Una cosa es "jefear" y otra "liderar". Porque LIDERAR es la influencia saludable para favorecer el entendimiento del grupo de trabajo (aún en las dificultades) de cara al logro de unos objetivos.
Y el liderazgo existe en todos los campos, también en el educativo y de hecho pudimos aprender con Pilar Feijoo en el XII Encuentros de Tutores y Jefes de Estudio (AREDA 2015). Porque el LIDERAZGO PEDAGÓGICO es la capacidad de dirigir la actividad de quien tiene que aprender a aprender. Liderar es crear espacios de sinergia y no debemos olvidar que para los Griegos, la Sinergia era un regalo de los dioses.
Hay dos liderazgos: el formal (lo da el cargo y de forma aislada sería como "jefear") y el no formal (lo dan las capacidades). La combinación de ambos construye al líder sólido. Y lo más característico de los buenos y líderes es su capacidad para estimular la motivación y la competencia de la otra persona, para dirigirla hacia la autodirección responsable (madurez) mediante diferentes modos de usar su autoridad.
En esta exposición recordaremos los 4 modelos de liderazgo situacional de Hersey & Blanchard, en busca de la madurez:
- Imposición
- Persuasión
- Acercamiento
- Delegación
Madurez es la capacidad de autodirigirse en el proceso de aprender y se compone de dos aspectos: la competencia (saber) y la motivación (querer saber).
Y se proponen tras claves para mejorar:
1) Activando la “tensión creativa”
2) Aplicando la “ley del beso”
3) Teniendo presente el “efecto Pigmalión".
Y como colofón una conclusión que ya propuse hace casi tres años: que en Sanidad tenemos que "besarnos" más. Todo ello en la presentación adjunta... que corresponden a las enseñanzas de Pilar Feijoo, licenciada en Pedagogía, en uno de los talleres del encuentro de AREDA 2015.
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