Blog personal, no ligado a ninguna Sociedad científica profesional. Los contenidos de este blog están especialmente destinados a profesionales sanitarios interesados en la salud infantojuvenil
Las redes sociales son de inevitable apoyo para difundir y compartir la información de calidad que se genera. Viralizar valor añadido es aprovechar los recursos de la red.
En el portal de formación virtual de la Asociación Española de Pediatría (AEP), CONTINUUM, iniciamos hace años el camino de Twitter, @ContinuumAEP, donde ya contamos con más de 3.500 seguidores y una importante actividad.
Y desde este pasado fin de semana hemos iniciado el camino de Facebook: ContinuumAEP.
Os invitamos a conocer nuestra página y a seguirnos, pues nuestras actualizaciones docentes son diarias en temas relacionados con la edad pediátrica:
- Los lunes nuestras Herramientas para la consulta y Biblioteca bajo el hastag #SabesQue_ContinuumAEP.
- Los martes publicamos la tan popular sección La Imagen de la Semana.
- Los miércoles publicamos cada dos semanas los Casos Clínicos Interactivos y de forma ocasional las Píldoras Formativas.
- Los jueves alternamos dos secciones: Novedades Bibliográficas y Artículo Destacado.
Y claro está, nuestra joya de la corona, los Cursos On Line, con una duración media de 3 meses y que publicamos aproximadamente un nuevo curso cada mes, como siempre cursos liderados por alguna de las Sociedades científicas o Comités de la AEP.
A punto de cumplir cuatro años el próximo septiembre, nos adelantamos a este cumpleaños con esta novedad. Y seguiremos informando de otras novedades que ya están en marcha.
El año pasado el Oscar a la Mejor película de animación fue para una cinta maravillosa para todos los públicos, pero especialmente para adultos, una película sobre la mente y las emociones que todos recordamos bien: Del revés (Pete Docter y Ronnie del Carmen, 2015),
Y en la última edición, cinco películas competían por este galardón, las estadounidenses Valana, Kubo y la cuerda mágica y Zootrópolis, la francesa (en coproducción con Bélgica y Japón) La tortuga roja y la suiza (en coproducción con Francia) La vida de Calabacín. Pues bien, el galardón lo obtuvo Zootrópolis, pero la emoción lo puso La vida de Calabacín, la obra en stop motion que hoy nos convoca.
La vida de Calabacín (Claude Barras, 2016) es una historia dura que tiene a la infancia como protagonista, relatando una realidad más común de la que fuera deseable. Calabacín es el extraño apodo de Simon, un niño de 9 años que, después de la repentina muerte de su madre alcohólica, se hace amigo de un policía llamado Raymond, quien le acompaña a su nuevo hogar, un hogar de acogida donde viven otros niños de su edad, niños y niñas huérfanos, cada uno de ellos con duras historias en la mochila. Calabacín lucha por adaptarse a ese nuevo hogar que siente en principio extraño y hostil, pues es un orfanato que recoge un crisol de abusos sobre la infancia y que en la película se nos presenta como un lugar de reconstrucción vital. Un lugar donde Calabacín tendrá un grupo de amigos en los que confiar, en el que se enamorará y que le servirá de paño de lágrimas para borrar las huellas de un pasado terrible. Un mensaje directo y profundo, con bellas imágenes animadas y que se nos devuelve como un bofetada de emociones, un puñetazo a eso que se viene en llamar como la sociedad de bienestar, ajena a todo tipo de abusos.
La producción suiza del realizador Claude Barras es una película agridulce que evoca los trazos de un dibujo infantil, cuyos personajes se identifican con los ojos grandes y muy abiertos, para ver con asombro un mundo hostil y, a la vez, crear emoción y empatía. Y lo hace a través de algo que Barras conoce bien, como es el corto (y este su primer largo dura solo 66 minutos) y la técnica del stop motion, donde los muñecos se animan fotograma a fotograma, muñecos de látex en este caso y que dan la sensación de movimiento al reproducirse a 24 tomas por segundo, con oficio y paciencia para dotar de fluidez y expresividad a los personajes. La imaginación (y el corazón) del espectador hace el resto.
La vida de Calabacín es una historia de niños maltratados dirigida a todo el mundo, adaptación de la novela de Gilles Paris, "Autobiographie d’une courgette", publicada en el 2001 y que ahora cuenta en el guión de Céline Sciamma, la joven directora francesa que no entiende de géneros y gran especialista de los insondables misterios de la infancia, tal como lo ha demostrado en su trilogía Lirios de agua(2007), Tomboy (2011) y Girlhood (2014).
La vida de Calabacín nos hace reír y llorar a partes iguales, donde cada menor del orfanato encarna una herida diferente.Simon/Calabacín se conoce al dedillo los historiales de todos. Alice, con su rostro semioculto por el flequillo, tiende a sufrir movimientos compulsivos, pues sabe que su padre le hacía cosas malas, pero no cuáles exactamente. Jujube siempre necesita una tirita porque le duele la cabeza; mientras, su progenitora recibe tratamiento psiquiátrico. Bea está desamparada por una decisión política, ya que su madre fue expulsada del país y retornada a África. Ahmed se hace pis en la cama desde que su padre está en la cárcel, cárcel a la que llegó tras ser detenido por un atraco para conseguir dinero para poder regalarle unas zapatillas Nike a su hijo. Y a Camille, la última en llegar, su papá le enseñó a utilizar una pistola, antes de disparar contra la madre delante de la niña. En este ambiente marcado por el dolor y el sentimiento de abandono, Calabacín aprende a rehacer los vínculos de afecto, compañerismo y filiación.
La vida de Calabacín ha cuidado el fondo y la forma, el contenido y el continente al tratar con mimo temas crueles. No es de extrañar que esté siendo todo un éxito de crítica y público en los festivales por los que ha pasado, pues es una apuesta diferente, valiente y pedagógica de cine para niños y adultos.
Calabacín y los demás niños nos muestras una historia sorprendentemente universal, donde la salvación nos muestra que pasa por aprenderá a amar y a confiar en los otros.
Y este mensaje nos llega a través de escenas para el recuerdo:
- Un comienzo espectacular: un niño pinta una cometa y alrededor botes de cerveza... y luego entendemos el por qué: una trágica situación expuesta con poesía.
- La llegada al internado y la presentación a la directora: "Le presento a Ícaro. Pero creo que prefiere que le llamen Calabacín". Y todos sus enseres son una cometa (que le recuerda a su padre) y un bote de cerveza (que le recuerda a su madre).
- La confesión en tono de amistad del compañero que le hacía acoso al principio, una historia familiar a cada cual más trágica. La confesión de Simon a su amiga Camille: "A veces sueño que soy mayor y que estoy con mi madre. Ella sigue hablando sola y bebiendo cerveza. Y yo también bebo mucho. Me alegra saber que eso no pasará nunca".
- Y cuando Simon y Camille son adoptados por Raymnod surge una reflexión de Simon al ver llorar a Camille: "¡ A veces lloramos porque estamos contentos!".
- Y la carta final (y colofón): "Querido Simón. Decías que el hospicio era para quienes no tienen a nadie que les quiera. ¡Pero te equivocabas, porque nosotros no te hemos olvidado! Y tampoco hemos olvidado a los demás".
