Se definen las novatadas como la práctica de rituales que un grupo de personas lleva a cabo con el objetivo de humillar al novato mediante acoso o abuso para que éste pueda formar parte del grupo. Son comunes en diversos contextos, especialmente en instituciones educacionales como universidades, en el servicio militar o en fraternidades. En muchos casos, las novatadas caen en excesos generando situaciones de violencia y humillación a los recién ingresados, lo que ha generado fuertes críticas a la realización de estas y la prohibición en ciertos ocasiones.
Ha sido un problema demasiado permitido, quizás tomado a broma cuando no lo es. Y es así como en el año 2011 nace la Asociación No Más Novatadas cuando una serie de personas, mayoritariamente vinculadas al mundo de la educación, entran en contacto tras haber tomado conciencia del enorme problema que se esconde detrás de las novatadas universitarias y deciden abordarlo desde un colectivo. Además, 125 de los 160 colegios mayores de España firmaron en 2013 un manifiesto con esta Asociación No más novatadas, pero aunque rechazan las prácticas dentro del colegio mayor, siguen dándose en los campus y en las fiestas del novato.
Por fortuna, las novatadas están cercadas, pero no han desaparecido. Instituciones académicas, entidades sociales y padres han lanzado su campaña de «Tolerancia cero». Estas son algunas de las 20 novatadas más habituales, según un informe de esta asociación:
1. De rodillas, les meten un embudo en la boca y les echan sangría o vodka a chorros hasta que caen mareados.
2. Usan a los novatos de ceniceros en las habitaciones de los veteranos que fuman. Están toda la noche con la mano extendida para recoger la ceniza. A veces, la ceniza se les echa en la boca.
3. Beber vinagre, vino mezclado con posos de café y/o gel de baño.
4. Duchas de agua fría, juntos o separados (los novatos), desnudos o vestidos. En ocasiones, se les despierta varias veces por la noche para repetir esta broma.
5. Tienen que lavarse los dientes con la escobilla del WC.
6. Los desnudan y les depilan las piernas. También les rapan el pelo.
7. Les ponen grapas de papelería en la piel.
8. Les pintan un testículo de verde y el otro de rojo. Tienen que hacer de semáforo.
9. Son llevados a la Puerta del Sol o a otros sitios céntricos para practicar el "tartazo al novato", a 1 euro el tiro.
10. El pringue: les hacen pasar por un pasillo humano donde se les azuza y, entre gritos, se les arrojan huevos y harina, pero otras veces se arrojan sustancias altamente peligrosas, como disolventes o sosa caústica.
11. Tumbados los novatos, les ponen una cereza o una manzana en la entrepierna o el ombligo. Los novatos del otro sexo, arrodillados y sin usar las manos, tienen que comer la fruta en cuestión.
12. Desplazarse con las nalgas desnudas por el suelo.
13. Servir comidas a los veteranos. Las novatas tienen que sentarse en el regazo de los veteranos y darles la sopa con la cuchara.
14. Tirarse por un terraplén o encima de unos setos. Acaban heridos y ensangrentados.
15. Los novatos son obligados a tragarse una cucharada de vómito de otra persona.
16. Les hacen cantar el "Cara al sol" y gritar "Franco es mi Dios".
17. Las novatas tienen que desnudarse, en mayor o menor medida, y seducir a los novatos.
18. Se le coloca un plátano en la bragueta al novato . Una novata, de rodillas, tiene que similar una felación.
19. Los veteranos les gritan : "¡Esclavos", "negros" ...
20. Se echan monedas al WC para que los novatos las pesquen con la boca.
Y es curioso como el cine ha dedicado al bullying o acoso escolar un buen número de películas, algunas ya en la familia de Cine y Pediatría (ver 1, 2, 3, 4, 5 y 6), pero muy pocas han tratado otra forma de acoso como son las novatadas en la universidad, una forma de acoso y humillación muchas veces desproporcionada y demasiadas veces aceptada o sobre la que se mira para otro lado. Hay personas que siguen considerando las novatadas un juego inocente, un rito de iniciación, una manera de integrarse para los nuevos estudiantes. Una tradición. La realidad es que las novatadas son prácticas vejatorias, humillantes y, en muchos casos, violentas, que en ningún caso pueden ser socialmente aceptadas.
En esta semana se acaba de celebrar en Alicante, Madrid y Valencia la IV Muestra Internacional de Cine Educativo (MICE) y tuve la oportunidad de estar en el estreno de Novatos (2015) y con su director, el joven director maño Pablo Aragüés. Novatos es una película valiente por triplicado: primero, por denunciar las novatadas, esta lacra universitaria que ocurre cada año (y que tan poco se ha prodigado en el séptimo arte), por ser autobiográfica (de lo que él vivió hace 15 años en un Colegio Mayor de Madrid, como nos explicó) y, por último, por fundamentarse en una campaña de crowdfunding por Internet.
Novatos es una película que aborda por primera vez en el séptimo arte el tema de las novatadas en los Colegios Mayores de las universidades españolas de una forma realista y seria, queriendo poner sobre la mesa el problema de la existencia de un secreto a voces y el total desconocimiento que existe en la sociedad española en torno a estas prácticas. Nada que ver con las conocidas películas de fraternidades made in USA.
Alex (Javier Butler) deja su Zaragoza natal con 18 años para ser universitario en Madrid. Se instala en un Colegio Mayor y desde el primer día comenzará a vivir algo tan aparentemente normal como las clásicas novatadas. Las reglas quedaron claras desde el primer minuto con los estudiantes veteranos, con Estévez (Nicolás Coronado) a la cabeza: “Debe hablarnos de usted. Nunca nos mire a los ojos. No cierre jamás la puerta de su habitación”. Alex recibió el apodo de guerra de McCoy y su compañero de habitación el de Patera y ya el primer día son capaces de expresar: "Se piensan que estamos en la Chaqueta Metálica". Durante dos semanas (y hasta la tradicional Fiesta del Novato) son acosados y un armario tiene que servirles de parapeto en la habitación para evitar males mayores. Alex llama a sus padres quienes piensan que no es para tanto (aunque su madre acabará sensibilizándose) y no recibe mucho apoyo del director del centro, quien le exprese aquello de “Aguanta, es solo una tradición”.
En un Colegio Mayor femenino algo parecido le ocurre a Carla (Lucía Ramos) y a sus compañeras que acaban de ingresar. Allí es Gladys (Alejandra Onieva) la que lidera las novatadas femeninas, pero no menos crueles. Y así es como Alex y Carla son estudiantes novatos y novatos en el nuevo amor que aparece entre ellos como tabla de salvación. Y aún resuenan las palabras del matón Estévez: "Las novatadas son una tradición. Algo por lo que tienes que pasar para ser hombres de provecho".
Está claro que ya no se piensa ni se debe pensar así. Desde hace años hay movimientos sociales para favorecer la denuncia y para expresar la tolerancia cero ante estos actos. Por ello esta película es aconsejable para hacer visible lo invisible y para que comience a crearse un ambiente social en el que esa denuncia tenga acogida. Porque la Universidad es algo muy importante, pero lo que no puede ser es una ciudad sin ley...
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