La incidencia de partos prematuros se ha incrementado enormemente en las últimas décadas. La prematuridad conlleva una importante morbimortalidad, mayor cuanto menor es la edad gestacional. Es por ello que es preciso actuar sobre todos aquellos factores conocidos que aumentan el riesgo de parto prematuro.
NICE ha elaborado una guía de práctica clínica que aborda el cuidado de aquellas mujeres en riesgo de tener un parto prematura o bien que presentan ya signos y síntomas compatibles con el comienzo del mismo. El objetivo de esta guía es reducir el riesgo de parto prematuro y describe una serie de intervenciones para prevenir el trabajo de parto y el nacimiento de un niño prematuro.
Podéis acceder a todas las recomendaciones de esta nueva guía desde este enlace.
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