La vida de Calabacín no ganó el Oscar. Pero algunos críticos opinan que es la mejor película de animación europea (y del mundo) de 2016. Y que al verla se coge el riesgo de morir de ternura, con ese don de reivindicar la inocencia como implacable arma para conjurar el dolor, para reconstruir la infancia maltratada. Y con valor añadido que no podemos obviar: en la película subyace una defensa de las infraestructuras que, como los asistentes sociales, policías y orfanato, intentan compensar el desamparo al que se han visto sometidos estos pequeños a través de un trato humano que va más allá de cumplir el expediente administrativo.
La vida de Calabacín es la de muchos... Y también sentimos que sus ojos grandes nos miran.
El 4 de octubre comenzará un nuevo curso on-line en la plataforma Continuum: "Lactancia materna para pediatras: lo que todos debemos saber", organizado y coordinado por el Comité de Lactancia Materna de la AEP.
Los objetivos del curso son:
- Recordar los beneficios de la lactancia para los niños, las mujeres y la sociedad.
- Conocer las características de los centros sanitarios IHAN.
- Saber las características del amamantamiento normal en su inicio y a lo largo de la vida del niño.
- Realizar una historia clínica de lactancia y análisis de una toma.
- Reconocer los problemas de lactancia más frecuentes tanto del niño como de la madre y la solución de los mismos.
- Abordar la lactancia materna en situaciones especiales.
Y estos serán los capítulos que se van a tratar:
- Importancia de lactancia materna (LM). Promoción de la LM.
- Amamantamiento normal.
- El lactante mayor.
- Situaciones especiales.
- Cuidados y problemas del lactante.
- Cuidados y problemas de la madre.
El curso estará en activo hasta el 21 de noviembre de 2017 y es un curso para cualquier profesional sanitario interesado en la formación en un tema tan relevante como es la lactancia materna.
Toda la información necesaria (y la inscripción al curso a precios muy asequibles) en la web de Continuum. Os esperamos a la vuelta del verano, pero ya podéis comenzar a inscribiros.
En el año 2015 se convocaron los primeros Premios Hospital Optimista, con el objetivo de reconocer aquellas iniciativas o prácticas positivas que contribuyen a generar un entorno más saludable para el paciente y su familia. Y en poco tiempo se ha convertido en un referente nacional de la humanización en el entorno sanitario, una fuerza motriz que promueve las sonrisas en los hospitales.
Ya en el año 2016, en los II Premios, nuestro Servicio de Pediatría se presentó con el proyecto "La cultura y el deporte se ponen la bata y el fonendo". Y comenzamos el camino de lo que se considera un #HospitalOptimista, apostando por uno de los puntos fuertes y vinculado a un valor esencial en la sanidad del siglo XXI: la HUMANIZACIÓN.
El proyecto "La cultura y el deporte se ponen la bata y el fonendo" es un proyecto desarrollado entre el Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario de Alicante (HGUA, perteneciente a la Consellería de Sanitat Universal i Salut Pública) y la Unidad Pedagógica Hospitalaria (UPH, perteneciente a la Consellería d´Educació) de dicho hospital, perfectamente integrado en la misión, visión y valores de nuestra organización sanitaria.
Y este año 2017 nos presentamos a los III Premios, también en la modalidad Proyectos Pediátricos, con el proyecto "UN HOSPITAL DE CUENTO" un proyecto desarrollado de forma multidisciplinar por cuatro entidades. Dos dentro del propio HGUA: el Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario de Alicante y la Unidad Pedagógica Hospitalaria de dicho hospital, perfectamente integrado en la misión, visión y valores de nuestra organización sanitaria. Y dos de fuera del hospital: el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) y el pueblo de Onil, el mayor fabricante de muñecas de España, y su Asociación de Amigos de la Muñeca.
Los objetivos de nuestro proyecto son:
• Objetivo general: conocer las sociedades y su cultura a través del legado patrimonial que nos han dejado los hombres y mujeres del pasado creando un espacio común de trabajo entre el museo y el HGUA en beneficio de los niños enfermos para que su estancia en el hospital sea más agradable.
Trabajar por un hospital pediátrico optimista donde integrar la metodología educativa y psicosocial de la UPH en la dinámica del hospital, donde los niños y niñas vivan el ingreso hospitalario como algo más que un espacio sanitario y en el que suceden cosas maravillosas que no podrían suceder de otro modo o que difícilmente habrían vivido en otras circunstancias.
• Objetivos específicos:
- Comprender la importancia que ha supuesto el extraordinario legado cultural y tecnológico de nuestros antepasados.
- Fomentar en los escolares la afición por la arqueología, y a la historia acercándolos a sus herramientas y métodos de trabajo.
- Comprender el trabajo del arqueólogo y del historiador, y su importante labor para la comprensión de la Historia.
- Valorar los descubrimientos y restos arqueológicos que se han realizado a lo largo de la Historia, descubrimientos e inventos que nos son útiles y nos ayudan a seguir progresando.
- Estimular la asistencia al aula hospitalaria y su participación dentro de ella, y potenciar el trabajo en equipo.
- Reconstruir aspectos de la vida cotidiana en el pasado.
- Fomentar actitudes que promocionen el cuidado del patrimonio histórico.
- Darse cuenta como en nuestra provincia se han dado multitud de culturas y la convivencia entre ellas.
- Potenciar el patrimonio histórico como símbolo de identidad cultural, favoreciendo su estudio.
- Fomentar la lectura y la creatividad. Facilitar a través de la edición del cuento el reingreso del alumno a su centro escolar.
- Y con dos objetivos muy concretos de forma anual, correspondiendo a cada curso académico: 1) Creación por parte de los alumnos y del MARQ del CUENTO correspondiente a cada época histórica trabajada durante el curso académico en el Aula Hospitalaria; 2) Creación por parte de los fabricantes del pueblo de Onil de una MUÑECA correspondiente a cada época histórica. Ambas acciones se enfocan a un programa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) a favor de la Fundación del Servicio de Pediatría y dirigida a la investigación pediátrica y asociada a nuestro Instituto de Investigación ISABIAL.
Finalmente ya se conocen el Top 5 de la III edición de los Premios Hospital Optimista en las categorías de ‘Proyectos Adultos’, ‘Proyectos Pediátricos’ y ‘Capitán Optimista’. No estamos entre los seleccionados, lo cual nos alegra, pues indica que son muchos los proyectos presentados y de calidad.
Está claro que el hastag #HospitalOptimista está cundiendo en la conciencia de la atención sanitaria. Y está claro que nosotros seguiremos adelante, con "Un hospital de cuento": porque después de la Prehistoria, los Íberos y los Vikingos... este año llegan los Mayas. Nosotros salimos reforzados... y seguimos caminando en pos de la humanización, arteterapia y optimismo.
Abajo os dejamos el proyecto presentado, del que nos sentimos muy felices. Gracias a los autores del mismo y a todos los que lo hacéis posible cada día.
Los días 27 y 29 de noviembre de 2015 tuvo lugar en Burgos la reunión de Consenso sobre la "LA ÉTICA EN LOS CUIDADOS DEL NEONATO". Una reunión intensa y extensa de casi 100 profesionales (la mayoría del ámbito de la neonatología, pero también de la ética y la psicología) de todos los puntos de España para trabajar en cuatro módulos:
- El proceso de deliberación
- El cuidado paliativo
- La donación en asistolia
- El estrés en los profesionales.
