Es éste un tema cansino y fatigoso de por sí. De hecho, después de casi tres décadas trabajando como pediatra, veo ahora lo que ya veía hace lustros: van a por nosostros, los pediatras de atención primaria.
No le importamos al sistema sanitario. Nuestra labor y trabajo no son respetados. Somos minoría en los centros de salud. Se minusvalora nuestra función y nuestra forma de trabajar. Determinados colectivos de la medicina familiar también nos tienen desde hace mucho tiempo en el punto de mira. Quieren acabar poco a poco con nosotros y las formas son diversas: no cubriendo con pediatras las plazas de pediatría de los centros de salud que se liberan por jubilación, no convocando el número suficiente de plazas MIR para garantizar nuestro recambio generacional... Hay muchas y muy diversas formas de acabar con nosotros en España, uno de los países que menor tasa de mortalidad infantil tiene de todo el planeta. Menor, por ejemplo, que la del idealizado - por algunos - National Health Service británico donde no hay un solo pediatra en el primer nivel de atención.
La penúltima - porque la última no será - felonía que quieren cometer con nosotros es, en la Comunidad de Madrid, quitarnos a los niños mayores de 7 años y pasarlos a los médicos de familia. Retrocediendo al pleistoceno, a tiempos previos a la reforma de la atención primaria. Volviendo a los tiempos de los ambulatas de dos horas. Un retroceso en toda regla.
Sí, van a por nosotros de muchas y muy diversas maneras. Y no van a parar. Yo no soy optimista. Pertenezco a una generación, los que andamos por los 50ypico, muy activa y dinámica pero sin reemplazo. Ya se están encargando las autoridades pertinentes de convocar cantidades homeopáticas de plazas MIR de Pediatría. No tenemos recambio. Estamos, yo, mi generación, en una vía muerta. Están esperando a que nos jubilemos si no nos morimos antes. Y no nos reemplazarán por pediatras. Serán los médicos de familia (contra los que nada tengo) los que ocupen nuestros puestos.
Diversas sociedades pediátricas han firmado un comunicado sobre el atropello que si nadie lo remedia quiere cometerse en Madrid. Desde este blog le damos también difusión. Espero que de algo sirva... aunque soy pesimista. Quieren nuestra desaparición y en ello están todas las Comunidades Autónomas más o menos de acuerdo, cada una con métodos tan diferentes como ruines. Solo una actitud unida por nuestra parte como también la presión de los padres pueden, quizá, frenar esta situación .
He de decir, como médico de familia cubriendo un puesto de pediatría de AP, desde hace más de 6 años, que creo que la hiperespecialización que se realiza durante el MIR de pediatría hace que pocos de los pediatras de las nuevas generaciones quieran venir a pasar la consulta a primaria, y ya no hablamos de atención rural. Pocos están dispuestos a dejar hospitales para venir a cubrir plazas en las que lo que se ve, básicamente es patología aguda y mucha, mucha demanda, a un ritmo de 1 paciente cada 5 minutos. En épocas malas, podemos llegar a ver 60 niño en un día. En mi centro de salud, de hecho se ha creado una plaza de nueva creación de pediatría y ha sido IMPOSIBLE suplirla con un profesional especialista en pediatría, y han estado buscando 2 años, a través de bolsa de empleo, por contactos privados y nada... al final es un médico de familia el que ha ocupado esa plaza. Y no porque no queramos que sea un pediatra el que lo cubra, sino porque, a día de hoy, pocos o muy pocos (yo diría casi ninguno)son los que quieren.
ResponderEliminarEn Lleida, con la escusa de que no hay pediatras,se estan amortizando las plazas vacantes por jubilación y convirtiendolas en plazas de medicina de familia
ResponderEliminar