Las vacaciones de verano ya están aquí. Y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), a través de su web "Familia y Salud", ha elaborado una serie de recomendaciones dirigidas a los padres sobre prevención de accidentes y sobre un adecuado aprovechamiento del tiempo. Estas recomendaciones pueden consultarse en este documento. Son las siguientes:
Seguridad en el agua. Medidas de protección
El agua es uno de los elementos que más preocupa a los padres en estas fechas, pero
existen una serie de pautas que pueden hacer que tu hijo se maneje sin riesgos en el medio
acuático. En la medida de lo posible es importante enseñar a los niños a nadar y a bucear
desde pequeños. Recuérdales que intenten bañarse acompañados, es más divertido y
podrán pedir ayuda si tienen algún problema. Si te quedas en la orilla, no les pierdas de
vista y asegúrate de que ellos puedan verte (recuerda que nunca debes dejar a un niño al
cuidado de otros niños). Desde pequeños, incúlcales la importancia de conocer y respetar
las zonas de baño y las señales de advertencia, así como las indicaciones de las banderas en
la playa. Cuidado: todos los años mueren niños ahogados por falta de supervisión.
Recuerda que tú eres el mejor ejemplo para tu hijo, no te metas de forma brusca en el
agua, ni te tires de cabeza sin comprobar antes la profundidad. Utiliza siempre cremas
protectoras solares, con factor 15 o superior. Si es posible, aplícalas 30 minutos antes de
estar expuesto al sol y vuelve a aplicarlas cada dos horas y después del baño. Protege tus
ojos y los de tus hijos con gafas de sol. Los rayos del sol pueden lesionar tu piel y ojos,
produciendo quemaduras y cáncer. Dales de beber agua de forma continua y procura que
estén a la sombra.
Primeros auxilios. ¿Qué puedo hacer yo?
Casi siempre, la primera persona que atiende una emergencia no es un profesional
sanitario, sino un familiar o viandante. Por eso es bueno tener unos conocimientos básicos
para saber qué hacer en estas situaciones, ayudando a accidentados o enfermos
repentinos mientras llegan los sanitarios.
Lo más importante en estos escenarios es conservar la calma y tratar de evitar nuevas
lesiones o que se agraven otras existentes. Es importante no mover al niño accidentado,
salvo que corra peligro en el lugar en que está o haya que practicarle una reanimación
cardiopulmonar. Mientras el personal sanitario llega hasta el lugar, debe tranquilizar al
herido y mantenerlo caliente; no es recomendable darle comida, bebida ni medicación.
Recuerda que la actuación básica en primeros auxilios se resume en las siglas P.A.S.
(Proteger, Avisar, Socorrer).
1. PROTEGER. Hay que hacer seguro el lugar del accidente. Siempre es mejor alejar el
peligro que mover al accidentado (cortar la corriente si hay un electrocutado, controlar el
fuego y ventilar si hay humo, aparcar bien y señalizar el siniestro si hay un accidente de
tráfico…).
2. AVISAR. Llamar al 112. En primer lugar hay que identificarse. Después, informe del lugar
exacto, tipo de accidente y las circunstancias que lo pueden agravar. Se debe informar
también del estado del paciente y de sus heridas.
3. SOCORRER. Siempre hay que tener presente dos prioridades: salvar la vida y evitar que
las lesiones se agraven. Se hará una valoración primaria para identificar las situaciones que
pueden amenazar la vida (estado de consciencia, respiración, circulación sanguínea, buscar
pulsos, hemorragias…) y una valoración secundaria analizando el resto de lesiones,
siguiendo un orden descendente desde la cabeza hasta las extremidades:
Si la persona está consciente y es capaz de comprender, hay que tranquilizarle y ofrecerle
confort hasta que lleguen los sanitarios. Si no reacciona pero sí respira, hay que colocarla
en posición de seguridad (posición lateral, extender un brazo por encima de la cabeza y
flexionar la rodilla para estabilizarlo). Si no respira, habrá que iniciar la reanimación
cardiopulmonar básica.
Deberes escolares, ¿Cómo ayudar?
Hoy en día, los padres se implican más que nunca en los deberes escolares. Pero no
siempre lo hacen de forma adecuada. Un mal apoyo puede generar dependencia y
transmitirle la idea de que no es capaz de hacerlos por sí mismo.
Es fundamental estar cerca y disponible para apoyar y guiar al niño cuando le haga falta.
Asegúrese de que el niño sepa que le va a ayudar si surge algún problema, aunque también
es importante que trabaje de forma independiente.
Algunas estrategias para que el camino resulte más fácil son:
- Establece una rutina de trabajo y un horario regular. Enséñale a distribuir el tiempo y a
dividir los deberes en pequeñas tareas más asequibles.
- Organiza estratégicamente las sesiones de deberes. Algunos niños pueden preferir hacer
primero los trabajos más difíciles. En cambio, otros prefieren primero las tareas más fáciles.
El descanso es fundamental.
- Incúlcale habilidades organizativas. Puede ser útil enseñarle técnicas de estudio. Al
principio un niño no es organizado de manera natural, no sabe cómo estudiar, así que
ayúdele a aprenderlo.
- Enséñale a aplicar las cosas del colegio al mundo real. Aprovecha cualquier momento para
reforzar lo aprendido. Le resultará más atractivo.
- Anímale a pedir ayuda cuando le haga falta. Elogia siempre su esfuerzo, mucho más que
los resultados obtenidos.
Si el niño se queja constantemente de los deberes o le cuesta mucho hacerlos puede
indicar un problema. En algunos casos, los niños sólo necesitan aprender y practicar unos
buenos hábitos. Si tu hijo lo pasa realmente mal al intentar entender o hacer los deberes,
puede que haya problemas de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH) o dificultades visuales o auditivas que interfieran en su progreso.
Decálogo del niño viajero
Si vas a viajar este verano es importante planificar tu viaje con antelación. La AEPap
recomienda leer el “Decálogo del Niño viajero”, un documento que recoge las diez normas
básicas a tener en cuenta antes de viajar para disfrutar al máximo del viaje.
De entre las recomendaciones más destacadas destaca la importancia de informarse acerca
de las vacunas necesarias, ante un viaje internacional es muy importante asegurarse de
que nuestros hijos tienen todas las dosis de vacunas correspondientes para su edad. Pero
hay otras vacunas que pueden ser necesarias, según el destino (Fiebre Amarilla, Hepatitis
A, Fiebre Tifoidea, Cólera, etc…) Se trata de completar el número de dosis adecuadas en el
mínimo tiempo posible antes del viaje.
Además es recomendable preparar y llevar un botiquín en el que guardar cosas tan básicas
como un termómetro, tiritas, suero oral o ibuprofeno o protegerse frente al calor, así como
la tarjeta sanitaria europea o un seguro de viaje si vas a salir al extranjero. Es esencial
protegerse de los mosquitos que transmiten enfermedades como dengue, zika, malaria.
La serie de decálogos de la AEPap, que entre otros incluye el del niño viajero, consisten en
un conjunto de documentos en el ámbito de la promoción y educación para la salud, sobre
temas relevantes y útiles para los padres, como el manejo de la fiebre, la promoción de una
alimentación sana, las vacunas, Accidentes en la Infancia, uso de antibióticos etc. Se editan
en formato de carteles para su difusión desde las consultas de pediatría de AP y en
documento pdf descargable gratuitamente desde la web FamiliaySalud.eshttp://www.familiaysalud.es/.
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