De aquella reunión salieron una serie de conclusiones que se pensó que podía ser útil recogerlo en un artículo. Y durante más de un año se ha trabajado en sintetizar (y mantener la compresión) de lo allí comentado y concluido en cada uno de estos apartados. No ha sido una tarea fácil, especialmente para los líderes de este cometido (con el Dr. Juan Arnáez a la cabeza), pero finalmente el artículo ha visto la luz.
Durante los meses previos a la celebración de las Jornadas, el coordinador se reunió periódicamente con el responsable de cada grupo de trabajo. Cada grupo sintetizó la experiencia existente en su campo y la información procedente de bases de datos como Pubmed, Embase y Cochrane. El día de las Jornadas, se realizaron breves exposiciones de cada tema, concretando los puntos de mayor controversia y se abrieron espacios para la reflexión por parte del foro de expertos invitados.
Para la elaboración de este artículo se han utilizado el trabajo de síntesis realizado por cada grupo de trabajo, la información procedente del contenido de los debates y de las grabaciones realizadas durante las Jornadas. La información se resume mediante un texto breve donde se trata el marco de cada tema y se resalta el contenido más relevante. A través de figuras y tablas se sintetizan y completan aspectos de especial debate o consideración.
Las conclusiones más relevantes fueron la necesidad de que los profesionales adquieran formación en bioética y se ejerciten en la práctica de la metodología deliberativa para facilitar la toma de decisiones prudentes y razonables; la falta de desarrollo en los hospitales que atienden recién nacidos, del cuidado paliativo perinatal y del cuidado paliativo domiciliario neonatal; la necesidad de facilitar a las Unidades Neonatales recursos que ayuden a capacitar a los profesionales en técnicas de comunicación y de gestión del estrés emocional, así como delinear procesos operativos y protocolos para la donación de órganos.
El artículo puede revisarse en toda su extensión en este enlace de Anales de Pediatría. O en el archivo adjunto.
Se denomina como niño prodigio a todo niño menor de 10 años que domina uno o más campos científicos o artísticos, siendo las matemáticas, el ajedrez y la música las áreas más habituales. También, de forma habitual, se utiliza ese término para las pequeñas estrellas musicales o del cine que alcanzan el éxito en la niñez, pero no llegan a la esencia de los primeros.
La historia sitúa a Wolfgang Amadeus Mozart como el niño prodigio por antonomasia, pues se dice que con tan solo 5 años mostró una capacidad prodigiosa en el dominio de instrumentos de teclado y del violín y ya componía obras musicales, constatándose a los 8 años su primera sinfonía y a los 12 su primera ópera. A partir de ahí, otros niños extraordinarios más actuales, la mayoría de nombres poco conocidos. Por ejemplo, los estadounidenses William James Sidis alrededor de las matemáticas y lenguas, Jacob Barnett conocido como el Albert Einstein con autismo, y Gregory Smith en el mundo de las matemáticas; los indios Shakuntala Devi, conocida como la mujer computadora, y Akrit Jaswal, alrededor de la medicina y cirugía; el coreano Kim Ung-Yong en la física e ingeniería civil; etc. También Akiane Kramarik, joven artista que manifestó haber visitado el Cielo donde Jesús la ayudaría con un don para transmitir su mensaje a la humanidad, y que formaba parte de la historia de la película El cielo es real (Randall Wallace, 2014).
Porque además de El cielo es real, otras películas de Cine y Pediatría han abordado este tema tan especial y sensible como son los niños prodigio: Spellbound, al pie de la letra (Jeffrey Blitz, 2002), Pequeña Miss Sunshine (Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2007), El último bailarín de Mao (Bruce Beresford, 2009) o El extraordinario viaje de T.S. Spivet (Jean-Pierre Jeunet, 2013). U otras películas emblemáticas como El pequeño Tate (Jodi Foster, 1991), En busca de Bobby Fischer (Steven Zaillian, 1993) o Vitus (Fredi M. Murer, 2006). Todas ellas se plantean cómo educar a un niño superdotado para conseguir que sea feliz con su don, un don que en no pocas ocasiones se transforma en una desdicha.
Y hoy revisamos una película en cartel, bajo el título de Un don excepcional (Marc Webb, 2017), toda una aventura emocional de un pequeña heroína con poderes extraordinarios. Y para ello la obra cuenta con dos nombres avezados en el mundo de los héroes con poderes: su director, Marc Webb, quien, tras su aplaudida ópera prima, (500) Días juntos (2009), ha firmado las últimas obras de la saga del hombre araña, The Amazing Spider-Man (2012) y The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro (2014); y su protagonista principal, Chris Evans, quien no solo ha sido la Antorcha Humana en Los 4 Fantásticos, sino también El Capitán América de Los Vengadores. Pero ahora se reúne para hablar de una superheroína especial, una niña con un don excepcional, una superdotada de las matemáticas y que le viene de familia.
Frank Adler (Chris Evans) es un hombre soltero que está criando a su sobrina Mary (Mckenna Grace, extraordinaria en su papel), una niña de siete años con unas extraordinarias habilidades para las matemáticas. Algo que causa la admiración de sus profesoras ("Creo que su sobrina es superdotada") y quienes quieren dirigir la enseñanza de la niña en colegios especiales. Frank intenta que su sobrina lleve una vida normal, como cualquier niño de su edad, y que disfrute de su infancia, algo que no le ocurrió a su madre Diane, la hermana de Frank: "Le prometí a mi hermana que Mary tendría una vida normal. Estará mejor aquí". Una niña desdentada que vive con un gato tuerto de nombre Fred, que oye los consejos de su tío ("Tú solo intenta ser una niña") mientras practica casi sin querer el método Trachtenberg de cálculo mental y combinarlo con lo que sería normal para su edad: "No veo la tele, pero me enganché a Bob Esponja".
Pero estos deseos del tío, no son los de la abuela Evelyn (Lindsay Duncan) quien tiene otros planes para la niña y pretende potenciar sus habilidades para conseguir lo que su hija, y madre de Mary, no llegó a lograr (o quizás sí): desvelar uno de los 7 Problemas del Milenio, concretamente la resolución del problema de Navier-Stokes. Como consecuencia, Frank y Evelyn luchan en los juzgados por su custodia, pero que en el fondo es una disputa por el futuro de la niña y la orientación de su vida, donde hay que decidir por integrarse o destacar, apostar por adaptarse a una vida normal (¿qué es "normal"?) o convivir con lo anormal de su don excepcional: "Fran dice que no debo corregir a los mayores. A nadie le gustan las empollonas...".
Un don excepcional se ve muy bien, y se recomienda mejor, con escenas divertidas y otras emotivas: muy aconsejable para pediatras - y para todos - la de la la sala de espera de un hospital en espera de la reacción de los familiares ante un nuevo recién nacido en la familia. Y, además, la película nos acerca al menos a dos temas a destacar: aborda los Problemas del Milenio, algo desconocido para la mayoría que no nos movemos en el fascinante mundo de las matemáticas; y vuelve a plantearnos la pregunta sobre cómo actuar ante un niño superdotado.
