Hace una semana hablamos en el blog del recurrente tema en España de los déficit de facultativos médicos en determinadas áreas y especialidades, en un post que titulamos "Los 10 Diez Mandamientos de la demografía médica y nuestro Monte Sinaí". Ahí ya se remarca que la Pediatría es la especialidad con mayor déficit previsto para el periodo 2015-2025.
Si a eso le sumamos algunas voces que surgen no favorables al modelo actual de Atención Primaria pediátrica, entonces miel sobre hojuelas. Sirva como ejemplo las declaraciones que hace menos de un mes pronunciara el Consejero de Sanidad de Asturias, quien afirmaba que “de aquí al año 2025 probablemente la especialidad de Atención Primaria pediátrica desaparezca" y que "se camina hacia el modelo del norte de Europa donde la pediatría es asumida por médicos generalistas". Unas declaraciones que tuvieron su clara respuesta en prensa por parte de la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria (AAPap) y que invito a leer en este enlace.
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), consciente de estos y otros muchos problemas que se ciernen sobre el futuro de nuestros pediatras de Atención Primaria, elaboró en el año 2016 un documento de posicionamiento sobre el modelo de asistencia saniaria infantil en España, que sigue vigente y que os invito a conocer en este documento. Extraigo de aquí las propuestas organizativas que la AEPap realiza.
Propuestas organizativas:
- Cada niño debe tener un pediatra de AP y una enfermera trabajando en equipo, juntos, puerta con puerta, en su centro de salud. Debe respetarse en todas las autonomías el “equipo de asistencia infantil”.
- Incrementar de forma inmediata el número de plazas MIR de pediatría, hasta alcanzar las necesidades que el modelo de atención infantil español requiere, de manera que todos y cada uno de los niños de 0 a 14 años tengan realmente un pediatra asignado. Asimismo, instar a las CCAA a que convoquen de forma regular oposiciones y traslados a plazas de pediatría de AP (periodicidad idealmente anual, pero nunca superior a 2 años)
- Aumentar la rotación de los residentes de pediatría por AP y la formación de los pediatras en la promoción de la salud y prevención de enfermedades en los niños.
- Incrementar la presencia de los pediatras de primaria como profesores asociados en la universidad.
- Aumentar la presencia de pediatras en los puestos técnicos o gestores de las consejerías y gerencias de AP. Hay en nuestro país un pediatra por cada cuatro médicos de familia contratados en el primer nivel asistencial, a pesar de lo cual nuestra representatividad es casi inexistente en el organigrama de las administraciones sanitarias. La figura del Coordinador de pediatría de áreas o distritos sanitarios locales, implementada en las CC. AA. de Murcia y de Madrid, funciona ya de forma adecuada y deberían potenciarse.
- Mejorar las condiciones laborales para los profesionales sanitarios de los centros de salud, haciéndolas compatibles con la familia.
- Como la mayoría de las inequidades en el acceso a recibir cuidados por pediatra ocurren en zonas más deprimidas o conflictivas, así como en las áreas rurales, sugerimos ofertar esas plazas con alguna ventaja profesional (sea económica o curricular)
- Que se perfilen las plazas de enfermería de pediatría de AP, de atención exclusiva o preferente a los niños, y a las que accedan de forma priorizada personal de enfermería especialistas en pediatría.
- Priorizar la subespecialidad de Pediatría en AP, puesto que es donde ejercen la mayoría de los pediatras del país.
Este artículo de La Vanguardia nos remarca con un titular significativo la situación en Cataluña, que os puedo asegurar por experiencia que no es nada positiva: "Me quedé sin pediatra" lo titula, y vale la pena leerlo. Y, aunque en este tema, como dice el dicho, "en todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas", resulta bochornoso cuando pasas de médico a paciente o familiar de paciente.
Recientemente denunciaba a la dirección de un hospital de Barcelona por la mala gestión de sus recursos humanos, a la vez que felicitaba a su equipo sanitario quienes intentan aplicar calidad y calidez con unos recursos humanos tan deficientes, que ya se han quedado afónicos de solicitar un cambio de gestión. Si a esto le sumamos que la Pediatría no es "rentable" mantenerla así en la Atención Primaria, entonces... apaga y vámonos.
Y por ello el titular que los propios compañeros de Asturias proponían en su carta: ¿Está en riesgo de desaparición la Pediatría de Atención Primaria en España en su modelo actual? Todo es posible, pero luego no nos mesemos el cabello...
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