El próximo 18 de noviembre se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos. Aprovechando este motivo, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha elaborado un nuevo Decálogo. En esta ocasión, sobre los antibióticos y su correcta utilización.
Este Decálogo lleva por nombre "Antibióticos: grandes aliados, si son bien utilizados". Estos son sus puntos:
- Los antibióticos han salvado millones de vidas. Es imprescindible usarlos adecuadamente para que sigan siendo útiles.
- Solo son eficaces para las infecciones causadas por bacterias. La mayoría de las infecciones infantiles están causadas por virus y por eso no se curan ni alivian con antibióticos.
- La fiebre no se trata con antibióticos. Su presencia no significa que sean necesarios.
- La ley prohíbe vender antibióticos sin receta. Solo el médico los puede prescribir. No se deben tomar sin su supervisión.
- No se deben usar los antibióticos que hayan sobrado de otros tratamientos. Estos se deben llevar al punto SIGRE (puntos de recogida en las farmacias) para su reciclaje.
- Los antibióticos se deben tomar en las dosis, pautas y durante el tiempo que haya recomendado el médico.
- No se deben suspender los antibióticos aunque desaparezcan los síntomas de la enfermedad salvo por indicación médica.
- Los antibióticos son medicamentos seguros pero en algunos casos pueden tener efectos secundarios o producir alergias. En estos casos se debe consultar con el médico.
- Los antibióticos mal usados dejan de ser efectivos porque las bacterias se hacen resistentes a sus efectos. Esto supone un problema sanitario grave.
- Los antibióticos han de utilizarse con ciertas precauciones durante el embarazo y la lactancia. Estas circunstancias deben ser comunicadas a su médico.
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