Los Problemas del Milenio son siete problemas matemáticos considerados por los asesores del Clay Mathematics Institute (CMI) como los más decisivos de las matemáticas del siglo XX: P versus NP, la conjetura de Hodge, la conjetura de Poincaré, la hipótesis de Riemann, existencia de Yang-Mills y del salto de masa, las ecuaciones de Navier-Stokes y la conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer. A principios de 2017, únicamente uno de estos problemas ha sido resuelto, la hipótesis de Poincaré y lo fue por el matemático ruso Grigori Perelmán. La resolución de la hipótesis de Poincaré hizo que se le concediera la Medalla Fields, considerada el mayor honor al que puede aspirar un matemático, premio que rechazó.
Los Problemas del Milenio salieron a la luz de una manera espectacular y llamativa, pero la principal intención del CMI al proponer un premio de un millón de dólares a quien resolviera cada uno de los 7 problemas no era hacer de las matemáticas un espectáculo, sino elevar a la conciencia del público general el hecho de que en esta ciencia la frontera aun está abierta y llena de importantes problemas por resolver, problemas dignos de ser pensados por todos aquellos que aman el saber y la razón.
Curiosamente en Un don excepcional se nos acerca a este tema y a la posible resolución del problema de Navier-Stokes, algo que resultaba vital para una abuela amante de las matemáticas que había tenido una hija y una nieta con ese don excepcional. Pero quizás el problema el milenio no sea ese, sino cómo manejar la educación y crianza de los niños superdotados, pues son personas a tener muy en cuenta y que merecen nuestra atención y cuidado respecto a su integración social, familiar y personal, respecto a su estima y su autoestima. Y así lo resume Frank al final de la película: "Diane quería que Mary fuera una niña, que jugara y tuviera una vida feliz".
Porque al final, el verdadero problema del milenio para esta familia es qué hacer con Mary, qué hacer con los niños superdotados. Ya vimos hace tiempo una película similar (pero distinta), con otra protagonista infantil que nos encandiló y bajo el título de ¿Qué hacemos con Maisie? (Scott McGehee y David Siegel, 2013). Esta película pregunta ¿qué hacemos con Mary? y nos ayuda a reflexionar sobre ello, sobre cómo conseguir ser feliz en la infancia con un don excepcional.
En estos tiempos pintorescos de la posverdad es demasiado frecuente escuchar auténticos disparates acerca de supuestos - y nunca probados - y gravísimos efectos adversos de las vacunas, que una vez difundidos en los distintas redes sociales crean confusión en la población general. Es preciso detenerse, cargarse de razón y de argumentos de peso, y razonar con firmeza. Y no es una cuestión de quién tiene la razón, es una cuestión de ser coherentes con el cuidado de la salud de la población.
Ninguna vacuna se libra de la polémica, en mayor o menor medida.Pero la vacuna del virus del papiloma humano (VPH) ha sido punto y aparte. Por ello quizás valga la pena de difundir esta nota desde la página web del Comité Asesor de Vacunas y bajo el título de "LA OMS REVISA EL TEMA Y REAFIRMA LA GRAN SEGURIDAD DE LA VACUNA FRENTE AL VPH".
Una nota que aconsejo leer en su totalidad en la fuente original, pero en la que recogemos lo puntos de mayor interés:
- El Global Advisory Committee on Vaccine Safety (GACVS), comité asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha reunido recientemente para abordar la seguridad de distintas vacunas, entre ellas la vacuna frente al VPH.
- Desde 2006, casi 300 millones de dosis de vacunas frente al VPH se han distribuido en el mundo. Pronto, tras la aplicación de la vacuna, se advirtieron dos problemas relacionados con la vacunación: la anafilaxia y los síncopes. La incidencia de anafilaxia después de esta vacunación se estima en 1,7 casos/millón de dosis. Los síncopes, relacionados con la ansiedad y el estrés de la vacunación, son el efecto adverso más frecuente. Ningún otro efecto secundario relevante ha sido identificado y la OMS sigue considerando la vacunación muy segura.
- El posible mayor riesgo de síndrome de Guillain-Barré (SGB) en las personas vacunadas han descartado un riesgo mayor del 1 por millón de dosis de vacuna.
- Estudios procedentes de Dinamarca y Suecia han informado de posibles nuevos riesgos de la vacunación: síndrome de dolor regional complejo (CRPS), síndrome de taquicardia postural ortostática (POTS), insuficiencia ovárica prematura, insuficiencia ovárica primaria, tromboembolismo venoso y enfermedad celiaca. Tras el examen de los datos procedentes de extensos estudios poblaciones, el GACVS descarta la implicación de la vacunación frente al VPH en la etiología de estas entidades.
- La vacunación del VPH en mujeres en edad fértil conlleva el riesgo de la vacunar a embarazadas, que desconocen esta circunstancia en el momento de la vacunación. El GACVS ha examinado los informes de miles de estos casos, concluyendo que la vacunación no constituye ningún riesgo para la mujer embarazada ni para sus recién nacidos.
- La OMS se muestra preocupada por la incesante reiteración de casos individuales y declaraciones no sustentadas por datos comprobados, la mayoría de ellas espurias, que tienen un importante eco en la población e impacto en las personas que han de tomar decisiones en salud pública y en la adherencia a los programas de vacunación.
- La conclusión del GACVS es que, tras el examen de una gran cantidad de estudios e informes de notable calidad metodológica, no hay razones que sustenten la relación de la vacunación frente al VPH con otros efectos adversos, aparte de la anafilaxia y el síncope, y sigue considerando que la vacunación frente al VPH es extraordinariamente segura.
Palabra de la OMS. Y la OMS no es infalible - y desde este blog lo hemos constatado en alguna ocasión -, pero la posverdad no puede convertir a un organismo internacional como la OMS con el mismo valor que un comentario avezado en las redes sociales. Como sea lo mismo cuatro que cuarenta, mal vamos...
En la pasada Jornada MEDES-MEDicina en ESpañol 2017 tuve el placer de moderar la Mesa redonda "Ciencia-e compartida y generación del conocimiento", con tres ponencias de interés:
1) Compartir el conocimiento en el desarrollo de la investigación: redes sociales científicas, bases de datos científicas y otras plataformas". Miguel Zapata Ros.
2) Compartir los resultados. El acceso abierto: evolución y ventajas para la investigación. Remedios Melero Melero.
3) Compartir los recursos útiles para la investigación: datos abiertos para le uso compartido (open data), gestores de referencias bibliográficas, marcadores e índices de citas. Rafael Aleixandre Benavent.
Por su especial interés, y con el visto bueno de su autor, el Dr. Rafael Aleixandre, gran docente y mejor amigo, comparto su presentación, pues en ella nos aproxima a un tema relevante como es el del Open Data, entendiendo por dato abierto si alguien es libre de usarlo, reutilizarlo y redistribuirlo, sujeto solamente al requisito de atribuir y compartir.
