En el año 2002, Fundación Lilly publicó el libro titulado "Reflexiones sobre la Ciencia en España. El caso particular de la biomedicina", que supone el antecedente de esta obra con el mismo título y publicada en el año 2016, una puesta al día catorce años después.
La obra de 504 páginas, en la que han participado más de 20 científicos y emprendedores, analiza la situación actual de la ciencia en España, “con énfasis especial en las oportunidades que tenemos por delante”, concreta el doctor José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly. Incluye también ejemplos concretos de centros de referencia en investigación e innovación, en los que “además de demostrar que es posible, se describe cómo han logrado introducir los cambios culturales y organizativos necesarios que les han permitido crear y mantener investigación de excelencia”.
Como aportación principal, la obra incluye ejemplos de centros de investigación españoles que han conseguido situarse dentro de la élite mundial. A pesar de estos casos de éxito, el libro reconoce que “España posee un sistema de investigación de calidad pero en exceso polarizado”, es decir, a pesar de los ejemplos de excelencia la media es baja. Para ello, los autores apuestan por fomentar la educación y la cultura para garantizar que el poder ejecutivo cuenta con una clase instruida en ciencia. También proponen cambiar el modelo de gestión de la investigación hacia uno más flexible, competitivo e internacionalizado.
El volumen reflexionando sobre las razones que nos han conducido a la misma y aporta sugerencias sobre las posibles soluciones, en el contexto actual español.
La segunda parte del libro centra su atención sobre la Ciencia Biomédica, adentrándose en el estado de la investigación en España, desde los centros dedicados al conocimiento básico, a los hospitales y centros en que se realiza la investigación clínica, y el desarrollo empresarial de las aplicaciones, poniendo de relieve sus virtudes y carencias. Dada la notoriedad de los autores y la actualidad y trascendencia del tema, “esperamos que la obra pueda merecer la atención del mundo científico, y suponga una llamada de atención sobre la necesidad de que España se sitúe en Ciencia en el lugar que por su peso político, social y económico le corresponde” en palabras del Doctor Gutiérrez Fuentes. Los autores, con amplia experiencia en la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico, recopilan, actualizan, analizan y proponen soluciones a lo que en general se considera como situación no deseable, poniendo a disposición de los investigadores, clínicos y decisores científicos y sanitarios españoles una extensa información y un amplio catálogo de ideas, confiando representen el sentir y la opinión de buena parte de los científicos y de los ciudadanos en general.
¿Merece la pena publicar un nuevo libro de reflexiones sobre la ciencia en España? Es obvio que si la obra que en estos momentos tiene en sus manos es una realidad, es porque en el momento en que fue planteada, la respuesta dada a esta pregunta fue afirmativa. Pero lo cierto es que no se trataba de una pregunta sencilla. Utilizando el símil que propone el Dr. Fernando Baquero, el conocimiento científico crece de la misma forma que lo hace un montón de arena: para que el vértice se eleve un poco es necesario añadir mucha arena que amplíe la base de sustentación. Pero, aparte de dedicar más recursos a la investigación, debemos conseguir que nuestra sociedad entienda los beneficios de contar con una ciencia de primer nivel. De ahí la importancia de mejorar la educación en todos sus niveles; de reconocer y premiar a los investigadores y sus equipos, contribuyendo a que estos sean admirados por la sociedad y, muy particularmente, por los más jóvenes; de seguir fomentando el debate, la reflexión y la inversión en la Ciencia con el fin de mostrar a la sociedad que los descubrimientos científicos contribuyen de manera notable a mejorar nuestra calidad de vida.
A través de este libro se quiere contribuir a esos fines, con el convencimiento de que el cambio es posible, que «se puede hacer» y que nuestra entrada en un mundo global ya ha empezado a cambiar nuestra forma de afrontar un futuro mejor para todos. Permanecer ajenos a esta realidad sería sencillamente suicida y nos conduciría a la marginalidad como sociedad y como país. Recordemos las palabras de don Santiago Ramón y Cajal: «Considerad que cada idea nueva, no contrarrestada por otra nacida entre nosotros, es un eslabón más de nuestra servidumbre mental, es una contribución que deberemos pagar en oro».
Como siempre, la reflexión es el primer paso para la acción de calidad. Y en ciencia, como en tantos aspectos de la vida, obras son amores y no buenas razones.