicana que traspasa fronteras, pionera en su país de un boom que reúne a medio centenar de vloggers o vídeoblogueros literarios, hermanados por las vídeo-reseñas, los book tags (juegos o preguntas), los challenges (retos), los wrap up (libros del mes) y otras interacciones que cuelgan y difunden por las redes sociales. En España destacan Javier Ruescas, Raiza Revelle o Sebastian G. Mouret, si bien hay listados ya para los más activos en nuestra piel de toro. 

El secreto del "Booktuber" es hallar su "voz", ese trato de tú a tú, hijo del boca-oreja. No sé si el fin justifica los medios, pero sí parece que su presencia está estimulando la lectura entre la juventud, si bien se les achaca un criterio literario poco profesional o demasiado snob. 
Porque los "Booktubers" parece que han venido para quedarse y se postulan como los nuevos críticos del siglo XXI, aprenden rápido y han atraído a la industria editorial, que los fríe ya a novedades. 

Os dejamos un vídeo de Fa opinando sobre libros de la saga "Crepúsculo"... y podéis revisar este nuevo (ya no tanto) medio de comunicación de los jóvenes alrededor de la lectura. Cada uno sacará su conclusión, pero ellos ya están aquí...y conviene conocerlo.

 

sábado, 1 de agosto de 2015

Cine y Pediatría (290). “Lore”, la infancia vencida


Una niña cuenta del uno al ocho antes del llegar al “cielo” y luego en numeración descendente para llegar al “infierno”: es el juego de la rayuela o tejo. El “cielo” es la casilla de descanso, donde al llegar se apoyan los dos pies y de un salto se da la vuelta, para repetir el recorrido en el sentido contrario. Al finalizar cada vuelta se vuelve a lanzar la piedra a la siguiente casilla, que es la que no se puede pisar. Gana el que consigue llevar primero la piedra hasta el “cielo”. 
Con este juego infantil comienza una película muy especial, que finaliza cuando la joven protagonista pisotea todas las figuras de porcelana de animales situadas en una cómoda de la habitación. Y entre medias, 110 minutos de metraje que tiene a cinco hermanos como protagonistas, protagonistas de un tema muchas veces contado (las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial), pero que aquí se nos devuelve con una mirada diferente. Esta película lleva por título el nombre de la hermana mayor de esos cinco hermanos, Lore. 

La película Lore (2012) ha sido dirigida por la australiana Cate Shortland, quien ya había realizado diversos cortometrajes cargados de éxitos y también dirigió su anterior (y primera película), Somersault (2004), con la que obtuvo múltiples premios, entre ellos el Premio Un Certain Regard en el Festival de Cannes. Y es así como con solo dos largometrajes Cate Shortland nos enseña sus buenas cartas en este oficio de contar historias, donde le gusta tomarse los proyectos con la calma y el tiempo suficiente como para que esa gestación dé los frutos visuales y sensoriales adecuados: en Somersault tardó siete años buscando a los actores adecuados para su historia y Lore ha llegado ocho años después. 

Somersault y Lore tiene bastantes puntos en común: una joven adolescente como protagonista en un marco personal con adversidades y con la figura de un joven misterioso alrededor de sus vidas, películas no cómodas, acompañadas de una fotografía cuidada al detalle, buena música, unos protagonistas impecables y una historia que te atrapa desde la primera escena. Un cine sentido, sensitivo y sensorial al más puro estilo Shortland, pero así como en Somersault se perfilaba, ya en Lore se dibuja mejor el trazo. 

En Somersault se exploran temas alrededor de las emociones, la soledad y la sexualidad en adolescentes, donde una joven australiana de 16 años llamada Heidi (Abbie Cornish) huye de su hogar en Canberra y llega a Nueva Gales del Sur. Allí conoce a Joe (Sam Worthington), el hijo de un agricultor local, con el cual trata de formar una relación a pesar de la dificultad de este muchacho para expresar sus emociones y de sus inseguridades respecto de su orientación sexual. 