Os invitamos a revisar la presentación (y a reflexionar sobre ella), con este guión:
1. Qué es el Open data
2. Qué son los datos de investigación
3. Qué significa “datos abiertos”
4. Por qué es importante compartir
5. Qué ventajas tiene compartir datos
6. Qué inconvenientes tiene compartir datos
7. Gestores de referencias bibliográficas
8. Gestores de marcadores sociales
9. Índices de citas “en abierto”
10.Conclusiones
Y todo esto porque los datos son el nuevo petróleo y, como tal, generan riqueza y ahorran costes. Pero para ello es necesario encontrarlos, extraerlos, refinarlos, distribuirlos y extraer su valor añadido.
De especial interés son algunas de sus conclusiones:
- La sociedad demanda cada vez más que los datos estén abiertos. El movimiento para compartir datos científicos ha comenzado y cada vez va a tener una mayor trascendencia.
- El acceso abierto a los datos puede transformar la salud: mejorando la información de las decisiones clínicas, identificando poblaciones vulnerables, impulsando la investigación y la innovación, mejorando las políticas públicas en materia de salud, mejorando la transparencia y la calidad, mejorando la salud de la población.
- Cabe reconocer los factores críticos que entorpecen el desarrollo del Open Data: falta de prioridad por parte de los investigadores, recelos, desconfianza y temor al plagio, escasa financiación, insuficiente colaboración, falta de mandatos de las agencias financiadoras, inexistencia de políticas institucionales que aseguren la eficacia en la gestión de los datos.
- Es necesario crear infraestructuras y normativas al respecto.
- Es preciso propiciar un cambio cultural de los patrones tradicionales de diseminación de la información basados en la “propiedad de los datos”, a los nuevos modelos de intercambio, difusión y aprovechamiento colectivo.
COMPARTIR DATOS tiene ventajas para todos: para la sociedad, para la comunidad científica y para el investigador. Y para ser fieles al verbo compartir, hoy lo hacemos con esta ponencia de Rafa... Espero que os guste tanto como a mí.
Un semestre más, retornamos con las actualizaciones de EvidenceUpdates en Neonatología, en esta ocasión con el primer semestre del 2017, tanto para revistas biomédicas como en Colaboración Cochrane.
Como es habitual, seleccionamos aquellas revisiones sistemáticas con una puntuación > 5 en las áreas de interés de EvidenceUpdates:
Que el cine francés (y en francés) tiene un plus de calidad es algo que venimos defendiendo en Cine y Pediatría hace mucho tiempo. Y hoy acude un ejemplo más, de un director del que ha hemos hablado en este foro. Porque François Ozon es indudablemente uno de los grandes exponentes del cine europeo contemporáneo, con una filmografía con títulos más que destacables y laureados en el mundo como Amantes criminales (1999), Gotas de agua sobre rocas calientes (2000), 8 mujeres (2001), La piscina (2003), Potiche: Mujeres al poder (2010) o Joven y bonita (2013),
obra ya analizada en Cine y Pediatría como la sexualidad de una adolescente en cuatro estaciones. Pues este "enfant terrible" del cine francés y europeo nos regaló un año antes la película En la casa (2012), libre adaptación de la obra "El chico de la última fila" del dramaturgo español Juan Mayorga, escrita en el año 2006 y que juega con la teatralidad, algo que a Ozon siempre le ha atraído.
En la casa narra la historia de Germain (Fabrice Luchini), un escritor frustrado y un profesor de literatura harto de la mediocridad de su curso (“¿Hay algo más triste que enseñar literatura en el bachillerato?", “Lo peor no es su ignorancia, es su futuro”, piensa), que se ve iluminado por la sorprendente creatividad y por el talento del chico de la última fila de clase, quien entrega un trabajo relatando su fin de semana: su ingreso en una casa de "una familia normal" que le ha obsesionado durante meses, perteneciente a uno de sus compañeros de curso y en el que describe a la madre con “el inconfundible olor de la mujer de la clase media”. El alumno se llama Claude (Ernst Umhauer) y lo que empezó como un ejercicio aislado se convierte con el tiempo en una serie de entregas literarias donde va relatando sus experiencias dentro de la casa de su amigo Rapha (Bastien Ughetto), al volverse estratégicamente el amigo que le ayuda en matemáticas, y recibiendo de él una confianza ciega.
Y la acción transcurre en tres ámbitos, con la voz en off de Claude como nexo de unión. El primer ámbito es el que transcurre en la casa de su amigo Rapha, un buen chico estrábico que vive con sus padres de clase media, y en donde la madre (Emmanuelle Seigner) pasa a ser una especia de musa para nuestro protagonista. El segundo ámbito son las confesiones que Germain realiza a su esposa (Kristin Scott Thomas), propietaria de una galería de arte por nombre "El laberinto del Minotauro", a través de los progresivos escritos del alumno sobre aquella familia. Y, finalmente, lasescenas protagonizadas por Claude y Germain, alumno y maestro, mano a mano de lecciones recíprocas, intenso y arrogante combate de genios que pugnan por discernir la realidad de la ficción, lo bueno de lo malo, lo artístico de lo mundano, la literatura de la perversión. Una relación más allá del alumno y y su Pigmalión en la que este chico de 10 años le dice a su profesor: "Usted es un sultán. Yo soy su Sherezade".
Una novela, la de Mayoral, que parte de una anécdota como profesor de la asignatura de matemáticas, y que el guión de la película logra transmitir esa patina de "master class" del suspense haciendo alarde de eso que se llama la “obra dentro de la obra”. Mezcla de realidad y ficción, donde los miembros de la familia se convierten en los personajes de una novela en construcción y donde lo que se busca, al final, es sorprender al lector. Una novela en la que cada nuevo capítulo termina con la expresión "....Continuará". Y en la que, curiosamente, apenas sabemos nada de la familia de nuestro protagonista: solo que la madre les abandonó a él y al padre, quien en una escena apreciamos que está inválido.
Una película con un guión inquietante, acompañado de una música inquietante de Philippe Rombie (quien también participó de la música de Joven y bonita), y que nos devuelve unas cuantas preguntas. Porque la literatura, de alguna manera, es el arte del voyeur en la que se decide pausar nuestra vida y rutinas para dedicarnos al conocimiento de otras historias, dentro de otras casas. Cuando uno lee cualquier obra de ficción está siendo el ojo detrás de la cerradura, está siendo Claude mirando por la ventana indiscreta.
La película En la casa logra preservar la credibilidad de sus errantes personajes con diálogos hilarantes, con un duelo interpretativo que mantiene la curiosidad del espectador y frases de este calado: "La gran pregunta es : “¿Cómo es la casa de una familia normal?”, “Es mejor descargarse con palabras que incendiar autos”, “Sentarse atrás en la clase es lo mejor, ves todo sin que nadie te vea”, “Por cómo maneja el control del televisor se nota que es el jefe de familia”, “La vida sin historias no vale nada”,“No hay un gramo de arte en esta casa, le tiras una poesía y es como una bomba atómica”, “Ni siquiera la lluvia baila descalza”, “La primera pregunta que debe hacerse un escritor es: ¿para quién escribo?”.
Y en la parte final nuestro joven protagonista va en busca de un final para su historia. Y este colofón: "El Sr. Germain lo había perdido todo: su mujer, su trabajo. Pero ahí estaba yo, dispuesto a contarle una nueva historia... Continuará".
