Como última voluntad del industrial sueco Alfred Nobel, se instituyeron a finales del siglo XIX los premios que llevan su nombre, pero comenzaron a entregarse en 1901 en las categorías de Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura y Paz. Y a partir de 1968 se estableció también el Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel.
Seis categorías de Premios Nobel llenos de anécdotas, recuerdos y vivencias. Uno de los premios más apreciados del orbe. Todos son apreciados, pero los más recordados son, sin duda, los de Literatura y Paz (en el caso de los sanitarios, tenemos el lógico sesgo por el de Medicina). Es verdad que todo premio suele contentar a uno, y no dejar muy contentos a muchos. Pero es cierto que algunos vienen acompañados de asentimiento casi general y otros de marcada desaprobación.
El Premio Nobel de Literatura ha ido a parar a 40 países. Más de la mitad solo han recibido uno, pero tres países destacan: Alemania con 10, Estados Unidos con 12 y Francia con 15. Y recordamos grandes nombres, pero con emoción los 11 galardonados de habla hispana: los españoles: José Echegaray (1904), Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989); los chilenos: Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971); el guatemalteco: Miguel Ángel Asturias (1967); el colombiano: Gabriel García Márquez (1982); el mexicano: Octavio Paz (1990); el peruano: Mario Vargas Llosa (2010).
Pero también se recuerdan a los grandes olvidados por este Premio Nobel, como Marcel Proust, Vladimir Nabokov, Franz Kafka, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, León Tolstói, Émile Zola, Henrik Ibsen, Paul Valéry o Benito Pérez Galdós, por mencionar sólo algunos.
Y este año se le ha concedido al cantante Bod Dylan "por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción". A algunos esta decisión nos ha parecido incoherente (claro que un cantante tiene que tener letras, pues sino sería música solo, pero eso forma un todo que tiene sus premios de la música asociados), injusta (por los que se dedican como oficio a escribir libros, poemas, tesis e hipótesis, que trabajan con editores para intentar vivir de ello, algunos en la espera de pasar a la lista de olvidados como no le llegue antes que ya no estén) y mediocre (por la figura del personaje en la corta distancia, algo que ya he explicado... y que está demostrando una vez más y de nuevo). Porque lo de este año con Dylan va camino de convertirse en un culebrón innecesario y en donde algún Nobel como Vargas Llosa ha dado su opinión y algún Académico de la Lengua Española como Pérez Reverte lo reafirma, y éste último propone a Joaquín Sabina, como yo, pues además ha escrito el himno de la mejor afición de fútbol, la del Atlético de Madrid.
Y es que Dylan no entiende de las 5 palabras que pueden salvar el mundo (y su poco prestigio fuera del icono): Si (lo recibo), Gracias (por concederlo), Por favor (no lo vuelvan a hacer), Lo siento (por no contestar sni al teléfono de los suecos de la Academia), Nosotros (y no yo, mi, me, conmigo...)
El Premio Nobel de La Paz se otorgado a 98 personas y a 20 organizaciones. Se considera el más controvertido de los Premios Nobel y muchos de sus acreedores han sido muy criticados, especialmente los políticos, no generalmente las organizaciones. De hecho, en un total de 19 años no se ha otorgado, lo que supera la cantidad de veces que cualquier otro Premio Nobel no ha sido entregado. El Comité Internacional de la Cruz Roja lo ha recibido en tres ocasiones (en 1917, 1944 y 1963) y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en dos (en 1954 y 1981). Algunos son recordados con general buena sintonía, como Albert Schweitzer (1952), Martin Luther King (1964), Teresa de Calcuta (1979) o Nelson Mandela (1993). Otros plantearon diferencias de opinión.
Y este año se le ha concedido al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos "por sus grandes esfuerzos para finalizar la guerra civil de más de 50 años en Colombia". Que no digo yo que no, pues no voy a ser yo quien entre en la disputa entre "uribistas" y "santistas" en la forma de entender el proceso de paz en ese querido país para mi (y con tantos amigos), pero que este premio se lo den justo unos días después de conocer que el plebiscito en Colombia dice "no" al acuerdo de paz con las FARC (donde la abstención de más del 60% y la pésima imagen de la guerrilla fue determinante en el resultado de la votación)... es como menos, algo precipitado, casi un oximoron.
No suelo comulgar con ruedas de molino, vengan de la OMS o de los Premios Nobel. Y no llevo bien (pero que nada bien, que le vamos a hacer) la injusticia, la incoherencia y la mediocridad. Porque la justicia, la coherencia y la excelencia son buenos compañeros de viaje en la vida,... también en los Premios Nobel. Este año en los dos "nobeles más populares" de la Academia sueca y el Parlamento noruego han abierto la veda, ellos sabrán... y con su pan se lo coman.
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