Cine y Pediatría ha pasado a la acción docente en dos actos recientes en Alicante, demostrando a su vez que se puede ser profeta en tu tierra:
- El 25 Febrero de 2016, en el contexto de la IV Muestra Internacional de Cine Educativo (MICE), tuvo lugar la ponencia "¿Te atreves a prescribir películas en Oncología Pediátrica?"
- El 15 de marzo de 2016, en el contexto de las Jornadas de Formación de la Asociación de Padres Alicantinos de Niños Oncológicos (ASPANION), desarrollamos el taller "10 películas para ayudar a conocer mejor el cáncer en pediatría".
Llevamos tiempo defendiendo que los entornos sanitarios no sólo hay que prescribir sofisticadas pruebas diagnósticas y modernos tratamientos, sino también películas que ayuden a comprender la enfermedad y los enfermos, a humanizar la atención, a mejorar las fases de todo duelo y a profundizar en la relación entre profesionales sanitarios y pacientes.
La prescripción de películas puede orientarse a muy diversos receptores: a estudiantes de medicina, a residentes de pediatría (y otras especialidades), a los propios especialistas médicos y a otros profesionales sanitarios; también podrían “prescribirse” a familiares de los niños enfermos e, incluso, a los propios niños y/o adolescentes (sanos o enfermos), estudiando muy bien el objetivo que se pretende en cada receptor, para que el mensaje positivo llegue correctamente.
Porque, al igual que cualquier medicamento tiene indicaciones y contraindicaciones, condiciones de uso, interacciones y efectos adversos, asimismo, una película debe mirarse con los mismos ojos. No consiste en prescribir, sino en prescribir bien. No consiste en recetar, sino en hacer un buen uso de aquellas películas con alto valor humano, afectivo y emocional, por sus enseñanzas: en este caso hablamos de las que hemos denominado como películas “argumentales”.
No todas las películas serán válidas para todos los potenciales espectadores y debe ser un tema que se maneje con la prudencia, ciencia y conciencia que se merece, teniendo muy presente (en el caso de que nos dirijamos a familias y pacientes) la fase de la enfermedad y el estado de ánimo. Pero no debemos despreciar el valor que tiene el cine como arma educativa y como herramienta de reflexión, y el impacto que puede tener como estrategia de afrontamiento, cuando se pasa de un mero espectador a un auténtico protagonista en la vida real.
Y en estas dos exposiciones comentadas nos atrevemos a prescribir películas (argumentales y relevantes) que nos muestran, con distintas dosis de ciencia y conciencia, el mundo y las emociones del cáncer en la infancia. Películas que proceden de distintos países, pero que, aunque hablen distintos idiomas, hablan de similares duelos y sentimientos.
De la recopilación realizada, destacamos 10 títulos, por ser películas que atesoran valores y que pueden ayudar a mejorar la relación médico-paciente. En orden cronológico son:
- Planta 4ª (Antonio Mercero, 2003)
- Camino (Javier Fesser, 2008)
- La decisión de Anne (Nick Cassavetes, 2009)
- Cartas a Dios (Eric-Emmanuel Schmitt, 2009)
- Cartas al Cielo (Patrick Doughtie y David Nixon, 2010)
- Surviving Amina (Bárbara Celis, 2010)
- Vivir para siempre (Gustavo Ron, 2010
- Declaración de guerra (Valérie Donzelli, 2011)
- Maktub (Paco Arango, 2011)
- Bajo la misma estrella (Josh Boone, 2014)
Porque en una patología tan sensible para pacientes, para familiares y para profesionales sanitarios, como es el cáncer en la infancia y adolescencia, la prescripción de estas películas puede orientarse a estudiantes de medicina, a residentes de pediatría (y otros residentes en formación) a su paso por los servicios/unidades de Oncología Pediátrica, a los propios especialistas en pediatría y oncología y a otros profesionales (enfermería, auxiliares, etc.) que trabaje con niños oncológicos.
Porque no debemos despreciar el valor que tiene el cine como arma educativa y como herramienta de reflexión, y el impacto que puede tener como estrategia de afrontamiento, cuando se pasa de un mero espectador a un auténtico protagonista en la vida real. Afrontamiento que es especialmente importante en tres fases del cáncer en pediatría: en la fase del diagnóstico (incredulidad y sensación de injusticia, dolor), en la fase del tratamiento (y sus fases de negación, incomprensión, indefensión, impotencia, etc.) y en la fase del pronóstico (con la vida, la muerte y las secuelas como corolario).
Os invitamos a realizar un recorrido por la vida y los sentimientos de Miguel Ángel, Camino, Kate, Oskar, Tyler, Amina, Sam, Adán, Antonio, Hazel… y por la vida de sus familias y de los sanitarios que los han atendido.
Os dejamos la presentación que compartimos con los voluntarios de ASPANION justo ayer tarde en el Hospital General Universitario de Alicante.
e.
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