Ayer se publicó un nuevo avance de la revista electrónica "Evidencias en Pediatría" correspondiente al número de septiembre de 2017.
El avance contiene dos artículos, uno correspondiente a la sección "artículos valorados críticamente" (AVC) y otro a la sección de "artículos traducidos" (AT).
Hay palabras que aparecen como de la nada y se hacen presentes en nuestras vidas sin saber cómo ni por qué (ni por qué no): pasó con selfie, luego también con la ciclogénesis, y ahora estamos con la posverdad.
Esta semana pasada, en el encuentro de la XII Jornada MEDES, la postverdad apareció por doquier. Tal es así, que la Real Academia Española registrará en diciembre este sustantivo, que se usó por vez primera en español en 2003 y las políticas de Trump han popularizado.
Posverdad (o mentira emotiva) es un neologismo que describe la situación en la cual, a la hora de crear y modelar opinión pública, los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales.
Quizás todo empezó en la política, donde se denomina política de la posverdad a aquella en el que el debate se enmarca en apelaciones a emociones desconectándose de los detalles de la política pública y por la reiterada afirmación de puntos de discusión en los cuales las réplicas fácticas -los hechos- son ignoradas. Se resume como la idea en “el que algo aparente ser verdad es más importante que la propia verdad”. Para algunos autores la posverdad es sencillamente mentira, estafa o falsedad encubiertas. Pero lo más importante (y preocupante) es que esta postverdad se está extendiendo más allá de la política, y afecta muchos otros campos y, entre ellos, también a la ciencia.
Muchas reflexiones están surgiendo al respecto. Pero recogemos algunas que enfrentan a la posverdad y a la ciencia, en concreto las ideas que nos compartía hace unos meses María Blasco, directora del CNIO, y que fue una columna que tituló como "La ciencia contra las mentiras de la posverdad".
Nos recordaba que el desprecio por la evidencia científica parece estar cobrando adeptos.
Una serie de artículos en la revista Nature, una de las más prestigiosas del mundo de la investigación, denunciaba recientemente el peligro de la posverdad –el neologismo acuñado para definir las afirmaciones falsas de Donald Trump– para el avance de la ciencia y de la humanidad. La ciencia nos enseña a defendernos de las mentiras, de los datos falsos, de las manipulaciones y, en definitiva, de las tinieblas. La luz del conocimiento, y lo que es aún más importante, el reconocer que no sabemos todo y que tenemos que seguir haciéndonos preguntas y seguir buscando respuestas, es lo que ha hecho que avance la humanidad por el camino más justo e igualitario.
Así, la actitud científica y la ciencia son un bien común, que trasciende a los complicados detalles de las investigaciones que ocurren en los laboratorios y que nos enseña un camino intelectual, el de la racionalidad, y un camino ético y moral, el del respeto por otras ideas y la flexibilidad de dar un paso atrás cuando no estamos en lo cierto. Sin embargo, esto que parece tan de sentido común, que parecía tan sólido en nuestra cultura, se tambalea a favor de mentiras, de manipulaciones de la realidad. Y conviene estar avisado y prevenido.
Cualquiera puede mentir, y si lo hace con suficiente convencimiento, da igual si es cierto o no, lo importante es que guste a cuanta más gente mejor. Esto abre la puerta a los abusos, y empodera a algunos ciudadanos y dirigentes irresponsables.
A pesar de las muchas falsedades utilizadas por las campañas del Brexit en el Reino Unido a millones de votantes no pareció importarles su falta de compromiso con la verdad, dándoles la victoria en las elecciones. Donald Trump dice, y no es el único, que el cambio climático no existe, y hay muchos que eligen creerle, aunque tal afirmación no tenga ninguna base empírica. Otros venden falsos remedios para tratar enfermedades y algunos (por desesperación) recurren a ellos poniendo en peligro sus vidas. Otros hablan de teorías conspiranoicas frente a las vacunas, no importa cuál y cómo, todas son sospechas de tener su "jardinero fiel" detrás.
La única forma de combatir esta posverdad es por medio de la ciencia. Entre los valores más importantes de la ciencia y de la investigación está cuestionar constantemente prejuicios y fantasías, que, a su vez suelen estar motivados por intereses particulares y casi nunca nobles. La ciencia nace pues en oposición a los mitos, nos recordaba María Blasco.
Como nos recuerdan editoriales sobre este tema, no estaríamos recordando hoy los grandes avances que se realizan cada día en la lucha contra el cáncer si los Griegos no hubiesen cuestionado a sus dioses y no hubiesen realizado las primeras autopsias para averiguar las causas de muerte de las personas. Gracias a estas autopsias, descubrimos que no eran las caprichosas criaturas mitológicas llamadas Parcas las que cortaban el hilo de la vida de los humanos y determinaban la muerte de cada individuo sin previo aviso, sino que existían las enfermedades, como el cáncer, que nos mataban. Y ese conocimiento, a su vez, llevó a que quisiéramos averiguar por qué se producían las enfermedades y a intentar evitarlas o curarlas. Y en ello estamos... y debemos mantenernos.
En este sentido, conviene recordar que hace apenas unos años, pocos creían que el sistema inmunológico sería importante para acabar con el cáncer. Afortunadamente, eso no frenó a algunos pocos científicos que creían en esto y que siguieron avanzando y, hoy en día, la inmunoterapia es la gran estrella de la investigación oncológica. Y tenemos nuestro propio ejemplo español con el trabajo pionero de Francis Mójica y Francisco Rodríguez-Valera descubriendo unas repeticiones del ADN de unas bacterias de las salinas de Santa Pola en Alicante. Aunque en su momento interesaron a muy pocos, han contribuido a una de la revoluciones de la biotecnología mundial, el "corta-pega de los genes" o sistema CRISPR-Cas. Y seguro que habrá más sorpresas en el futuro, ése es el poder de la ciencia, pues lo que guía el camino es la evidencia científica y la racionalidad, y ante la evidencia no se pueden interponer mentiras ni engaños; ante la evidencia, cualquier persona con un mínima educación científica se rinde.
A partir de esta aparente incongruencia entre la realidad y lo que se dice de la realidad, se acuñó la palabra posverdad, declarando así que en este nuevo panorama político y social los hechos ya no importan. Pero la posverdad no es algo nuevo. Las mentiras, siempre que estén envueltas en una institucionalidad que les dé una reputación (ya sea en periódicos, páginas de internet, centros de pensamiento, o estudios científicos marginales), crean dudas sobre lo que es verdad y lo que no es, poniendo al mismo nivel verdades y mentiras, y dando la impresión de que existe un debate al respecto. En el contexto actual, con un ciclo de noticias cada vez mas vertiginoso, la inmediatez y la fragmentación de comunidades resultante de las redes sociales, la posverdad surge de la dificultad del público general para distinguir entre lo que es verdad y lo que no es.
Y las redes sociales parecen la tormenta perfecta para sembrar la posverdad. Y por eso, también desde la ciencia tenemos que cuidar las redes sociales y declarar bien alto que es posible compartir combinando visibilidad y rigor científico.
En fin, "pos estamos" apañados con la posverdad... pero no podemos cruzarnos de brazos, y menos en la ciencia. Y tampoco es bueno que campee a sus anchas por la política, pues eso nos afecta a todos, científicos y no científicos.