En Lore se explora el despertar de una Alemania derrotada al final de la Segunda Guerra Mundial y nos enfrenta a las atrocidades del nazismo a través de la mirada de un grupo de cinco hermanos. Corre la primavera de 1945 y el ejército alemán se derrumba frente a la ocupación americana. Las fuerzas aliadas entran por todo el país, el Tercer Reich se desmorona y los padres de la joven Lore son arrestados. Lore (Saskia Rosendahl) decide llevar a sus cuatro hermanos a través de Alemania hasta un lugar seguro: la casa de su abuela, situada a más de 500 kilómetros. Todos juntos emprenderán un viaje que les mostrará la realidad y las consecuencias de las acciones de sus padres. Pero cuando conoce al enigmático y carismático Thomas (Kai-Peter Malina), un joven refugiado judío, Lore ve como su mundo se llena de sentimientos contradictorios. Por un lado queda paralizada por el miedo que siente hacia este joven pero, por otro, debe confiar para sobrevivir, en la persona que, tal y como le han enseñado, es el enemigo.

Lore es un personaje difícil para el espectador: bella, orgullosa, inquietante, despectiva, con una fuerza interior increíble, pero a su vez con una gran fragilidad, y Saskia Rosendahl ofrece una interpretación casi hipnóptica en la que acapara una buena parte de la atención del espectador. Y Lore es un film difícil, que no trata de complacer al espectador, porque empuja constantemente a la audiencia a reflexionar y a ponerse en el lugar de los protagonistas. Nos obliga a pensar sobre las consecuencias de las ideologías extremas, sobre todo en las consecuencias sobre la infancia (esa infancia vencida, más vencida que el pueblo derrotado) y la responsabilidad de los padres y la sociedad sobre este tipo de cuestiones. 

Esta película es una adaptación de la novela “The dark room” de Rachel Seiffert, del que la directora se quedó fascinada: tres historias contadas desde el punto de vista de una joven que intenta encontrarle sentido a la Alemania fascista. La historia de Lore es un poco la historia de la familia judeoalemana del marido de la directora (de hecho, es la familia que aparece en la fotografía que Thomas lleva en su cartera). Cate Shoterland no dudó que había que rodarla en alemán para que fuera fiel a la realidad, esa realidad en donde Hitler no solo era visto como el Fuhrer, sino también como la figura del padre amado. Aunque de producción mayoritariamente alemana, la Academia Australiana la eligió para ser su representante ese año en los Oscar para optar al premio a la mejor película de habla no inglesa. 

Dos detalles de la película que quizás no son casualidad y que se convierten en guiños cinéfilos:
- Por un lado, en la elección de actores: en Lore aparecen dos de los jóvenes actores (Kai-Peter Malina en el papel de Thomas y Ursina Lardi) del excelente film La cinta blanca (Michael Haneke, 2009), curiosamente una película que complementa la actual. Porque en ambos películas se reflexiona sobre el peligro de los nacionalismo sobre la sociedad y, especialmente, sobre la parte más sensible de aquélla, la infancia: en La cinta blanca se nos muestra una inquietante reflexión en blanco y negro sobre los orígenes del fascismo y en Lore se nos regala una profunda reflexión en color sobre las consecuencias posteriores.
- Por otro lado, en la elección de la fotografía y la música, lo que nos aproxima a la esencia de películas tan especiales como El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011), esa oración desde la infancia al sentido de la vida. La fotografía en tonos azulados de Adam Arkapaw y la música clásica y minimalista de Max Richter acompañan en sintonía psicológica a uno de los films más estéticos, intensos y fascinantes sobre otra forma de ver y sentir el final de la Segunda Guerra Mundial y hacerlo a través de la infancia perdida.

Lore no es una película fácil, pero se acaba haciendo memorable... y necesaria, ante tanta reactivación de nacionalismos, verdaderos lobos con aparente piel de cordero (algunos muy próximos).