Llevo muchos años vinculado al Comité de Trabajo de Pediatría Basada en la Evidencia de la AEP, así como a la revista Evidencias en Pediatría y a este blog, que lleva por nombre Pediatría basada en pruebas. Todo esta experiencia vital, con la compañía de muchos amigos pediatras de España y Latinoamérica, solo ha servido para que cada día sea más prudente y cauto con lo que se publica, venga de New England Journal of Medicine, de Pediatrics, de la OMS o del sunsum corda. Y, sobre todo, prudente con lo que se divulga por el llamado periodismo científico o el periodismo sin otros calificativos.
La Medicina Basada en Pruebas (mal llamada en la Evidencia, cuando no hay nada menos evidente que este paradigma) surge como un medio para que afrontemos mejor los retos de la medicina actual y que nos afectan muy de cerca: entre ellos, la existencia de una enorme información científica y en continua evolución, la exigencia de ofrecer la máxima calidad asistencial y la limitación de recursos destinados a la atención sanitaria. Quizá por ello cada vez creemos menos en las noticias "milagro" o en las noticias "desastre", versiones especulares del amarillismo en el periodismo, cuando éste no va a asociado a pruebas sólidas y confirmadas, a noticias coherentes y consistentes.
Hace unas semanas que nos desayunamos con las noticias de prensa, radio y televisión sobre que la OMS catalogaba a la carne roja como probable carcinógeno para los humanos (grupo 2A) y a las carnes procesadas como carcinógenos para los humanos (grupo 1). Y a uno se le viene enseguida a la mente varias reflexiones:
1) Que la noticia sonaba a alarma social posiblemente poco justificada y a uno le venían recuerdos del año 2009 cuando la OMS ya metió la pata con la gripe A (y este blog, queridos lectores, nació gracias a José Cristóbal Buñuel como un medio para combatir la sinrazón y estupidez en la gestión de la gripe A, por si alguien no lo sabía).. y como se sabe, el hombre (y la OMS), es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
2) Que esta alarma sonaba a canto de sirena para los periodistas amarillistas que tanto conocemos y que tanto daño hacen a los verdaderos profesionales del periodismo científico.
3) Que lo de la coherencia y consistencia científica, lo de la plausibilidad biológica y lo de los factores confusores no debían formar parte de la noticia, algo indispensable cuando abordemos la lectura crítica de los originales de la revista The Lancet Oncology que han motivado la nota de prensa y que esperamos desentrañar.
4) Que en temas de nutrición se han dicho muchas falacias, cuando tampoco es tan difícil entender que lo de realizar una alimentación variada y equilibrada lo entiende todo el mundo, por ser un consejo lógico y sano. Y que con pequeños cambios de nutrición ni uno consigue la vida eterna ni el infierno, aunque para el marketing de cada día vaya muy bien hacer pensar eso a la población en muchos temas. Y que, además, lo de consumir con moderación carne roja es algo que ya sabíamos bien por la pirámide de nutrición desde tiempos inmemoriales.
5) Que mis amigos de Guijuelo, con todo esto, deben estar muy contentos (ya veis, me tira mi vena charra por adopción), al igual que los carniceros de este mundo.
6) Que los "memes" no se harían esperar y que iban a salir muchos padres/madres adoptivos/as de los jamones pata negra y demás embutidos y carnes de primera, pues, puestos a hacer el bien a la humanidad, que menos que eliminar estos cancerígenos del entorno y guardarlos para consumir con deleite en nuestras casas.
Tiempo habrá de hacer un análisis en profundidad, aunque ya otros han realizado. Mucho se lleva escrito y se escribirá sobre este asunto. Pero hoy retomo literalmente en el título de este post escrito hace unos días por Carlos Abehsera en el blog "Adelgazar sin milagros" y que comienza así: "OMS, Cáncer, Carne, Periodismo y Estupidez. Junta todos estos ingredientes y tendrás la receta perfecta para generar una alarma social sin precedentes y, me temo, que sin mucho sentido...". Y luego continúa un extenso texto que recomiendo leer en toda su extensión en este enlace. Vale la pena y no tiene desperdicio.
Un ejemplo del texto descrito:
"La OMS denomina carne roja a la carne muscular procedente de todos los mamíferos como la carne de res, ternera, cerdo, cordero caballo o cabra. No menciona todos los mamíferos como es natural , pero imagino que la carne de conejo, ciervo, canguro o cebra están también ese grupo. Me llama la atención porque me parecen carnes tan distintas que meterlas todas en el mismo saco es, cuando menos, curioso. Además, habla específicamente de la carne muscular, de modo que deja fuera las vísceras como el hígado o los riñones y los huesos, lo que me parece curioso también, pues tradicionalmente hemos asociado más riesgo al consumo de este tipo de alimentos procedentes de los mamíferos.
Según dice la nota de prensa, un grupo de trabajo de 22 expertos (sin nombre) de 10 países (sin especificar) clasificó el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno para los humanos (Grupo 2A), basado en evidencia limitada de que el consumo de carne roja causa cáncer en los humanos y fuerte evidencia mecanicista apoyando un efecto carcinógeno (esto último no alcanzo a entender con exactitud que significa). Esta asociación -dice la nota- se observó principalmente en el cáncer colorectal, aunque también se han visto asociaciones con el cáncer de páncreas y el de próstata.
Con respecto a la carne procesada, la OMS nos dice que en esta categoría entran todas las carnes que se han transformado a través de salazón, curado, fermentación, ahumado u otros procesos para mejorar su conservación o sabor. O sea, viene a decirnos que un jamón ibérico es lo mismo que un trozo de chopped, que un lomo embuchado es lo mismo que una salchicha Frankfurt y que la cecina de buey es lo mismo que una lata de paté, que no deja de ser carne procesada. Interesante asociación de productos con composiciones químicas y nutritivas absolutamente dispares…"
No sé por qué, cuando más experiencia tengo y más tiempo pasa, temo más a los "expertos" que a un nublado... Será cosa de la edad. Y será cosa de la edad que me hace muy feliz tomar una tapa de buen jamón (con su veta) con un buen vino rodeado de amigos y reflexionar que, con la que está cayendo, no nos faltaba más que nos toquen las narices con este incoherente e inconsistente tema, sea por la evidencia científica o por el saber popular (que es muy sabio).
Que nos aproveche una dieta sana y equilibrada, con verduras, frutas, legumbres, cereales, lácteos, cereales, pescado... y carne. Algo así concluye un reciente artículo en ABC la Prof. M. Elisa Calle Purón, del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y coordinadora del grado de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Complutense de Madrid: "De hecho, la pirámide de la dieta mediterránea indica que la carne roja se consuma menos de dos veces por semana y, las carnes procesadas, como mucho, una vez a la semana. Es decir, en nuestra dieta diaria no deben estar la carne ni roja ni procesada y sí los cereales integrales, las verduras, las frutas y el aceite de oliva virgen. Ahora bien, comer en ocasiones un trozo de buena carne en compañía de los amigos y la familia, o hacer una barbacoa en el buen tiempo, nos va permitir gozar de la vida que es una buena forma de disfrutar la salud".
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