Porque la posverdad se convierte en un "tótum revolútum" peligroso. "Tótum revolútum" que quizás pueda servir a los correveidiles actuales de la política, pero que no debiéramos permitir que cruce el umbral de la ciencia. Pues ahí... perdemos todos.
Los Grupos de Trabajo (GT) de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) son muy productivos. La cantidad y calidad de la información que generan ha impulsado a la AEPap a crear una revista semestral en la que se recogerán susn principales actividades y documentos.
La revista es electrónica y semestral. Su nombre es "AEPap Publica". Y os ofrecemos el sumario del primer número correspondiente al mes de junio de 2017.
La semana pasada vivimos un evento muy especial en El Escorial: la XII Jornada MEDES-MEDicina en ESpañol. Un evento lleno de efemérides:
- Se celebraba el 30 aniversario de los Cursos de Verano de El Escorial.
- Celebramos el 10ª aniversario de la Base de Datos MEDES (y hubo pastel y velas).
- Se superaron por primera vez los 200 inscritos a esta Jornada.
Y con la perspectiva de la Iniciativa MEDES, con dos objetivos principales: 1) promover el idioma español en Biomedicina; y 2) contribuir al fomento de la publicación biomédica de calidad en español.
Pertenecer al Comité Técnico y al Consejo Asesor de esta Iniciativa MEDES me permite disfrutar del camino seguido, y de los productos que han ido surgiendo durante este tiempo más allá de la Base de Datos MEDES: los Premios MEDES, los Boletines MEDES, los Foros sobre el español de la medicina, la colección "Medicina en español", los Talleres sobre documentación y, claro está, las Jornadas MEDES. Todo esto llevó a un hecho clave como fue que en el año 2016 la Real Academia Española nos diera su reconomiento (algo que solo tenía hasta entonces otra iniciativa privada, la Fundéu).
Y para celebrar el 10º aniversario de la Bases de datos MEDES (la única vigente en español, junto con IBECS y tras la desaparición hace unos años del Índice Médico Español), nada mejor que revisar su historia en los momentos clave:
- Los albores de lo que sería MEDES se inició en el año 1998.
- Pero es en el año 2001 cuando surge la primera versión: apareció en ese momento con 35 revistas y 6800 artículos volcados.
- En el año 2007 se convierte MEDES en una base libre y gratuita, tal como hoy la conocemos y momento clave por el que celebramos este 10º aniversario: en este momento ya se revisan 58 revistas de 29 especialidades diferentes y hay ya 30.800 artículos volcados.
- En el año 2012 aparece un nuevo MEDES, totalmente revolucionario respecto al concepto de búsqueda y difusión: en este momento ya se revisan 70 revistas, con 65.000 artículos volcados y un número de usuarios superior a 11.000 al mes.
- En el año 2016 aparece un nuevo diseño web adaptable de MEDES a todos los dispositivos y ya se introducen las primeras revists latinoamericanas.
- Y en este momento del año 2017 se han superado las 100 revistas revisadas de 48 especialidades, con 105.000 artículos y un número de usuarios superior a 45.000 al mes. En el último año se ha crecido un 33% en el número de visitas, superando las 100.000 páginas vistas al mes.
En estos momentos el número de visitas proceden de España en un 40% y el resto principalmente de países de Latinoamérica.
Aún, hoy por hoy, el mayor tráfico de MEDES procede de Google y el mayor número de consultas se realizan desde ordenadores (por encima de móviles o tabletas).
Y esta efeméride la celebramos con una tarta de cumpleaños en la #JornadaMEDES 2017: "La CIENCIA compartida en ESPAÑOL". Un éxito de asistencia y resistencia alrededor de dos verbos (compartir y sumar) que han llenado de sentido y sensibilidad el poder revisar el presente y provocar el futuro de la ciencia del siglo XXI.
Os animamos a conocer y usar la base de datos MEDES: pues vale la pena conocer y citar la ciencia en español no volcada en repertorios internacionales y que conserva importante valor añadido.
John le Carré es uno de los escritores con más adaptaciones cinematográficas sobre sus novelas publicadas, singulares historias donde el espionaje y la política suelen mezclarse con dramas personales y sociales. Perteneció durante 4 años al cuerpo diplomático británico, de donde aprendió los complejos entramados de la Guerra Fría y que bien pudo utilizar en su producción literaria. Al menos, 10 de sus novelas se han reflejado como películas, con este orden cronológico: El espía que surgió del frío (Martin Ritt, 1965), Llamada para el muerto (Sidney Lumet, 1967), El espejo de los espías (Frank Pierson, 1970), La chica del tambor (George Roy Hill, 1984), La casa Rusia (Fred Schepisi, 1990), El sastre de Panamá (John Boorman, 2001), El jardinero fiel (Fernando Meirelles, 2005), El topo (Tomas Alfredson, 2011), El hombre más buscado (Anton Corbijn, 2014) y Un traidor como los nuestros (Susanna White, 2016).
Y hoy nos convoca una película muy especial, donde no hay espionaje en sí, pero si una particular visión sobre la práctica médica en países en vías de desarrollo, donde aparecen reflejados tratamientos frente al sida, así como el estudio de nuevos tratamientos para la tuberculosis multirresistente, y con una visión crítica sobre la ética en el desarrollo de nuevos medicamentos por parte de la industria farmacéutica. Hablamos, claro está de El jardinero fiel, adaptación de Jeffrey Caine de la novela homónima de John Le Carré del año 2001, "The constant gardener". Porque esta novela tenía todo el potencial de convertirse en una película con mucha fuerza; una historia de amor unida a un tema político muy actual sobre una estructura de suspense, la relación entre Justin y Tessa, un hombre que carece de opiniones políticas y que descubre quién era realmente la mujer a la que amaba después de que ella muera y que decide entregar su vida a continuar lo que hacía, acercándose aún más a ella en la muerte que en la vida. Y todo ello en Kenia, en el corazón de África, allí donde se dan los mayores dramas del mundo.
El guión es fiel a la novela y se retiene el planteamiento no lineal, que comienza con la muerte de Tessa ya en la primera página, por lo que era necesario usar la técnica del flash-back con maestría, para lanzar la intriga lo suficiente sin revelar demasiado muy pronto. Y para la dirección se contó con Fernando Meirelles, y por una razón clave: la película que le alzó a la fama, Ciudad de Dios (2002) había sido capaz de visualizar y comunicar una poderosa historia acerca de una zona del mundo en la que nadie se fija, aquel mundo de delincuencia y marginación de las favelas de Río de Janeiro.
Justin Quayle (Ralph Fiennes, recordado en el papel de El paciente inglés - Anthony Minghella, 1996 -) es un diplomático inglés que se encuentra en un remoto lugar, al norte de Kenia. Su feliz matrimonio con Tessa Quayle (Rachel Weisz, quien consiguiera el Oscar a la mejor actriz de reparto por este papel), la activista más entregada de la zona, finaliza con el brutal asesinato de la misma junto con el del médico local que la acompañaba. La explicación por parte del Alto Comisionado Británico, que apunta hacia un crimen pasional, no es aceptada por Justin, que busca el motivo de la muerte de su esposa hasta encontrarlo. Y lo que encuentra es como las mafias que manejan el mercado de las medicinas en el continente africano, y la conspiración entre la compañía farmacéutica internacional KDH y su aliada en el país, Tres abejas. KDH creó Dypraxa, un fármaco en estudio que se empleará en el tratamiento de la tuberculosis multirresistente y Tres abejas, su filial en Kenia, se dedica a realizar las pruebas del mismo, para lo que usa a pacientes que reciben tratamiento de manera gratuita, ya que si se negasen a realizar las pruebas ,se les quitaría la prestación sanitaria.
Pero los resultados con Dypraxa no son los esperados, debido a efectos secundarios importantes de la medicación y que un pacto entre las dos empresas, y con el beneplácito del Comisionado Británico, oculta durante el desarrollo de los ensayos clínicos. Justin descubre que la muerte de Tessa fue debido a que quería detener las pruebas de Dypraxa, rediseñar el ensayo clínico, con lo que supondría años de retraso en la comercialización y millones de dólares perdidos para la compañía farmacéutica productora: "Así funciona el asesinato empresarial. Un jefe se entera de algo, avisa a su jefe de seguridad que habla con alguien, que habla con un amigo de otro y todo acaba con un contestador automático de un despacho alquilado y unos sensibles caballeros con una camioneta azul. Nunca sabrás quien encargó el trabajo". Porque aunque Dypraxa presentaba propiedades curativas, también podía matar y no era rentable volver al laboratorio y eliminar los efectos secundarios, por lo que aquellos pacientes que sufrían tal efecto se eliminaban del estudio, falseando los datos.
El verdadero valor de El jardinero fiel es que, detrás de una aparente historia de amor y de intriga, se ponen sobre la mesa importantes problemas sanitarios (la educación sanitaria, el sida y la tuberculosis en África) y bioéticos (los aspectos éticos alrededor de los ensayos clínicos y la investigación científica, entre los que encontramos el consentimiento informado, la manipulación de datos, el sesgo de publicación, los conflictos de intereses, el fraude científico, etc.). Un núcleo de debate sobre temas de ética que no se aleja mucho de los que nos presentaron películas como El fugitivo (Andrew Davis, 1993) o Efectos secundarios (Steven Soderbergh, 2013), pero aquí subyace la denuncia de que África no puede ser el laboratorio de occidente y así lo declara un personaje: "No, no ha habido asesinatos en África. Solo lamentables muertes y de esas muertes obtenemos los beneficios de la civilización. Beneficios que obtenemos fácilmente porque esas vidas se compraron muy baratas". Y en el foco de atención, la denominada Gran Farmacia (industria que mueve el mundo, junto con las de armamento, automovilística y petroleras), aquella a la que se le apela que concentra más sus esfuerzos en las enfermedades del mundo occidental y no siempre importantes (la calvicie, la impotencia sexual, la menopausia, etc.) en desfavor de las enfermedades endémicas que matan en el Tercer Mundo (con la malaria, el sida y la tuberculosis entre ellas), pero que aportan escasos beneficios económicos. Y ante lo que algunos portavoces de la industria farmacéutica nos recuerdan que no son filántropos y que se deben a sus accionistas.
Vale la pena recordar alguno de los pensamiento del Dr. Lorbeer, creador de Dypraxa: "Medicinas gratuitas, Sr. Black. La mayoría están caducadas, las donan las compañías farmacéuticas. Les supone una desgravación, fármacos desechables para pacientes desechables", "Todo esta máquina la impulsa la culpa" o "A lo mejor la redención está en la lucha, Dios posee la cabeza y el diablo las pelotas".
Y es que El jardinero fiel se puede sintetizar en la suma de seis nombres y distintas nacionalidades para crear una obra denuncia del mundo y para el mundo. Y de la que surgió una canción mágica... El británico John Le Carré escribió el libro, verdadero best seller, y el brasileño Fernando Meirelles nos dejó una película fiel e inolvidable. Para ellos utilizó la historia de amor y vital de dos actores británicos de lujo, Ralph Fiennes y Rachel Weisz. El español Alberto Iglesias escribió la B.S.O. y entre esa música, un tema central producto del keniata Ayub Ogada, un tema por título "Kothbiro" que significa "lluvia venidera" y que fue esencial para depositar la emoción y la conciencia, pues atesora una letra tan mágica como su historia:
"No somos más que una gota de luz una estrella fugaz una chispa tan solo en la edad del cielo.
No somos lo que quisiéramos ser sólo un breve latir en un silencio antiguo con la edad del cielo.
Calma, todo está en calma deja que el beso dure, deja que el tiempo cure.
Deja que el alma tenga la misma edad que la edad del cielo.
No somos más que un puñado de mar una broma de Dios un capricho del sol del jardín del cielo.
No damos pie, entre tanto tic-tac, entre tanto big-bang sólo un grano de sal en el mar del cielo.
Calma, todo está en calma deja que el beso dure, deja que el tiempo cure.
Deja que el alma tenga la misma edad que la edad del cielo"
Y así es como Justin fue un jardinero fiel hasta el final, cuando nos dice: "Ya no tengo hogar Tim, Tessa era mi hogar".Y nos queda el recuerdo de las sonrisas de los niños y niñas de Kenia, pues con todo la carga vital que arrastran no conozco una sonrisa tan contagiosa, bella y sincera como la de ellos. Sonrisas que comprobé con la experiencia de colaboración sanitaria en Kenia de mi hija María y de nuestra amiga Conchita, y que esta película nos permite reconocer. Y por algún motivo ellas acompañaron esas sonrisas con la canción "Kothbiro", y por algún motivo ellas también se dejaron contagiar de "el mal de África". Y a ellas va dedicada esta película...
Podemos leer en la introducción de la nueva entrega del Proyecto AEPap Algoritmos los siguiente:
"El viaje internacional (VI) de un menor es un motivo de consulta frecuente en Atención Primaria . Son causas frecuentes de viajes el trabajo de los padres, el turismo,
la adopción internacional y la inmigración. Los menores que van a estar sometidos
a mayores riesgos son los menores inmigrantes que viajan para visitar a sus
familiares y amigos a su país de origen (
Visiting Friends and Relatives
).
En la atención a estos pacien
tes debemos adelantarnos a la posibilidad de que realicen un VI y propone
rles las medidas oportunas con suficiente antela
ción.
La mayoría de las enfermedades que presentan los niños viajeros son leves y autolimitadas. En muchos casos el período de incu
bación es corto y los síntomas los
pre
sentan durante el viaje. Se estima que el 8% de los viajeros adquieren enfermedades con sintomatología suficientemente llamat
iva como para consultar.
Al regreso debemos ser capaces de identificar aquellas patologías que requieren actuación urgente y las
que pueden tener repercusión en la salud pública".
Así que desde ayer los pediatras disponemos de un uevo algoritmo. Su título es "evaluación posviaje del niño viajero". Y qué mejor época del año que las vacaciones de verano para publicarlo.
Puede accderse al algoritmo, como en ocasiones previas, en diferentes formatos:
Como cada mes, "Health Evidence" nos ofrece sus resúmenes estructurados de revisiones sistemáticas de interés pediátrico clasificadas por la calidad metodológica de su diseño. Os ofrecemos como cada mes acceso a las mismas.